Posoperatorio y cuidados tras una rinoplastia
Someterse a una cirugía nunca es una decisión fácil de tomar, porque entrar en un quirófano conlleva siempre ciertos riesgos. Además de los derivados de la propia intervención, como son las reacciones a la anestesia o los riesgos de hemorragias e infección y los problemas de cicatrización e hinchazón, entre otros, también deben de contemplarse los riesgos que afectan al resultado de la misma.
Los resultados de la operación no solo dependen de las manos del cirujano. Otro factor muy importante que incide directamente en el resultado es el comportamiento del paciente después de la intervención. Ya hemos hablado de este tema en nuestro blog; en otro artículo ya comentamos las indicaciones y recomendaciones básicas que debe seguir un paciente después de someterse a una cirugía.
Queda claro entonces que conseguir que el postoperatorio sea un éxito está en manos del paciente. Y la única forma de lograrlo es seguir al pie de la letra todos los cuidados que el doctor cirujano te facilite. Sin embargo, en esta ocasión, vamos a centrarnos en una cirugía en concreto, ya que todas ellas tienen sus peculiaridades. Aun así, hay que recalcar que siempre se deben seguir las indicaciones que dé el cirujano plástico.
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¿Cómo es el posoperatorio tras una rinoplastia?
Cuando los pacientes llegan a la consulta por primera vez, siempre suelen formular la misma serie de preguntas: "¿Qué pasará después de operarme?", "¿Tendré que estar hospitalizado?", "¿Cuántos días de convalecencia necesitaré?", "¿Cuándo podré hacer vida normal?", "¿Podré incorporarme a mi trabajo enseguida?", además de otras preguntas relacionadas con el posoperatorio.
La rinoplastia es un procedimiento que, por lo general, no necesita hospitalización, aunque algunas clínicas estéticas sí ofrecen la posibilidad de permanecer hospitalizado durante 24 horas. Al tratarse de un proceso ambulatorio, el posoperatorio resultará algo más sencillo que cualquier otro procedimiento en el que sí se tenga que permanecer bajo observación y cuidados clínicos.
La cirugía tiene una duración de entre una y tres horas, y para llevarla a cabo se aplica anestesia local con sedación. El proceso inicial de recuperación se estima entre tres y siete días, aunque los resultados no comenzarán a ser visibles hasta pasadas dos semanas desde la intervención.
Tras salir del quirófano
- Después de la operación, cuando haya pasado el efecto de la anestesia y se tenga plena conciencia de la situación, observarás que llevas una pequeña férula metálica (a modo de escayola) y unos tampones nasales.
- También empezarás a sentir las molestias derivadas del proceso quirúrgico, cosa que es completamente normal. Debes saber que en todo momento puedes minimizar dichas molestias con los analgésicos que te prescriba el doctor.
- Tras el periodo de recuperación de la anestesia, podrás comenzar a tomar líquidos, e incluso a realizar alguna comida ligera. Además, es importante que duermas con la cabeza elevada.
Primer día de posoperatorio
- Es recomendable estar en reposo absoluto, así tendrás mejor controladas las inevitables molestias que se sufre tras la intervención. Sobre todo, es importante permanecer en reposo para evitar posibles sangrados.
- Aparecerán hematomas y una hinchazón alrededor de la zona de los ojos. Esto es algo normal, así que no debes alarmarte. Para bajar dicha hinchazón puedes aplicarte compresas frías en los párpados.
- Cuando acudas a la revisión, el doctor te retirará los tapones nasales, pero no la férula metálica, que deberás llevar puesta al menos durante una semana para proteger la nariz de cualquier golpe.
Segundo día de posoperatorio
- A partir del segundo día, la hinchazón y las molestias empezarán a remitir de forma paulatina.
- Seguramente, el médico te indicará que puedes hacer vida normal, siempre y cuando no realices ejercicio físico o actividades que requieran esfuerzo.
- Tampoco podrás usar gafas y lentillas durante algunos días.
- Y, muy importante, deberás tener un cuidado absoluto con la férula de la nariz. Evita por completo moverla o mojarla, ya que debe permanecer en su sitio.
- Podrás incorporarte a tu puesto de trabajo de forma inmediata tras la revisión médica posoperatoria, siempre que no tengas que realizar esfuerzos o conlleve riesgos de golpes en el rostro.
- De hecho, podrás realizar cualquier actividad cotidiana y recuperar tu vida social desde el segundo día después de la cirugía. El único inconveniente que puedes tener es que no desees que te vean con la férula puesta. Si esta supone un gran problema para ti, tendrás que esperar entonces hasta la semana para reanudar tu rutina habitual.
- La higiene de la nariz es algo fundamental durante el primer mes. Esta debe ser exhaustiva y hacerse tal y como te indique el doctor. La mejor forma de limpiar la nariz es utilizando suero salino y gasas; así evitarás la formación de costras. Además, está desaconsejado por completo sonarse la nariz, ya que esto puede derivar en complicaciones.
Después de la primera semana
- Las molestias, la hinchazón y los hematomas habrán disminuido en gran medida, por eso el médico procederá a retirar la férula y los tres o cuatro puntos de sutura que se hacen bajo la nariz.
- Seguramente el aspecto de tu nariz no sea el que esperas. Esto es completamente normal, porque aún no ha concluido el proceso de recuperación. El resultado final podrás observarlo al cabo del mes o después de dos meses; existen casos en los que no se aprecia el resultado hasta un año después de la cirugía.
- Por otro lado, deberás evitar la exposición al sol durante los tres primeros meses.
A partir de la segunda semana
- Los hematomas y las molestias deben haber remitido por completo; en caso contrario, debes indicáserlo a tu médico.
- El aspecto de tu nueva nariz comenzará a tomar su forma.
- Desde la segunda semana ya podrás realizar tu higiene facial con normalidad.
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Un mes después de la cirugía
- La inflamación habrá descendido casi por completo, entorno al 80 %.
- Podrás comenzar a usar gafas y realizar deporte, aunque deberás tener cuidado para no golpearte la nariz.
- El aspecto de tu nariz será casi normal a estas alturas. La gente no sabrá que te has realizado una rinoplastia.
- No te preocupes si notas la punta de la nariz un poco dura y algo sensible, esto desaparecerá con el paso del tiempo.
- En definitiva, a partir del mes todo debería evolucionar de forma favorable.
En líneras generales, así es cómo transcurre el posoperatorio tras una rinoplastia y cómo son los cuidados que debes seguir para que todo evolucione de manera positiva. Si sigues las recomendaciones que te indica tu cirujano, el resultado final será totalmente satisfactorio. Y recuerda siempre ponerte bajo las manos expertas de un profesional médico de confianza. Solo así tendrás garantizado el éxito de la cirugía.
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