Embarazadas: cuidados y precauciones durante el verano
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El embarazo es un momento muy especial para toda mujer. El cuerpo experimenta una serie de cambios que no solo se producen a nivel interno, debido a la presencia del bebé, sino también externo. La piel se vuelve muy sensible a los rayos del sol y pueden aparecer lesiones, manchas o varices que, si no se cuidan, se quedarán definitivamente en nuestro cuerpo.
Por ello, el verano es una estación muy singular para la embarazada y debe preparar muy bien su cuerpo para evitar, o al menos retrasar, la aparición de esas huellas que la gestación deja en su dermis. Precisamente por esto, y para evitar que acuse las molestias asociadas al calor, es necesario que siga una serie de cuidados y precauciones imprescindibles para preservar su salud por dentro pero también por fuera.
Cuidados durante el verano
Durante el embarazo la piel sufre mucho: se estira y se rompe ocasionando las temidas y odiadas estrías. El calor y el sol afectan negativamente a la dermis, provocando la aparición de manchas que afean nuestra dermis. Para evitarlo, es importante seguir una serie de cuidados para proteger nuestra piel.
- Controlar la alimentación. No se trata de hacer dieta para evitar engordar más de lo necesario, porque está completamente prohibido. Sino de controlar lo que comemos y de seguir una dieta sana y saludable, rica en fibra para evitar el estreñimiento propio de las embrazadas y en nutrientes para que nuestro bebé crezca sano y fuerte.
- Piel siempre fresca e hidratada. Es casi imposible evitar que aparezcan las estrías, pero si tenemos la piel hidratada podremos reducir su número. Usar de manera habitual una crema hidratante para nuestra piel proporciona, además, una sensación de frescura especial. Por si todo ello fuera poco, una correcta hidratación de la dermis combatirá de manera eficaz la sequedad de la piel, causa directa del envejecimiento cutáneo. Una piel que está seca, agrietada, sin hidratación, es más susceptible de tener arrugas que una que esté cuidada. Por ello, es menester que hidratemos nuestra piel a conciencia diariamente.
- Evitar las horas de mayor exposición solar. Los raros ultravioletas son muy dañinos para la piel, sobre todo durante el verano, que es cuando su incidencia es mayor. El sol está detrás de la aparición de manchas en el embarazo, acelera el envejecimiento de la piel y puede provocar lesiones (quemaduras) que, a la larga, pueden afectar a nuestra salud de manera importante. Debido a ello, la mayoría de los expertos recomiendan a las embarazadas que protejan su piel de las radiaciones usando crema solar de protección alta. Pero, además, que eviten la exposición solar durante las horas en las que esta estrella calienta más. Además de producir quemaduras solares dañinas para nuestra salud, una exposición solar durante esas horas puede provocar dolores de cabeza, mareos, bajada de tensión…, problemas que sin duda afectarán a nuestro bebé.
- Hacer ejercicio moderado. Además de la alimentación, es recomendable caminar todos los días al menos 30 o 45 minutos. Con ello, incrementaremos la oxigenación del pequeño, fortaleceremos sus pulmones y, además, evitaremos coger kilos de más durante el embarazo. También retrasaremos la aparición de las temidas varices, puesto que aumentaremos la circulación de nuestras piernas. Incluso tendremos las piernas menos hinchadas después de nuestro paseo. También podemos practicar otros deportes como el pilates o el yoga, siempre y cuando el médico nos dé el visto bueno para ello. El pilates es muy beneficioso para la salud, puesto que ayuda a combatir las molestias en la espalda o las piernas propias de la gestación y nos prepara para el momento del parto.
Precauciones a tener en cuenta durante el embarazo
- Cuidado con el esmalte de uñas. Aunque no nos solamos pintar las uñas de las manos normalmente, el uso de zapatos veraniegos como las sandalias favorece que podamos presumir de pies. Por ello, son muchas las gestantes que aprovechan esta estación para pintarse sus uñas, tanto las de las manos como, sobre todo, las de los pies, con colores vivos que resalten con el moreno de la piel y los vestidos fresquitos. Y es aquí donde debemos tener cuidado. Algunos esmaltes de uñas contienen una mínima cantidad de tóxicos que pueden ser absorbidos por las células de la piel. Algunos estudian afirman, incluso, que estas sustancias tóxicas pueden llegar al bebé. Por ello, antes de pintarnos las uñas es importante que nos aseguremos de que el esmalte es seguro para nuestro pequeño. Eso sí: el hecho de que no sea recomendable lucir unas uñas pintadas no impide que no debamos cuidarlas e hidratarlas para evitar su sequedad y rotura.
- Nada de spas ni circuitos termales. Si nos vamos de vacaciones a uno de tantos complejos turísticos que salpican la costa de nuestro país seguro que tenemos la oportunidad de tomar un relajante baño de hidromasaje, hacer un circuito termal o acudir al spa. Las embarazadas debemos tener cuidado con estos espacios, puesto que la elevada temperatura que los caracteriza puede ser muy perjudicial para nuestra salud, pero sobre todo para la de nuestro bebé. Un aumento elevado de temperatura y de humedad hace que descienda nuestro ritmo cardiaco y nos baje la tensión y provoca que nuestro cuerpo tenga problemas para regular la temperatura corporal. Imagínate en el caso del pequeño, que no puedo regular su temperatura. Por ello, cuando estemos de vacaciones es importante que prestemos atención a la temperatura de las instalaciones que visitemos y evitemos estos lugares. Y ello hay que hacerlo extensible a la exposición solar. Aunque protejamos nuestra piel convenientemente, como hemos indicado, es importante que evitemos tomar el sol durante las horas de mayor incidencia.
- Adiós al vello corporal, mejor con cuchilla. Como hemos recalcado, la piel de la embarazada es muy sensible. Tratamientos como la cera no se recomiendan en estos casos. Otros, como el láser o la electrólisis, están completamente desaconsejados por los riesgos que puede conllevar para el bebé. De este modo, lo mejor para acabar con el vello es emplear la cuchilla o la maquinilla de afeitar. Así luciremos una piel libre de vello de manera segura.
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