El exceso de piel supone una cierta laxitud del tejido cutáneo que puede tomar distintos grados de gravedad y, precisamente, en función de su clasificación, podemos elegir entre diferentes remedios que eliminen de forma definitiva esta común imperfección.
En estos casos, sin embargo, la mejor opción es recurrir a la cirugía o a la medicina estética si se quiere eliminar el problema, ya que -a diferencia de la adiposidad localizada- la ptosis y la laxitud de los tejidos de la piel no se solucionan con dietas o deporte, porque si lo hacen, no depende de una acumulación de grasa, sino de un vaciamiento de la piel y su pérdida de elasticidad.
Existen muchas causas para la aparición de exceso de piel en esta zona específica. Entre los más comunes tenemos:
La aparición de exceso de piel en el estómago se puede prevenir principalmente adoptando un estilo de vida saludable, comiendo alimentos saludables y evitando consumir demasiados hidratos de carbono o azúcares añadidos, hidratando regularmente la piel del cuerpo y practicando una actividad física adecuada con ejercicios destinados a la zona abdominal. Otro buen hábito a adoptar a diario es beber mucha agua (unos 2,5 litros al día) para mantener la piel joven y elástica.
Asimismo, recuerda que a la hora de decidir seguir una dieta de adelgazamiento es fundamental tener en cuenta que la pérdida de peso debe ser gradual y no rápida, tanto porque los resultados obtenidos serán más duraderos como porque la piel tendrá tiempo, gracias a su elasticidad, para acostumbrarse a tu nueva masa corporal.
Los tratamientos y cirugías que vamos a describir son remedios efectivos para eliminar el exceso de piel que se forma en el estómago:
Es una técnica mínimamente invasiva que consiste en introducir en la dermis, utilizando unas agujas muy finas, hilos de PDO (polidiol-oxanona), un material perfectamente compatible con el cuerpo humano y totalmente reabsorbible. Estos hilos se colocan en forma de malla en la zona afectada y estimulan una mayor producción de colágeno. Esta particular alternativa permite obtener un efecto lifting sin recurrir a la cirugía y sin anestesia general. De hecho, la producción de colágeno combinada con la formación de edemas crea una condición de tensión que da más tono al área afectada, eliminando inmediatamente la laxitud del tejido de la piel. El procedimiento dura aproximadamente 30 minutos y solo requiere una crema anestésica local. Una vez finalizado el tratamiento, podrá reanudar inmediatamente sus actividades diarias sin ningún problema. Aunque los hilos se absorben en unos 6-8 meses, su efecto estimulante sobre la producción de colágeno dura aproximadamente 1 año. Sin embargo, cuando aparecen los primeros signos de flacidez, es recomendable rehacer el tratamiento para colocar nuevas suturas reabsorbibles con el fin de mantener la estabilidad de los resultados obtenidos. El tratamiento se recomienda especialmente para aquellos casos de laxitud leve.
Se trata de una técnica revolucionaria que consiste en extraer pequeñas porciones de tejido (1 mm) mediante una máquina específica (taladro microquirúrgico). A la eliminación del exceso de piel le sigue un proceso de cicatrización que estirará la piel, la reafirmará y no generará cicatrices. El procedimiento se realiza con anestesia local, aunque es mínimamente invasivo. El tratamiento dura unos 30 minutos y es recomendable repetirlo al menos 2 o 3 veces, con intervalos de unos 15 días. Después del tratamiento, se podrán reanudar las actividades diarias, pero será necesario esperar un tiempo antes de poder hacer deporte o, en cualquier caso, actividades muy intensas. Este tratamiento está indicado para aquellas personas con laxitud leve o moderada.
La abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico que elimina de forma permanente el exceso de piel del área abdominal. Este tratamiento está indicado para pacientes con laxitud severa debido a la edad, pérdida repentina de peso o después del embarazo. En ocasiones esta técnica se puede combinar con la liposucción para eliminar el exceso de grasa y remodelar la piel según los nuevos volúmenes del cuerpo. Es una operación quirúrgica a todos los efectos y será necesario someterse a anestesia general y hospitalización durante un máximo de 2 días. Sin embargo, si la parte a tratar es limitada, se podrá realizar una miniabdominoplastia con anestesia local y no será necesaria la hospitalización. La intervención consiste en la práctica de una incisión por encima del pubis, de forma que la cicatriz quede siempre cubierta por el deslizamiento. La duración de la intervención puede variar aproximadamente entre 1 y 3 horas según el caso. Después de la operación se vendará el abdomen y permanecerá así durante unas 3 semanas. La reanudación de las actividades habituales será paulatina, pero ya pasadas 3 semanas podrás retomar el deporte y el trabajo de forma progresiva. Los resultados son permanentes.