¿Cómo afectan a nuestra piel los meses de pandemia?
Piel apagada, opaca, granitos, poros abiertos, descamaciones… Los problemas en la piel del rostro se agudizan y salen a la luz carencias que antes no nos afectaban tanto.
¿Cómo afectan a nuestra piel los meses de pandemia?
Uso de mascarillas: problemas y soluciones
La piel es un órgano muy sensible a los cambios de vida. La alimentación, el ambiente, el ejercicio, el estado de ánimo, las horas de sueño, las enfermedades que podamos sufrir… Toda nuestra vida se refleja en ella.
El uso de las mascarillas es necesario en tiempos de pandemia y parece que se así seguirá siendo en el futuro para estar en compañía de otros.
¿Cómo afecta su uso en largos periodos?
Antes de nada analicemos algunas de las necesidades básicas de nuestra piel:
- La piel necesita una constante y adecuada hidratación
- Vitaminas y elementos esenciales para un buen funcionamiento de los fibroblastos que son los que fabrica el colágeno y la elastina imprescindibles para adquirir la tersura y textura homogénea, suave y elástica.
- Un sistema de drenaje y vasos sanguíneos sanos y efectivos para eliminar las toxinas y nutrir a las células que la componen.
- Oxígeno y sol para sintetizar ciertos elementos esenciales y la vitamina D.
- Energía y grasa que se almacena bajo la dermis y sirve también para aislarla del cuerpo y que regule su temperatura.
- Además, es imprescindible un equilibrio hormonal adecuado que regule los ritmos circadianos que marcan los tiempos de regeneración y dan algunas de las órdenes necesarias para que la piel realice sus funciones en el momento y la duración precisa.
Todas estas necesidades se ven afectadas por las nuevas medidas originadas por la pandemia: menos contacto físico, salir menos y sobre todo el uso continuado de mascarillas protectoras.
No podemos olvidarnos tampoco de que después de tantos meses de pandemia también han subido nuestros niveles de ansiedad, dormimos peor, estamos más estresados, y todo eso afecta a nuestras hormonas, a nuestro ánimo y por tanto dificulta aún más el estado de nuestra piel.
La mascarilla produce un efecto aislante y húmedo en el rostro junto con un aumento en la zona del CO2 que exhalamos al respirar y nos resta el contacto directo del sol tan necesario en invierno. Además produce un roce continuo en determinadas zonas sensibles como el contorno de los ojos. Además actua como filtro reteniendo y almacenando la suciedad, contaminación y gérmenes que atraemos al respirar.
Por lo tanto lo primero que nota la piel del rostro es una falta de oxigenación, un exceso de humedad que favorece proliferación de gérmenes y una mayor acumulación de suciedad en la zona, que la impiden realizar sus funciones básicas de forma normal.
Algunos de los problemas que surgen pueden tener su origen en alergias a los materiales con los que están fabricadas, polipropileno, generalmente. En este caso es imprescindible un diagnostico médico que aconseje el tratamiento más adecuado a cada paciente. Tal vez sea suficiente con un cambio de marca de mascarilla, pero también puedes necesitar algún tipo de corticoides que controle el brote. Una vez controlado, podrás seguir el tratamiento que te aconseje el profesional consultado.
También es frecuente que aparezcan rosáceas, dermatitis, descamaciones, irritaciones, inflamaciones…. Todo ello producido o agravado por esa falta de oxigenación y desequilibrios que ocasiona la mascarilla. En estos casos también es aconsejable acudir al dermatólogo que diagnostique el problema para asegurarnos de que no se trata de nada grave. Después podrás seguir tranquilo las indicaciones de tu profesional estético de confianza.
En cualquier caso los tratamientos deben de buscar el equilibrio de la piel en todas las funciones que hemos enumerado antes, procurando prevenir las carencias que produce la mascarilla mediante acciones.Oxigenantes, equilibrantes, desintoxicantes hidratantes, nutritivas y regenerantes.
Pasos a seguir
Si te notas la piel apagada, opaca. Te salen pequeños granitos, ves tus poros más abiertos, zonas enrojecidas y pequeñas arruguitas, no cabe duda: acude a tu centro estético de referencia donde realizarte una buena higiene profesional con punta de diamante (siempre que tu piel lo permita), para garantizar que tu piel se libra de las células muertas, los restos de suciedad y la contaminación y prepararla para un tratamiento oxigenante y equilibrante, el que más se adecúe a tus necesidades. Después, será tu asesora la que elija entre los múltiples tratamientos que existen para regenerar y activar las funciones dérmicas: DERMAPEN, RF INDIBA, MESOTERAPIA VIRTUAL, BELLACTION DUO FACIAL CON CARBOXITERAPIA, ETC… Son magníficos tratamientos de choque para reparar la piel. Después estarás lista para un mantenimiento diario en casa que te ayude a mantener tu piel en buen estado.
Los 6 pasos que debes seguir en casa son:
- Limpieza diaria con leches suaves y sin componentes agresivos. Huir de las toallitas y otros limpiadores que eliminan el manto lipídico protector de la piel. Después aplicar un tónico que nos equilibre el PH para mantener la inmunidad frente a elementos agresores, bacterias etc.
- La crema deberá ser adecuada a tu tipo piel y tus necesidades, intentando que no lleve siliconas que obturen la piel. Sigue el consejo de tu asesora.
- Por la noche limpiar la piel con el mismo método: Leche limpiadora + tónico.
- Si notas la piel irritada o tirante, es el momento de aplicar una mascarilla calmante que contenga Vit A
- La noche es el momento perfecto para aplicar el sérum y la crema de noche que tu asesora te ha aconsejado para que tu piel pueda regenerarse adecuadamente.
- No te olvides del contorno de ojos. Merece un cuidado especial por los fina y sensible que es su piel y el roce que la mascarilla produce. Te aconsejamos que tengas siempre a mano la crema que te aconseje tu asesora y que te la apliques cada vez que notes tirantez en la zona. Por la noche aplícala con un suave y relajante masaje.
Por último nuestra recomendación más importante es que no experimentes con cremas milagro y acudas a profesionales en cuanto notes el primer síntoma de que algo no va bien en tu rostro. Será más fácil corregir tus problemas.
Todo esto, unido a una alimentación saludable, algo de ejercicio y 7 horas mínimo de sueño reparador, ayudará a contrarrestar los efectos de estos complicados meses.