Hágame un “Melania makeover”
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La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha supuesto toda una revolución. Convertirse en el hombre más poderoso del mundo no ha sido obstáculo para él a la hora de seguir haciendo uso de su cuenta de Twitter personal y opinar sobre todo, algo que genera polémicas día sí y día también. Pero al margen de él, su hija Ivanka y su mujer Melania también atraen todas las miradas.
Melania Trump es una exmodelo de 47 años de edad cuya belleza es una suma entre una buena genética, innumerables cuidados y, por supuesto, algunos retoques estéticos que han dado lugar a una nariz perfectamente limada, unos labios aumentados con ácido hialurónico y unos pómulos rellenos. A ello hay que sumar que su origen eslavo le ha dotado de unos ojos un tanto rasgados.
Cada vez que la primera dama acude a algún evento es analizada de pies a cabeza. No importa si acompaña a su marido a la sede de la ONU o si van a visitar a los damnificados por un huracán. Cada uno de sus looks es examinado al detalle.
La exmodelo llama tanto la atención que desde el verano de 2016 los cirujanos plásticos de Estados Unidos han recibido un aumento de peticiones de operaciones estéticas para parecerse a la esposa del presidente.
El gasto medio está en unos 35.000 dólares, entre rellenos y cirugías. Para muchas, cualquier cosa vale con tal de parecerse a su nuevo "ídolo".
Quitándole el puesto a Kylie Jenner
La fama en Estados Unidos de las Kardashian y sus hermanas pequeñas ha hecho que, durante mucho tiempo, muchas mujeres que querían operar su rostro o su cuerpo se inspiraran en ellas. De hecho, el rostro de Kylie Jenner es uno de los más solicitados entre las estadounidenses.
Pero al clan Kardashian le ha salido ahora una dura competidora. Cada vez son más las mujeres que quieren tener un rostro similar al de la mujer del presidente.
Los propios cirujanos señalan que no se trata de una cuestión de ideología y que muchas de las que quieren parecerse a la exmodelo seguramente no habrán votado a su marido. Pero se sienten atraídas por la personalidad, la imagen y el poder de la primera dama, de ahí que quieran parecerse a ella.
Algunos centros médicos comienzan a ofrecer lo que ya se conoce como el "Melania makeover". Se trata de un conjunto de diversas operaciones estéticas con las que se consigue una imagen muy similar a la de ella. El tratamiento incluye una rinoplastia, cirugía de párpados, implantes en las mamas y en los glúteos, la realización de una liposucción, una abdominoplastia y rellenos en diferentes partes de la cara y el cuerpo.
El precio de todo esto puede oscilar entre los 30.000 y los 50.000 dólares, y además, en muchos casos, implica un cambio muy radical en la estética.
Ivanka también gana seguidoras
Pero no es Melania el único miembro de la familia que ha despertado el interés de las mujeres que quieren hacerse un cambio en su rostro. Muchas de ellas también piden tener una imagen similar a la de Ivanka, la hija predilecta de Trump y uno de los rostros más visibles del mandato de su padre.
Algunos médicos señalan que reciben, al menos, una petición por semana para parecerse a Ivanka. El objetivo en estos casos es conseguir unos pómulos ensanchados, unos ojos grandes y una nariz delgada.
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La obsesión por parecerse a un famoso
Los cirujanos están acostumbrados a que los pacientes lleguen a la consulta pidiendo la nariz de tal o cual actriz o actor, los glúteos de otra, los labios de cierta modelo, etc.
Aunque esto, a priori, no tiene nada de malo, los especialistas siempre advierten del riesgo que existe por que los resultados no sean siempre los buscados. Por ejemplo, la nariz de Melania puede quedar muy bien en su rostro, en el que otros rasgos han sido retocados para conseguir una mayor armonía. Sin embargo, puede no quedar tan bien en un rostro con otros pómulos o con unos ojos más grandes.
En estos casos, lo más recomendable es dejarse aconsejar por el especialista. Es el que mejor conoce las estructuras óseas faciales y puede aconsejar sobre los cambios que mejor resultado darían.
¿Belleza o poder?
Como hemos señalado antes, muchas de las mujeres que quieren parecerse a Melania o Ivanka ni siquiera comparten sus ideas políticas y, en muchos casos, ni siquiera existe un interés en operarse para que sus rostros se consideren bellos. Con frecuencia, las pacientes lo que quieren es parecerse a ellas en tanto que son mujeres poderosas.
Sin embargo, está claro que ese estatus de poder no se puede alcanzar sencillamente por tener un rostro que se parezca al de la primera dama del momento. Es por ello que algunos médicos están declinando hacer este tipo de operaciones
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Cuando de la cirugía se pasa al abuso
Además de todo ello, cuando algunas personas quieren cambiar su imagen de una forma tan radical se debe valorar si existe un posible caso de dismorfia, un trastorno que hace que una persona nunca esté conforme con su imagen.
En este caso, las pacientes pueden haber idealizado a Melania como un modelo de belleza y poder y piensan que con un rostro similar al suyo su vida mejorará. Pero con este trastorno, la paciente nunca se llega a ver bien. Así que, una vez que comprueba que con su nuevo rostro tampoco va a conseguir lo que estaba buscando, comienza a pensar inmediatamente en la siguiente operación que se va a realizar.
Ante este tipo de situaciones, los especialistas recomiendan no seguir realizando las operaciones de cirugía estética que continúen demandando; en su lugar, deben aconsejar al paciente para que se ponga en manos de un psicólogo profesional que le ayude a aceptar su imagen y a comprender que sus problemas y ansiedades no se van a solucionar pasando varias veces por el quirófano para cambiar diferentes partes de su cuerpo.
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