Rinoplastia de preservación: una nueva técnica con grandes ventajas
¿Qué es la rinoplastia de preservación?
Es una técnica novedosa que permite modificar la forma del dorso de la nariz manteniendo la superficie de los cartílagos y los ligamentos intactos, disminuyendo la probabilidad de complicaciones y obteniendo un aspecto más natural que con las técnicas de rinoplastia convencionales.
Aunque la primera técnica de preservación fue descrita en 1899, esta fue abandonada por su complejidad y no fue hasta hace unos pocos años que se retomó la idea. Las técnicas de preservación han evolucionado de manera rápida y significativa en los últimos 5 años, ganando popularidad en el plano internacional debido a sus grandes ventajas.
¿Cuál es la diferencia entre la rinoplastia de preservación y la rinoplastia clásica o estructural?
Cuando se desea mejorar quirúrgicamente un dorso nasal, en la rinoplastia estructural clásica éste es destruido, por lo que se necesita posteriormente reconstruirlo (estructurar) con injertos de cartílago que se sacan del propio tabique del paciente. Esto acarrea riesgo de imperfecciones, problemas de cicatrización, formación de “callo”, entre otros.
En la rinoplastia de preservación el dorso es remodelado manteniendo su integridad por lo que las líneas estéticas dorsales naturales del paciente se mantienen. Además se minimiza la necesidad de colocar injertos ya que no es necesario reconstruir el dorso.
Una analogía para entender los conceptos
Si queremos disminuir la altura de un edificio (caballete de la nariz), podemos hacerlo demoliendo el ático y posteriormente reconstruyendo el techo (rinoplastia clásica estructural) o podemos quitar el sótano del edificio para que baje toda la estructura íntegra (rinoplastia de preservación).
¿Y si queremos modificar la forma del techo del edificio?
El cartílago de la nariz es maleable, se puede aplanar y moldear mediante suturas sin necesidad de cortarlo o resecarlo. Quitando una pequeña porción del tabique interno en la nariz podemos disminuir la altura del dorso y aplanarlo para obtener un perfil recto o curvo, según los deseos del paciente.
¿Es compatible la rinoplastia de preservación con la rinoplastia ultrasónica?
Sí, el manejo de los huesos nasales con un bisturí ultrasónico o piezoeléctrico se puede hacer en conjunto con la técnica de preservación.
Si combinamos la técnica de preservación con el uso del bisturí ultrasónico estamos siendo muy conservadores con las estructuras anatómicas de la nariz, y por lo tanto habrá menos inflamación en el postoperatorio y la recuperación será más rápida.
¿Se puede hacer rinoplastia de preservación en todos los casos?
No, es imprescindible que el dorso en la vista frontal sea bonito. En narices con dorso muy ancho o irregular es necesario hacer una técnica estructural clásica
¿Por qué no todos los cirujanos hacen rinoplastia de preservación?
Porque es una técnica que no todos conocen y que requiere gran experiencia y habilidad por parte del cirujano.
Rinoplastia de preservación para el manejo de la desviación de la pirámide nasal (laterorrinia)
Cuando se quiere corregir una nariz muy desviada (laterorrinia), la técnica estructural clásica requiere múltiples maniobras con cortes asimétricos en los huesos y colocación de injertos para “camuflar” las asimetrías. Aun así, conseguir una simetría ideal es extremadamente complejo.
Mediante las técnicas de preservación se puede conseguir movilizar la pirámide nasal entera para colocarla en el centro de la cara, manteniendo la integridad del dorso y consiguiendo mejorar la simetría de manera más precisa que con las técnicas estructurales.
¿En caso de una rinoplastia secundaria tiene ventajas que la primera cirugía haya sido de preservación?
Si la primera cirugía fue una rinoplastia estructural clásica, en el caso de necesidad de un retoque o de una rinoplastia secundaria, es probable que la segunda cirugía sea muy compleja ya que hay que volver a “desarmar” y “rearmar” la nariz. Dado que ya no quedaría suficiente cartílago disponible en el tabique porque habría sido utilizado para reconstruir el dorso en la primera cirugía, sería imprescindible tomar cartílago externo de la costilla o de la oreja.
Si la primera cirugía fue una rinoplastia de preservación, realizar un retoque normalmente es menos complejo y si se requieren injertos, es probable que se cuente con suficiente cartílago de tabique para ello por lo que no sería necesario recurrir a la costilla u oreja.
En resumen: Ventajas de la preservación del dorso frente a la rinoplastia clásica
- Menor tasa de complicaciones
- Aspecto de la nariz más natural en la vista frontal
- Menor necesidad de injertos de cartílago del tabique
- Permite corregir desviaciones complejas de la pirámide nasal
- En caso de necesidad de un retoque o cirugía posterior, esta es menos complicada y se tiene disponible cartílago nasal por lo que no sería necesario recurrir a cartílago de costilla u oreja.