¿Otoplastia unilateral o bilateral?
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Normalmente no prestamos demasiada atención a las orejas, pero en personas con orejas extremadamente despegadas del cráneo, con las orejas más grandes de lo normal o con algún tipo de defecto en el lóbulo o la concha, las orejas pueden ser una importante fuente de complejos.
La otoplastia es la cirugía que se encarga de arreglar todos los defectos que puedan existir en las orejas. A diferencia de otras cirugías, este tipo de intervenciones están aconsejadas incluso en el caso de niños, especialmente en el caso de orejas que están demasiado separadas del cráneo, también llamadas orejas en asa u orejas de soplillo.
Se habla de otoplastia unilateral cuando sólo se va a intervenir una de las orejas y de otoplastia bilateral cuando se van a intervenir las dos orejas.
Aunque no es una intervención compleja, es una intervención quirúrgica, por lo que antes de ella el paciente deberá someterse a un proceso preoperatorio que incluirá análisis de sangre, radiografía de tórax y electrocardiograma. Si todo es correcto, se pone fecha para la intervención.
La otoplastia, tanto si es unilateral como si es bilateral, es una intervención ambulatoria que se realiza con anestesia local con o sin sedación en función de la edad del paciente y su forma de ser. En el caso de los niños muchas veces se recurre a una sedación completa, lo que podría dar lugar a un ingreso hospitalario de al menos una noche, sobre todo en aquellos casos en los que se deba actuar en las dos orejas.
Para realizar la otoplastia se realiza una incisión en la parte posterior de una las orejas, o de las dos si se trata de una otoplastia bilateral (así la cicatriz no es visible), se expone el cartílago y se procede a hacer el remodelado, buscando siempre un resultado que sea lo más natural posible. Una vez realizada la reconstrucción se realiza la sutura.
Tras la intervención se colocan unos apósitos tapando las orejas. El vendaje es algo aparatoso, pero sólo hay que llevarlo un par de días. Luego se sustituye por un vendaje similar a una banda para el pelo que debe llevar entre dos y tres semanas. Los puntos se retiran a los diez días
Pasada una semana desde la intervención se puede volver a la normalidad con ciertas precauciones. Así, durante el primer mes se debe evitar la práctica deportiva para evitar que pueda haber traumatismos.
Este tipo de intervenciones producen resultados definitivos y no se produce ningún riesgo de pérdida de oído, ya que sólo se interviene en el pabellón auricular.
Los resultados definitivos de la operación se pueden apreciar pasados tres meses desde la intervención.
Partes de la oreja
La oreja, también llamado pabellón auditivo, es la única parte visible del oído y está formada por un cartílago que presenta pliegues, curvas y depresiones exquisitamente colocados para cumplir una función muy útil para el ser humano, esta función es la de atrapar los sonidos y redirigirlos al canal auditivo. Al estar formada por cartílago en su mayor parte, las técnicas empleadas para modificar la oreja son muy complicadas y laboriosas.
Las partes que conforman la oreja son las siguientes:
- La Concha: Concavidad que presenta en la parte media con forma de embudo.
- Hélix: Es el borde de la oreja. Dividió en el antehélix, el hélix, el trago y el antitrago.
- Lóbulo de la oreja: es la parte inferior de la oreja que cuelga y es blanda, siendo la única zona que no tiene cartílago.
Enfermedades que afectan al pabellón auditivo
Pericondritis: Resulta ser una infección del pabellón auditivo causada por distintos factores: piercings, picadura de insectos, quemaduras, etc.
Otohematoma: Consiste en un cúmulo de sangre o hematoma, tal como su nombre indica, en el pabellón auditivo. Puede salir por varias causas; por golpes o traumatismos, por el rascado continuo al tener una otitis, etc.
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Tipos de otoplastia
Según la alteración que tengas en la oreja, tendrás un tipo de otoplastia:
Orejas despegadas: Son las llamadas orejas de soplillo y es la anomalía más común de las orejas siendo a su vez esta operación la más demandada. Se considera una oreja despegada o de soplillo cuando el pabellón de la oreja sobresale de los laterales de la cabeza más de 2 centímetros.
Una pequeña incisión en la parte posterior de la oreja es suficiente para poder remodelar el cartílago y darle la forma que se busca. Al realizar la incisión en la parte posterior de la oreja, ésta queda muy discreta.
Criptotia: También denominadas orejas en copa u orejas de concha. Es una alteración mucho menos frecuente que la anterior, la cual, consiste en el hundimiento del borde superior del pabellón (doblándose hacia abajo y hacia dentro de la oreja). Suelen requerir de una doble corrección en esta intervención, puesto que este tipo de orejas tienen la peculiaridad de estar ligeramente tapadas además de estar mínimamente separadas del cráneo.
Microtia: Se trata de una intervención mucho más compleja que las anteriores. El significado de microtia es “orejas pequeñas” y requiere una cirugía de reconstrucción en la que se colocan implantes, ya sean de cartílago extraído del paciente o de un material artificial. En los casos más graves de microtia puede darse la ausencia de oreja en su totalidad (se denomina anotia).
Oreja de Stahl: Las llamadas “orejas de elfo” u orejas de Stahl se caracterizan por tener un cartílago muy puntiagudo, alterando así la curvatura natural de la oreja y pudiendo llegar a resultar antiestético. En este tipo de operación se realiza un corte para acceder y remodelar la forma de la oreja, arqueando el cartílago hasta llegar a un ángulo más estético. En esta intervención las cicatrices también quedan ocultas en la parte posterior de la oreja.
Lóbulo hendido o deformación congénita: Consiste en la reparación del lóbulo que corrige los defectos del mismo, tanto para malformaciones congénitas como por lesiones ocasionadas en el mismo; por pendientes, piercings etc. Es una intervención muy sencilla que tan sólo requiere de unos pequeños cortes en la zona.
