Otoplastia con hilos tensores
Las orejas grandes, prominentes o comúnmente denominadas como orejas de soplillo, pueden tener importantes efectos negativos en quien las sufra. No tanto por problemas de salud, ya que no suponen ningún tipo de desajuste auditivo, sino por los efectos psicológicos y los complejos en los que puedan derivar. Estos complejos suelen darse a edades tempranas, es decir, principalmente en la etapa de la infancia de niños y niñas, por lo que muchos padres y madres deciden corregir el aspecto de las orejas de sus hijos cuanto antes para que no interfiera en el desarrollo psicológico del niño.
Entre los niños la apariencia de las orejas prominentes es más visible al tener, en la mayoría de los casos, el cabello más corto. En el caso de las niñas se pueden apreciar cuando las orejas sobresalen en demasía a los lados de la melena. Esto puede generar en el rostro de la persona un efecto antiestético en el que da la sensación de el tamaño de las orejas no va en proporción con el resto de facciones de la cara. Sin embargo, este no es un problema que solo afecte a los más pequeños. Son muchos adultos los que, no satisfechos con el aspecto de sus orejas, deciden corregir su apariencia.
La cirugía en la que se resuelven las deformidades de la oreja se denomina otoplastia y cuenta con numerosas técnicas, unas menos invasivas y más modernas que otras. Una de las técnicas más recurrentes ha sido la que no requiere cirugía. Este método consiste en la colocación de unos adhesivos en la parte trasera de la oreja para sujetarla y pegar el cartílago a la cabeza con el objetivo de que este sobresalga menos. Sin embargo, es una técnica que no deja de ser una solución temporal y en la que se requieren productos químicos, pueden aparecer reacciones alérgicas y problemas en cualquier momento.
Otra técnica recurrente ha sido la otoplastia quirúrgica, un método tradicional que consiste en la incisión en la parte posterior de la oreja para, posteriormente, unir sus lados y reducir la apertura de la misma. Sin embargo, si hay una técnica que gana adeptos durante los últimos años gracias a la simplicidad y a los resultados que supone, es la de la otoplastica con hilos tensores.
Otoplastia con hilos tensores
Una de las técnicas que mejores resultados ofrece a la hora de hacer una intervención estética de las orejas es la otoplastia con hilos tensores. A diferencia de la otoplastia tradicional, esta técnica no implica la realización de grandes incisiones en la oreja, sino que se realiza mediante microincisiones que no requieren sutura. La principal ventaja de esta técnica es su simplicidad y que no deja ningún tipo de cicatriz, como ocurre con el resto de métodos.
La otoplastia con hilos tensores es la intervención menos invasiva que existe a la hora de operar las orejas y ofrece un resultado totalmente natural. El proceso de intervención dura muy poco: entre 20 y 30 minutos por cada una de las orejas.
Durante este proceso, el paciente es totalmente consciente, ya que solo se emplea anestesia local. Una vez concluida la intervención, el paciente puede volver a casa y seguir con su rutina sin necesidad de bajas laborales, reposo o vendajes. Solo en los casos en los que la operación se realice a un niño muy pequeño puede ser necesaria la observación durante unas horas en el postoperatorio.
¿Para quién y cuándo?
La otoplastia con hilos es una técnica aplicable en el 98 % de los casos en los que se desea realizar una corrección del aspecto de las orejas. Solo en algunos casos (cuando el cartílago es duro y no se puede moldear) será necesario recurrir a otra técnica. Este tipo de operación se puede realizar en cualquier momento y a cualquier edad. En el caso de los niños es recomendable aplicarla a edades tempranas, es decir, entre los 8 y los 10 años, antes de que el aspecto de la orejas pueda derivar en problemas de autoestima. Las orejas se desarrollan hasta los 5 o 6 años de edad, por lo que es recomendable esperar hasta que el desarrollo de las mismas sea completo para realizar la intervención.
Ventajas
En la técnica de la otoplastia con hilos todo son ventajas respecto a otros métodos. En los párrafos anteriores ya hemos explicados algunas de ellas, pero hay más y se pueden resumir en lo siguiente:
- Intervención rápida. La intervención es muy rápida ya que solo requiere anestesia local y el postoperatorio no existe. El paciente puede volver a su rutina tras salir de la clínica.
- No deja rastro. Al terminar la operación no hay rastros visibles de la misma: ni vendajes ni cicatrices.
- Resultados inmediatos. Desde el momento en el que se realizan las incisiones en la oreja se pueden apreciar los resultados. Además, los resultados son totalmente naturales.
- No existe sangrado.
- Es una técnica poco invasiva que, además, es aplicable en la mayoría de los casos: en hombres, mujeres, niños y niñas.
- Resultados corregibles. La otoplastia es una técnica que permite rectificar los resultados. Después de la operación el paciente podrá ver si está satisfecho con el nuevo aspecto de sus orejas y, en el caso de que no lo esté, se podrán juntar un poco más hacia la cabeza.
¿Una sola oreja?
Es frecuente conocer la experiencia de pacientes que dicen requerir la otoplastia en una sola oreja. Es cierto que en muchos casos la deformación de la oreja es mucho más evidente en un lado que en otro y que el precio de la cirugía se reduce a la mitad. Sin embargo, aplicar la intervención en una sola oreja no es lo más recomendable según los expertos, ya que los resultados no son totalmente naturales. Lo ideal es trabajar en las dos, aunque el grado de intervención sea diferente en cada una de las orejas.
Recuerda que en Multiestética contamos con los mejores doctores y los mejores centros especializados en la otoplastia. Localiza tu centro o tu profesional más cercano y no dudes en transmitirle tus inquietudes. Estaremos encantados de resolver tus dudas y ofrecerte la solución más adecuada a tus necesidades.