Causas de la nariz torcida y cómo corregirla
Hablamos de nariz torcida para referirnos a aquella nariz que no sigue la línea media del rostro. Debemos tener en cuenta que la nariz es un único órgano en la cara junto con la boza, mientras que tenemos dos ojos, dos orejas, dos cejas. Es importante tener esto en cuenta ya que el rostro no es perfectamente simétrico, y puede ver afectada la percepción de nuestra nariz incluso después de someterse a una cirugía.
Los expertos aseguran que la nariz puede desviarse o torcerse por 3 grandes razones: debido a factores naturales o reales (genética), a causa del envejecimiento o paso del tiempo, o tras el sufrimiento de algún evento traumático.
Pero vamos a desglosar aún más los detonantes de esta asimetría facial para que sepas si eres un buen candidato a realizarte una rinoplastia por nariz torcida ¿Vale? ¡Veamos!
1. Nariz torcida por desviación del tabique
Se evidencia cuando el eje central de la nariz está desviado ya que el tabique interno, también conocido como septum, presenta ciertas deformidades que terminan arrastrando la punta y el dorso de la nariz de un lado a otro.
Esta condición suele estar acompañada de complicaciones respiratorias, de modo que quienes la padecen acuden al médico para solucionar su problema de salud, más que para tratar su “defecto” estético.
2. Nariz torcida por asimetría
Se genera por una desviación “óptica”, es decir, el eje central de la nariz realmente no está torcido, pese a que luzca como que sí lo estuviese. Esto se debe a los cambios de luz que simulan una torcedura, pero lo cierto es que ésta no existe anatómicamente.
Problemas derivados de un tabique desviado
La desviación del tabique nasal no solo afecta a nivel estético debido a la desviación de la pirámide nasal (lo que se conoce como laterorrinia) si no que además puede provocar problemas funcionales. Entre los problemas funcionales más habituales derivados de una nariz torcida se encuentran las dificultades respiratorias (que se pueden agravar durante la práctica del ejercicio físico y por la noche), los dolores de cabeza y migrañas, sequedad continua en la nariz, falta de olfato e incluso hemorragias nasales repentinas.
Cómo corregir una nariz torcida
Antes de someterse a cualquier tratamiento de corrección es preciso realizar un correcto diagnóstico. El especialista deberá antes de nada determinar e identificar cómo es la desviación, cuáles son las estructuras afectadas (solo el tabique, o tabique y huesos nasales conjuntamente), si la desviación incide también en la punta nasal y los cartílagos alares, y si la columela y las fosas nasales están también desviados.
La prueba que permite obtener toda esta información es el TAC nasal, que además permite observar si existen otras patologías asociadas, como los cornetes hipertróficos y los pólipos.
La rinoplastia por nariz torcida es el procedimiento más idóneo para corregirla. Consiste en eliminar las imperfecciones de la nariz y puede emplearse una técnica de rinoplastia abierta o cerrada para tomar las medidas necesarias, pero su elección dependerá de las necesidades de cada paciente, y del juicio o criterio del especialista. La rinoplastia abierta se realiza a partir de una incisión en la columela que permite tener una mejor visibilidad de todas las estructuras nasales.
Este profesional deberá determinar si la desviación de la nariz es aparente o real, y en función de eso ponerse manos a la obra para que su apariencia mejore considerablemente, y así la persona intervenida pueda lucir un rostro más simétrico o armónico.
Si con el diagnóstico se determina que la desviación es solo de tabique, la cirugía recomendada es la septoplastia, y debe ser realizada por un doctor especialista otorrinolaringólogo. En este caso se rompen los huesos nasales y se mueven para hacer una posterior reconstrucción.
La desviación puede ser también mixta (estética y funcional). En este caso la cirugía para su corrección será la rinoseptoplastia.
El post operatorio de la cirugía de nariz no es excesivamente doloroso, pero sí puede resultar molesto e incómodo para el paciente. Tras la cirugía se colocará una férula nasal que protegerá los huesos y ayudará a mantener la hinchazón bajo control. Dicha férula se retirará pasados unos 7-10 días. Los moretones pueden durar hasta dos semanas y la hinchazón irá bajando con el paso de los meses. Esta inflamación postoperatoria puede causar ciertas dificultades a la hora de respirar que irán desapareciendo conforme vaya remitiendo.
Es importante tener en cuenta que los resultados definitivos no se verán hasta cerca del año, cuando la piel de la nariz ya se ha asentado y adaptado definitivamente.
Otras opciones para corregir una nariz torcida
Os hemos hablado ya de la rinoplastia, pero en Kirenia también disponemos de otra opción con la que modelar la nariz. Se trata de la rinomodelación, o rinoplastia sin cirugía, técnica de medicina estética que permite modelar la nariz sin cirugía mediante bioplastia.
Se trata de un procedimiento no invasivo, indoloro y muy rápido. Con este tratamiento se logra realizar pequeños arreglos en la nariz con resultados inmediatos, sin necesidad de pasar por el quirófano, empleando rellenos faciales en forma de gel que modifican la anatomía de la nariz. Además se trata de una técnica sin complicaciones post-operatorios. Eso sí, se debe tener en cuenta que en este caso los resultados no son permanentes, por lo que en caso de estar satisfechos será necesario repetir el procedimiento una vez se haya reabsorbido el relleno.
Ahora bien, recuerda que tanto la rinoplastia como la rinomodelación por nariz torcida deben ser realizadas por un experto ya que solo así tu salud estará garantizada, y los resultados obtenidos serán exactamente los que estabas esperando.
Por ello te invitamos a visitar la página de la Clínica Kirenia, ya que aquí tu salud estará en las mejores manos ¡Dale un vistazo de inmediato!