El tobillo es una zona anatómica estéticamente importante porque determina el impulso de la pierna.
Por tobillos gruesos entendemos generalmente un aumento de la circunferencia del tobillo, tanto en relación a éste como en relación a la circunferencia de la pantorrilla y de la pierna en su conjunto. Es una imperfección que puede estar presente desde el nacimiento o presentarse a cualquier edad debido a una mala alimentación oa la aparición de diversas enfermedades que dan lugar a la presencia de linfedema (retención de líquidos).
Hoy en día existen diferentes tipos de tratamientos de medicina estética y cirugía más o menos invasivos para solucionar el problema.
Es fundamental establecer las causas de los tobillos gruesos, para elegir el tratamiento más adecuado para solucionar el problema.
Las principales causas son:
Si las causas están ligadas a un aspecto genético, habrá que establecer si el tamaño de los tobillos se debe al volumen de los huesos de la articulación y en este caso no será posible intervenir.
En cuanto a las causas patológicas, veremos el linfedema, que viene determinado por un problema con el flujo linfático. En este caso, la piel del tobillo está endurecida, estirada y, en ocasiones, tiene diferentes colores según la inflamación. Para determinar con certeza la causa del problema será necesario pasar pruebas diagnósticas específicas como la linfogammagrafía. Si por el contrario la imperfección es provocada por una acumulación de grasa, existen diferentes tratamientos e intervenciones que te presentaremos a continuación.
Si el problema del tobillo es de carácter linfático, con evidente retención de agua, los tratamientos más sencillos y prácticos son el uso de medias o fajas elásticas y compresivas. También existen diferentes tipos de masajes, tratamientos de medicina estética e intervenciones quirúrgicas que puede mejorar y solucionar este tipo de problemas.
Es un masaje específico que se realiza tanto con máquinas como manualmente, muy utilizado para tratar el linfedema y la retención de líquidos en los tobillos. Este particular masaje consiste en manipular áreas específicas, de manera que se reactiva la circulación linfática y el drenaje de líquidos estancados en las extremidades. Se recomienda seguir 2 sesiones por semana durante 4 semanas consecutivas. Para mantener los resultados obtenidos 2 sesiones mensuales serán suficientes. Es un tratamiento absolutamente indoloro, por lo que no requiere el uso de anestésicos. Este masaje en particular no se recomienda para personas con flebitis e insuficiencia cardíaca.
Laserlipólisis
Esta práctica consiste en el uso de láser para eliminar las células grasas. El tratamiento se realiza realizando una incisión en la piel extremadamente fina (de aproximadamente 1 mm), necesaria para penetrar la fibra óptica, de igual diámetro, que a su vez se conecta al láser, lo que le permite alcanzar la grasa acumulada y provocar la licuefacción. La grasa licuada se puede retirar o desechar automáticamente. El procedimiento dura aproximadamente una hora y se realiza de forma ambulatoria. Tras la intervención, se aplica un vendaje en la zona tratada durante 2 o 3 días y, posteriormente, se debe llevar una media elástica específica durante 2 o 3 semanas.
La cirugía de liposucción se realiza exclusivamente en los tobillos o como parte de un procedimiento de liposucción más complejo que involucra toda la pierna. El procedimiento implica el uso de anestesia local y, en algunos casos, una sedación aún más profunda. En esta práctica en particular se utiliza principalmente la técnica de la liposucción tumescente, que consiste en inocular una mezcla de solución salina, anestésico y adrenalina la cual limita la circulación capilar evitando así la formación de hematomas. Luego se inserta una cánula muy fina con la que se alcanza el acúmulo graso y se succiona. Tras la intervención, se vendará la parte tratada y, pasados 2 o 3 días, se sustituirá el vendaje por una media elástica.