Tipos de láseres para tratar la cuperosis: ¿cuál elegir?
La cuperosis es un estado de la piel que suele aparecer ligado a problemas de microcirculación. Esta alteración estética se manifiesta a través de la aparición en la piel del rostro de telangiectasias, es decir, pequeñas venas varicosas de color rojo o morado que aparecen con más frecuencia en los pómulos y las aletas de la nariz.
Causas de la cuperosis
Siendo una afección mucho más frecuente en personas con pieles finas, sensibles y blancas, también es cierto que afecta más a mujeres que a hombres. Veamos algunas de las causas que favorecen su aparición:
- Una mala circulación sanguínea. Partiendo de la base de que los médicos aún no tienen cien por cien claro las causas reales de esta afección, podríamos enfocarnos en esta causa concreta debido a que existe un problema de dilatación en los capilares.
- Cambios bruscos de temperatura. El cambiar de un lugar cálido como puede ser nuestro hogar con la calefacción puesta y salir a la calle para encontrarnos con temperaturas muy bajas son situaciones poco favorecedoras para las pieles sensibles, ya que los vasos sanguíneos de la piel se dilatan y se contraen considerablemente.
- Trastornos de tipo alimenticio y/o nervioso. Si tienes malos hábitos como la ingesta excesiva de alcohol o el tabaco, además de comer asiduamente comidas picantes y mucha grasa saturada, podrías comenzar a plantearte la reducción o eliminación de estos hábitos ya que son factores que favorecen a la aparición de las venitas rojas en la piel.
- El factor genético es también una causa a tener en cuenta, hay personas más predispuestas a padecer este tipo de afecciones. Si tienes algún familiar directo que lo padezca, puedes empezar a cuidarte mucho más la piel para evitar su aparición en la medida de lo posible.
- Los factores externos. La aplicación de productos irritantes en la piel, exponerse a fuentes de calor, el agua con mucho cloro o demasiada cal son algunos de los factores externos que favorecen a la aparición de esta dolencia.
Tratamientos disponibles para mantener a raya a la cuperosis
La cuperosis no es una enfermedad, pero si no se trata a tiempo, en ocasiones, puede derivar hacia rosácea, que sí está considerada como una patología dérmica. Razón más que suficiente para tratarla lo antes posible y poner remedios.
- Cremas y maquillaje. En aquellos casos donde la afección es muy leve, se podría usar cremas que son blanqueadores y calmantes ayudando a fortalecer los capilares y dando un mejor aspecto a la piel.
- Inyecciones. Una sustancia esclerosante (etoxisclerol) es inyectada en la zona afectada para cerrar los capilares y hacerlos invisibles.
- Electrocoagulación. Se basa en la utilización de agujas que se clavan sobre el capilar dilatado para cerrarlo mediante corrientes eléctricas. Es un tratamiento muy doloroso y que requiere de mucha precisión para evitar la aparición de cicatrices.
- Láser vascular. Es el tratamiento que más recomiendan los dermatólogos, debido a que no es invasivo, muy poco doloroso y suele dejar muy buenos resultados.
- Mesoterapia facial. Esta técnica está recomendada para evitar nuevos brotes de cuperosis y mejorar el aspecto del rostro.
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¿Qué láseres se emplean para tratar la cuperosis?
Los tratamientos con láser son bastante semejantes unos de otros y consisten en la aplicación de luz pulsada sobre la zona afectada.
Existen varios tipos de láseres que se pueden aplicar en función del tipo de cuperosis que se padezca:
- El IPL o láser de Luz Pulsada Intensa permite modificar la luz y alcanzar la profundidad deseada, por lo que puede adaptarse fácilmente a los diferentes tipos de piel.
- El láser Nd-YAG es el láser con mayor capacidad de penetración, por lo que su uso se aconseja cuando las lesiones son más profundas.
- El láser V-Beam permite eliminar las "arañitas" típicas de la cuperosis con un sistema de enfriamiento que disminuye las molestias del tratamiento.
- Otra opción es la combinación de láser Nd-YAG con láser colorante pulsado, que eleva la temperatura de la sangre y consigue la coagulación sin que la epidermis resulte dañada.
Los efectos secundarios son muy leves y aunque la zona puede aparecer un poco más enrojecida tras el tratamiento, en unas horas comienzan a notarse los resultados. El paciente puede volver inmediatamente a su vida normal.
A la hora de decidirse por un tipo u otro de láser hay que tener en cuenta el tipo de piel que se tiene y también el estado en que se encuentra la cuperosis. El especialista es quien mejor puede indicar a la paciente sobre el tratamiento más adecuado a seguir.
Algunos remedios caseros para tratar la telangiectasias
Teniendo claro que la cuperosis es una dolencia cutánea crónica, lo más importante es conocer bien esta dolencia y los factores que la provocan además de aquellos que la atenúan o eliminan. Es una afección que se puede tratar y mejorar y tal como has visto en párrafos anteriores, hay muchos tratamientos disponibles para mantenerla a raya.
Pero si eres de los que prefieren los productos naturales, te mostraremos algunos de estos productos que, no sólo podrían ayudar a disimular la cuperosis si los aplicas regularmente, sino que también te ayudarán a evitar la aparición de nuevos brotes.
Hay que tener claro que no se trata de productos milagrosos pero si bien es cierto que podrían atenuar notablemente las telangiectasias:
- La caléndula: Una planta con propiedades muy positivas para la piel que ayudan a estimular la circulación y regenera el tejido dañado. Sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas y cicatrizantes son algunas de las que esta planta nos aporta. Puedes encontrar este producto en dos formatos en jabón o en aceite.
- Agua de rosas: Las propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antibacterianas del agua de rosas, hacen de este producto un buen remedio casero para las venitas rojas de la piel.
- Ajo crudo: Los bioflavonoides que el ajo crudo contiene nos ayuda a fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos además de ser antioxidante y antiinflamatorio. Haz una mascarilla con ajo machacado y yogur natural sin azúcar y aplícala en el rostro durante 10 minutos.