Lipodisolución para la grasa localizada: pros y contras
La lipodisolución es un tratamiento intradérmico cuyo objetivo es eliminar pequeñas acumulaciones de grasa localizada en zonas como la barbilla, el cuello o las mejillas. También está indicado para acabar con la grasa de las cartucheras, el área periumbilical, el interior de los brazos, las rodillas y la cintura, grasa que no se elimina con dieta ni con ejercicio.
El tratamiento consiste en infiltrar, en el área donde se localiza la grasa indeseada, pequeñas cantidades de fosfatidilcolina (derivado de la lecitina, especie de semilla de soja que se usa normalmente para emulsionar alimentos), vitaminas del grupo B y desoxicolato de sodio, los cuales tienen la capacidad de disolver las células adiposas, para después metabolizarlas y expulsarlas de nuestro cuerpo.
La lipodisolución se considera una evolución de la tradicional mesoterapia, que fue descubierta y usada por primera vez en Francia en 1952 de la mano de Michel Pistor. Desde entonces, ha sido un caballo de batalla en la medicina estética hasta mediados de la década de los años 90. Los resultados que se consiguen son mejores ya que las sustancias son inyectadas, por lo que profundizan más, afectando a los tejidos grasos de manera más eficiente. Por esa razón, es muy importante que el médico determine la superficie de la zona que es posible tratar con este método. De este modo, se evitará que la pérdida de grasa subcutánea cause un efecto «vacío» y los tejidos se vuelvan flácidos.
En líneas generales, el procedimiento se tolera muy bien; los posibles efectos secundarios que pueden surgir son prurito, enrojecimiento, pequeños eccemas, ardor, hinchazón y molestias. Normalmente desaparecen al cabo de varios días, aunque a veces pueden alargarse algunas semanas.
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El tratamiento solo prevé la realización de entre 4 y 8 sesiones seguidas; dichas sesiones son mensuales. Durante las mismas, en un espacio corto de tiempo, se introducen las sustancias mediante decenas de inyecciones, lo que puede provocar pequeñas molestias que son tolerables por el paciente. Los resultados son visibles tras algunas semanas de tratamiento, y mejoran significativamente unas semanas después de haberlo concluido.
Otra de las ventajas de este tratamiento, conocido como «liposucción química» es que las células de grasa, una vez disueltas y eliminadas, no aparecen, cosa que sí sucede con la liposucción quirúrgica. Además, no hay que pasar por un quirófano, por lo que se eliminan las molestias y riesgos asociadas al mismo.
En muchos países de nuestro entorno no está muy definida la inyección intradérmica de fármacos debido a la poca información que existe. En nuestro país hay algunos centros que la practican. En todo caso, será el médico el encargado de estudiar cada caso, los pros y contras del tratamiento de manera individualizada, recomendando siempre el mejor método a seguir.
Fosfatidilcolina
Su aplicación estética
Sus inicios como tratamiento estético pudo ser en 1988 por Maggiori para disolver los Xantelasmas. Pero fue la dermatóloga, Patricia Rittes, quién divulgó su aplicación a partir de 1995 para tratar la lipólisis de las bolsas subpalpebrales inferiores, y más tarde, de depósitos grasos localizados en diferentes áreas del cuerpo.
La técnica de esta dermatóloga brasileña se hizo tan popular que en el 2003, el Doctor Hasengschwandtner fundó la Sociedad Internacional para Lipolisis, contando ya en el 2006 con unos 450 miembros distribuidos por 33 países.
Su comercialización se realiza mediante ampollas de 5 ml, que contienen 250 mg de fosfatidilcolina.
Propiedades
Este fosfolípido presente en las membranas celulares ha sido estudiado en los últimos años con fines terapéuticos, gracias a las distintas propiedades que tiene, siendo algunos de sus efectos beneficiosos:
- Es un protector y regenerador hepático.
- Ayuda a mejorar la memoria.
- Inhibición de la agregación plaquetaria.
- Disminuye la síntesis y los niveles de triglicéridos.
Al inyectarse en el cuerpo, la fosfatidilcolina rompe las células grasas, dando lugar a la eliminación de lípidos.
Gracias a sus beneficios, la fosfatidilcolina se ha convertido en un buen aliado de los expertos en medicina estética que usan este fosfolípido, combinado con otros componentes, ofreciendo esta fusión muy buenos resultados en la eliminación de la grasa localizada.
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Contraindicaciones de la fosfatidilcolina
El uso de la fosfatidilcolina está contraindicado en pacientes:
- Menores de 15 años.
- Diabéticos con microangiopatía.
- Con resistencia insulínica.
- Con enfermedades infecciosas crónicas.
- Embarazo.
- Mujeres lactantes.
- Hipertensión arterial.
- Patologías renales.
- Obesidad.
Las vitaminas del grupo B
Son 8 las vitaminas que conforman el complejo B. Estas vitaminas son de tipo hidrosoluble y están presentes en distintos procesos metabólicos de nuestro organismo, siendo una de sus funciones la absorción de grasas, de azúcares y de proteínas:
- Tiamina (vitamina B1)
- Riboflavina (vitamina B2)
- Niacina (vitamina B3)
- Ácido pantoténico (vitamina B5)
- Piridoxina (vitamina B6)
- Ácido fólico (vitamina B9)
- Cobalamina (vitamina B12)
Propiedades del desoxicolato de sodio
El desoxicolato de sodio es un ácido biliar que está presente en nuestro organismo y que actúa como un disolvente de las grasas que ingerimos.
Gracias a sus beneficiosas propiedades, el desoxicolato de sodio se está empleando para reducir la grasa localizada en nuestro cuerpo (abdomen, muslos, espalda y glúteos, pero nunca en la cara). Este tratamiento está indicado en aquellas personas que no tengan sobrepeso y que tengan zonas concretas de grasa localizada.
También puede ser aplicado en aquellos pacientes que hayan pasado por una liposucción, hidro liposucción u otros tratamientos de reducción de grasa y que no hayan obtenido los resultados esperados.
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La técnica de intralipoterapia Aqualix®
Por otro lado, existe una nueva técnica que está consiguiendo muy buenos resultados en la eliminación de la grasa sin cirugía. Esta técnica recibe el nombre de Aqualyx® (nombre común del ácido desoxicólico). Siendo el Aqualix una solución biocompatible y totalmente reabsorbible que cuenta con la aprobación de la CE.
La intralipoterapia con Aqualix® consiste en un proceso de infiltración para la eliminación de los cúmulos de grasa localizada en determinadas zonas del cuerpo. Dicho proceso consiste en la introducción de la sustancia desoxicolato de sodio, consiguiendo así la rotura de las células grasas y por consiguiente, reduciendo el volumen corporal de la zona.