Adiós a la grasa localizada con el láser de diodo de 1470 nm
Hoy en día la liposucción es el tratamiento más empleado para eliminar el exceso de grasa localizada en zonas como el abdomen, los muslos, la espalda o las caderas. Gracias al empleo de láser de diodo de 1470 nm durante la liposucción se pueden conseguir unos resultados muy satisfactorios. Aquí te los contamos.
El ritmo de vida que llevamos (sedentarismo, estrés, malas comidas…) y los embarazos pueden ocasionar que se acumule grasa en áreas como la barriga o los muslos. Esta grasa, a pesar de que nos pongamos a dieta o practiquemos ejercicio, puede ser difícil de eliminar si no es por métodos quirúrgicos. Y es aquí donde la liposucción y el uso del láser de diodo resulta sumamente efectivo.
El tratamiento de la liposucción láser es muy sencillo: el cirujano practica unas pequeñas incisiones en la zona a tratar a través de las cuales introduce unas finas cánulas por medio de las que inyectará una solución salina en el tejido adiposo para disolver los acúmulos de grasa del paciente.
El calor del láser, que es aplicado en zonas de 10 cm con una potencia que oscila entre 2500 y 3500 julios, rompe las membranas de las células de grasa, disuelve los triglicéridos separando el glicerol de los ácidos grasos y los convierte en una emulsión aceitosa que puede ser aspirada por unas finas cánulas de 2-3 mm de grosor durante la liposucción, o bien expulsada de manera natural por medio del sistema linfático (ácidos grasos) y excretor (glicerol). Por ello, este método constituye un tratamiento eficaz para acabar con los depósitos de grasa localizada.
El láser de diodo de 1470 nm puede emplearse en distintas áreas del cuerpo, como el abdomen, la barbilla, los muslos, los flancos, las caderas, las rodillas, los brazos y la espalda. El número de sesiones dependerá de cada paciente, pero suelen ser necesarias dos sesiones a la semana durante cuatro semanas para conseguir los resultados esperados.
Ventajas del uso del láser de diodo de 1470 nm
Las ventajas del uso del láser de diodo de 1470 nm durante la liposucción son varias, a saber:
- El paciente se recupera de manera más rápida.
- El posoperatorio es menos doloroso que con una liposucción normal.
- Existen menos riesgos de hemorragia que con otras técnicas.
- Es un tratamiento de carácter ambulatorio.
- El tiempo de intervención es menor.
- Los tejidos del área afectada se retraen de manera eficaz, lo que permite reducir la flacidez de la piel hasta en un 50%.
- Favorece la producción de colágeno, lo que contribuye a la elasticidad de la piel.
- Con el uso del láser de diodo se consigue mayor precisión durante la liposucción, ya que el cirujano puede seleccionar la longitud de onda necesaria en función del tipo de paciente y de sus necesidades específicas, dependiendo de si tiene que actuar en las capas profundas o superficiales del tejido subcutáneo. Además, el láser dispone de una luz piloto que ayuda a controlar su posición en el interior del cuerpo.
- Las células de grasa eliminadas no vuelven a aparecer en el cuerpo.
Cuidados tras el tratamiento
Tras la intervención el cirujano habrá colocado un vendaje especial de compresión para facilitar la retracción de los tejidos y, por tanto, la recuperación. El paciente tendrá que llevarlo hasta que lo dictamine el médico, normalmente entre 7 y 10 días. Además se deberá guardar reposo absoluto durante las primeras 24-48 horas.
Asimismo, el especialista recomendará la realización de masajes de drenaje linfático a partir del segundo día para ayudar a expulsar el glicerol y los ácidos grasos del cuerpo, a la par que tensa la piel y acelera el proceso de recuperación. Del mismo modo aconsejará el empleo de cremas y lociones para mantener la piel hidratada en todo momento.
Si bien la liposucción láser es mucho menos invasiva que la liposucción tradicional, es posible sentir ciertas molestias y que aparezcan algunos hematomas. Estas molestias pueden llegar a durar entre 3 y 6 meses posteriores a la cirugía. Precisamente las sesiones de masajes de drenaje linfáticos son clave para favorecer la recuperación y aliviar estas molestias.
En cuanto a las curas, pese a que las incisiones realizadas en la intervención de Lipoláser para introducir las cánulas son pequeñas, es necesario mantener una buena higiene de las mismas, manteniendo la zona limpia y desinfectada.
Es importante volver a la normalidad y a la vida diaria poco a poco pero teniendo en cuenta estas recomendaciones:
- Seguir las indicaciones marcadas por el médico especialista ( tomar la medicación prescrita para la inflamación en caso de que sea necesaria).
- Evitar el tabaco y el alcohol en los primeros 15 días posteriores a la intervención.
- Beber agua de manera continua para mantener el cuerpo hidratado.
- Evitar el ejercicio físico los primeros días tras la intervención. Será el médico quien dictamine el momento en el que se puede retomar la actividad física. Ésta deberá retomarse de manera paulatina, comenzando por caminatas que favorezcan la circulación linfática y venosa y a partir de ahí se podrá ir aumentando la intensidad de manera progresiva. Es importante tener en cuenta el lugar donde se ha realizado la intervención; en el caso de haberse tratado el abdomen será recomendable iniciar la actividad por brazos y piernas, por ejemplo.
- Evitar los baños con agua muy caliente, saunas, baños turcos, etc. durante las primeras dos semanas.
- Evitar llevar ropa ajustada (es necesario que la sangre pueda fluir fácilmente para una correcta recuperación)
- Evitar la exposición solar de la zona tratada
Además, para que el resultado de la liposucción láser sea satisfactorio el paciente deberá seguir una correcta alimentación, con una mayor ingesta de frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, y reduciendo el consumo de azúcar, carbohidratos simples y grasas saturadas.