Las pantorrillas son un grupo muscular fundamental a la hora de determinar la estética de las piernas y, como muchos atletas saben, difícil de desarrollar con el ejercicio y la dieta, provocando cierta frustración que se traslada a la vida diaria y a la elección de la ropa, impidiendo aprovechar al máximo las tu fisicalidad.
Cuando los gemelos son demasiado pequeños o demasiado delgados suelen generar complejos e inseguridades. Sin embargo pueden corregirse gracias a remedios avanzados que pueden ser más o menos invasivos pero que, en cualquier caso, pueden ofrecer resultados apreciables.
A veces, los músculos que forman la pantorrilla están subdesarrollados y tienen una circunferencia general limitada, lo que los hace delgados, pequeños y mal definidos. Muchas personas se someten a ejercicios extenuantes y dietas ricas en proteínas para fortalecer sus músculos. Por otro lado, cuando se trata de los gemelos, la situación puede volverse compleja, y esto puede llevarte a pensar que estás realizando una verdadera misión imposible, sin obtener los resultados esperados.
En estos casos tan difíciles de mejorar mediante el deporte, es posible tener en cuenta los tratamientos y soluciones que ofrecen la Cirugía Plástica y la Medicina Estética, que harán que vuelvas a apreciar tus pantorrillas sin tener que ocultar tus piernas con la ropa.
Antes de comentar los diferentes tratamientos disponibles, indicaremos cuáles son las causas que subyacen a esta imperfección para entender qué factores intervienen en la curvatura de las pantorrillas.
Estos factores a tener en cuenta son:
Muy a menudo sucede que a pesar del ejercicio constante, los músculos de las pantorrillas están poco desarrollados, mientras que otras veces sucede que incluso personas que no practican ninguna actividad física tienen pantorrillas marcadas y desarrolladas. Por lo general, estos son rasgos heredados de la familia, determinados por una correlación genética que da como resultado un desarrollo limitado o sobredesarrollo de los músculos de la pantorrilla, y en estos casos el ejercicio no hará una gran diferencia.
Entre las causas patológicas podemos citar la poliomielitis, enfermedad que provoca la atrofia de los músculos de la pantorrilla. Las lesiones sufridas a una edad temprana también pueden conducir a un desarrollo muscular limitado.
Otra causa se puede encontrar en el envejecimiento, ya que con el avance de la edad, los músculos en general (y por lo tanto también los músculos de la pantorrilla) experimentan una disminución significativa de masa y fuerza. Este proceso, que va de la mano con el envejecimiento fisiológico del cuerpo, se conoce como sarcopenia.
Finalmente, también se debe tener en cuenta el peso del individuo, ya que las pantorrillas están más estresadas cuando el peso corporal es mayor, mientras que un individuo delgado es más probable que tenga pantorrillas pequeñas también porque no tienen mucha demanda.
Los tratamientos para el desarrollo y o el aumento de los gemelos, como era de esperar, son diferentes y difieren en técnica, invasividad y duración de los resultados:
Son una alternativa válida a la cirugía. Están elaborados con sustancias naturales y son totalmente absorbibles. La intervención se realiza mediante la inyección de ácido hialurónico en la zona afectada, mediante jeringas dotadas de una aguja muy fina. La particularidad del ácido hialurónico para este tipo de tratamientos es que se absorbe lentamente, para que los resultados sean más duraderos. Es un tratamiento no invasivo y absolutamente indoloro que da resultados inmediatos de duración variable (desde 6 meses hasta alrededor de 1 año) y puede repetirse cuando la sustancia haya desaparecido por completo.
El lipofilling permite obtener resultados más duraderos que el procedimiento anterior, al utilizar grasa autóloga, es decir, del propio paciente. Por supuesto, el límite de este tratamiento está representado por la disponibilidad de la propia grasa del paciente. Una vez identificadas las zonas del cuerpo de las que se va a extraer la grasa, se realiza la operación con anestesia local y, mediante jeringas especiales provistas de cánulas muy finas en sus extremos, se extrae el tejido graso para luego tratarlo y purificarlo. Luego, mediante microcánulas, se implantará la grasa en diferentes zonas de la pantorrilla según el aspecto deseado. La duración de todo el procedimiento es de aproximadamente una hora y no requiere hospitalización. La duración de los resultados varía según el porcentaje de enraizamiento de las células grasas y la capacidad de reabsorción, que cambia según el sujeto, pero los resultados son de todos modos a largo plazo.
La cirugía de pantorrillas puede corregir pantorrillas pequeñas o mal definidas y aumentar su volumen de forma permanente mediante la inserción de diferentes tipos de prótesis. Las prótesis en cuestión están fabricadas en silicona gelificada con características diferentes a las prótesis mamarias. Existen diferentes volúmenes y formas específicas para insertar en diferentes áreas de la pantorrilla. El procedimiento consiste en realizar una incisión en la parte posterior de la rodilla, de unos centímetros de largo, que permitirá la formación de un bolsillo donde se insertará la prótesis. Habitualmente, la prótesis se insertará lateral y medial a la pantorrilla, aumentando su circunferencia y definiendo su contorno. La intervención se realiza bajo anestesia general o raquídea, pudiendo realizarse según el caso en hospital de día o con estancia hospitalaria de noche. Luego, al final de la intervención, se realizará el vendaje y es recomendable llevar una media elástica ligeramente compresiva. Además, durante las 48 horas posteriores a la operación, se aconseja al paciente que descanse y mantenga las piernas elevadas. A partir del tercer día, utilizando muletas, se le permitirá levantarse y caminar, evitando sobrecargar las pantorrillas. Será posible reanudar las actividades diarias habituales dentro de los 10 o 15 días posteriores, evitando las actividades extenuantes y los deportes, lo que se podrá reanudar después de aproximadamente 1 mes.