Dermoescultura 3D ® con ondas acústicas de choque o Dermoplastia AWT
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La lucha contra la grasa localizada puede llegar a ser muy dura. Está claro que para que nuestro cuerpo esté en las mejores condiciones posibles hay que seguir una dieta sana y hacer ejercicio de forma habitual.
Pero hay zonas en las que ni con un estilo de vida saludable ni aplicando cremas reductoras se consiguen los resultados deseados. Esto ocurre porque muchas veces, tras la acumulación de grasa, se esconden otros factores, como problemas circulatorios.
Cada vez existen más métodos para acabar con la grasa localizada. La tendencia desde hace unos años es conseguir métodos que sean lo menos invasivos posible, indoloros y que además resulten sumamente eficaces.
Uno de los últimos tratamientos en llegar al mercado es la dermoescultura a través de ondas acústicas de choque o dermoplastia AWT, que busca ser la próxima revolución en la lucha contra la eliminación de grasa.
¿En qué consiste el tratamiento de dermoescultura 3D?
Se trata de aplicar ondas acústicas de choque en aquellas zonas de la piel en las que hay grasa acumulada. Esa aplicación se hace a través de una pistola que aplica a la vez un masaje.
Las ondas acústicas tienen amplitudes de alta presión que producen efectos beneficiosos sobre la piel, pero también en los vasos sanguíneos y muy especialmente en el tejido conectivo, incidiendo directamente sobre las células de grasa.
Con este tratamiento el tejido conjuntivo se relaja y va aumentando la densidad de la piel, se producen mejoras en la circulación sanguínea y con ello se consigue que las células grasas se vean reducidas hasta su tamaño normal. El cuerpo se encarga de eliminar la grasa disuelta a través del sistema linfático y el sistema circulatorio.
Lo que se persigue es mejorar la firmeza de la piel, haciendo que la misma recupere su elasticidad natural, aumentando con ello la capacidad de evacuación de los vasos linfáticos, lo que ayuda a eliminar la grasa.
En realidad, lo que hace la onda es penetrar en los tejidos cutáneos a través de una masaje neumático totalmente indoloro y utilizar los mecanismos de reparación naturales que tiene el cuerpo. De hecho, las ondas acústicas de choque no solo se utilizan en tratamientos estéticos, sino que también se aplican con frecuencia en diversos tratamientos médicos, incluso se utilizan como tratamiento frente al dolor.
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Sesiones y resultados de la dermoplastia
El número de sesiones que son necesarias para obtener los resultados buscados depende de la cantidad de grasa que tenga acumulada el paciente. Los tratamientos más habituales suelen necesitar entre 8 y 12 sesiones, cada una de ellas aplicadas una vez a la semana. Una sesión tiene una duración de entre 15 y 30 minutos.
En un plazo de dos meses se puede conseguir una reducción de hasta un 25% de la grasa localizada.
Los resultados conseguidos con esta técnica son visibles durante unos seis meses, pero, en realidad, el tiempo durante el que se pueden apreciar los resultados puede llegar a ser indefinido, siempre y cuando el paciente siga una dieta saludable, haga ejercicio de forma habitual y se hidrate adecuadamente.
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Aplicación del tratamiento
La dermoescultura con ondas de choque tiene la gran ventaja de ser un procedimiento totalmente indoloro y que no requiere de ningún cuidado específico de recuperación. La paciente puede volver a hacer su vida normal nada más terminar la sesión.
¿Para quién está indicada dermoescultura con ondas de choque?
Al ser un tratamiento no invasivo, no existen prácticamente inconvenientes para someterse al procedimiento, aunque en caso de personas con algún tipo de enfermedad crónica o grave siempre es recomendable consultar previamente con el profesional e informarle del tratamiento médico que se esté siguiendo.
Como viene siendo habitual en todos los tratamientos de este tipo, no está indicado para mujeres embarazadas ni para niños. Tampoco se recomienda su aplicación en zonas que hayan sufrido recientemente algún tipo de lesión.
En el caso de personas con trastornos graves circulatorios y personas que estén tratándose con anticogulantes, este método está totalmente desaconsejado.
En líneas generales la dermoplastia a través de ondas de choque está recomendada para aquellas personas que buscan reducir la grasa de zonas localizadas como el abdomen, las cartucheras, la espalda, etc. También se puede utilizar como método para reducir la piel de naranja y la fibrosis o inflamación que se produce debido a la presencia de celulitis. De hecho, este tratamiento también se utiliza con frecuencia para tratar las irregularidades que quedan en la piel después de haber pasado por una liposucción.
Además de una reducción de volumen en la zona tratada, la paciente nota que el tejido epidérmico tiene mejor aspecto y gana en elasticidad, lo que a su vez ayuda a reducir la presencia de estrías.
¿Qué efectos se pueden notar después de someterse a un tratamiento de este tipo?
Las pacientes que han pasado por varias sesiones de dermoescultura notan una reducción de la grasa localizada y de la fibrosis asociada a la misma, una reducción de la celulitis y de los depósitos de grasa, la eliminación de la congestión linfática y la eliminación de la piel de naranja hasta en un 94%.
Al eliminar la grasa también se consigue perder volumen. En el 82% de los casos se pierden hasta 7 cm en la zona del cuerpo tratada. Además, la piel se nota más lisa, tersa y rejuvenecida hasta en un 84% de los casos.
Lo bueno es que todo ello se consigue sin necesidad de tener que pasar por el quirófano, sin agujas, sin dolor y además sin tener que sufrir un largo proceso de recuperación.
Bodycontouring para conseguir todavía mejores resultados
Hay personas que solo tienen grasa acumulada en determinadas zonas del cuerpo, pero también hay quien debe tratar varias áreas (espalda, abdomen, muslos, etc.); en estos últimos casos, la opción más adecuada es el bodycontouring.
Esta técnica combina las ondas acústicas de choque con la radiofrecuencia unipolar profunda. Usando ondas acústicas de choque y ondas electromagnéticas se consigue incidir directamente sobre los cúmulos de grasa, favoreciendo así su disolución y la eliminación natural por parte del cuerpo.
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