Rinoplastia con hilos tensores
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Son muchos los hombres y mujeres que no están conformes con alguna parte de su cuerpo. Pero si hacemos un ranking de las zonas más conflictivas, la nariz siempre está en los primeros puestos.
Está ubicada en el centro de nuestra cara y su forma y longitud definen la armonía del rostro para bien o para mal. Desde luego, hay narices que no siendo las más bonitas del mundo aportan al rostro una gran personalidad, pero, en la mayoría de los casos, una nariz de proporciones superiores a lo normal o con algún tipo de deformación estropea mucho la imagen de la persona. De ahí que la rinoplastia sea una de las operaciones de cirugía estética más demandadas.
Tomar la decisión de operarse la nariz no siempre es fácil, especialmente porque los pacientes saben que el posoperatorio puede llegar a ser algo molesto. Sin embargo, van surgiendo nuevas técnicas que son cada vez menos invasivas y, por tanto, agilizan el proceso de recuperación.
¿Qué es la rinoplastia con hilos tensores?
Se trata de un tratamiento que no sirve para arreglar todos los problemas que puede haber en una nariz, pero sí para tratar uno de los más frecuentes: la punta caída.
La intervención se lleva a cabo con anestesia local y es mínimamente invasiva, puesto que solo se realiza una pequeña incisión en la parte de abajo de la punta de la nariz. A continuación, se pasa por esa incisión el hilo quirúrgico para tirar de la punta de la nariz hacia arriba y, a la vez, adelgazarla. El hilo es el mismo que se utiliza en otras intervenciones, por lo tanto se trata de un material totalmente seguro que el cuerpo absorbe sin ningún problema.
La intervención puede tardar de diez minutos a dos horas, dependiendo del número de hilos que se vayan a poner y del trabajo que haya que realizar en la nariz. Una vez terminada la misma, el paciente se puede ir a casa, ya que al aplicarse únicamente anestesia local no hay que hacer un seguimiento de cómo reacciona el cuerpo frente a la misma.
Resultados visibles desde el primer momento
Una de las grandes ventajas de esta intervención es que la hinchazón que aparece en la zona es mucho menor que en la rinoplastia tradicional, permitiendo al paciente ver los resultados antes.
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Es reversible
No es raro que personas que se someten a una rinoplastia no queden conformes con el resultado. Esto se debe en muchos casos a que no se dan a sí mismos el tiempo necesario para adaptarse a su nueva imagen, algo que es totalmente necesario en toda operación de cirugía estética.
Lo bueno que tiene la rinoplastia con hilos tensores es que si el paciente se arrepiente dentro de los treinta días siguientes a la intervención, se puede revertir el proceso, puesto que la zona todavía no ha curado y basta con eliminar los hilos para que la punta de la nariz vuelva a su posición natural.
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No es un procedimiento definitivo
A la hora de someterse a una intervención de este tipo es importante tener en cuenta que los resultados que se obtienen no son definitivos. Los hilos tensores utilizados en la nariz o cualquier otra zona del rostro no duran para siempre.
Si la intervención de rinoplastia con hilos tensores está bien realizada, los resultados son apreciables durante unos dos años. Pasado ese tiempo la punta de la nariz no vuelve a la que era su posición original, puesto que los nuevos tejidos la sujetan, pero sí queda algo más caída. Esto no supone un problema, ya que el paciente puede volver a realizarse otra rinoplastia con hilos tensores si así lo desea.
¿Qué ventajas tiene esta intervención?
Queremos destacar las siguientes:
- Es reversible si el paciente no queda contento con los resultados.
- La invasión en la zona es mínima, por lo que el paciente, en un futuro incluso, puede hacerse una rinoplastia tradicional sin ningún problema, si así lo desea.
- No hay que eliminar cartílago de la nariz.
- No hace falta cortar hueso.
- El precio es más asequible que el de una cirugía.
- La recuperación es más rápida.
- No hace falta esperar mucho tiempo para ver los resultados.
¿Cómo es el procedimiento posoperatorio?
La rinoplastia con hilos tensores es una intervención muy sencilla y el proceso de recuperación también lo es. El paciente no puede realizar ningún tipo de actividad física en las primeras 24 horas; después de eso, ya puede ir recuperando su ritmo de vida normal. La zona puede estar algo hinchada durante unos días, o incluso puede aparecer algún hematoma, pero, en la mayoría de los casos, las molestias son mínimas y, por tanto, se puede volver a trabajar sin ningún problema.
Hay que tener la precaución de no realizar lavados nasales durante el primer mes, cuanto menos se toque la zona mucho mejor para la recuperación y para reducir el riesgo de infecciones. A la hora de dormir, durante los primeros días es mejor hacerlo con la cabeza algo elevada y boca arriba. Por tanto, se debe evitar dormir boca abajo en los días siguientes a la intervención.
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Para reducir las molestias es mejor evitar tomar alimentos que puedan llegar a ser irritantes, como los alimentos picantes. El médico suele prescribir algún tipo de analgésico para que el paciente tome en caso de que surjan molestias. Tras una intervención quirúrgica, aunque sea leve, no hay que automedicarse bajo ningún concepto, tomando únicamente los fármacos indicados por el facultativo. En caso de que el paciente tome algún tipo de medicamento con anterioridad a la intervención, debe consultar con el especialista si debe suspender la toma durante unos días antes y/o después de la operación.
Lo normal es que la recuperación de la rinoplastia con hilos tensores transcurra sin ningún problema. Pero si el paciente nota cualquier molestia que esté fuera de lo habitual y de la que le haya hablado su médico, lo mejor es que consulte cuanto antes con el especialista.
