Mirvaso para reducir la cuperosis
La cuperosis es una alteración estética de la piel que provoca el enrojecimiento y la aparición de pequeñas varices y venas varicosas en el rostro, sobre todo, en los pómulos y las aletas de la nariz, en tonalidades rojizas o púrpuras. En la mayoría de los casos no supone una enfermedad médica para el paciente, aunque sí es un problema estético que genera inseguridad y afecta al autoestima de las personas que lo sufren.
La cuperosis se produce debido a la dilatación de los vasos sanguíneos. Realmente se desconoce la causa exacta que provoca esto, aunque hay ciertos factores que ayudan a ello: las emociones intensas, el consumo de tabaco, alcohol, café o alimentos picantes; la exposición excesiva al sol o, incluso, puede estar provocado por trastornos digestivos. De hecho muchas veces aparecen como consecuencia del frío en invierno o del sol en verano pero en algunas personas se acaban convirtiendo en algo más o menos permanente, produciéndose un efecto antiestético, que es cuando hablamos de cuperosis.
Lo que sí está claro es que esta afección es más frecuente en personas de piel clara, fina y sensible, porque es un tipo de piel mucho más reactiva y proclive a enrojecerse de forma natural. También es importante destacar que afecta más a mujeres que a hombres y que, como en muchas otras enfermedades y síndromes, también existe una predisposición genética.
Recomendaciones y tratamiento de la cuperosis
Esta predisposición genética inicial no significa que no haya formas de evitar, aunque sea en parte, la aparición de cuperosis. Es muy importante para estas personas evitar exponerse al sol sin protección, así como también el tabaco y el alcohol. Una alimentación rica en antioxidantes y vitaminas parece ser que ayuda mucho a mitigar esta afección. Según los dermatólogos, para tratar la cuperosis primero hay que evitar primero todos aquellos factores que la hacen aparecer o magnificar.
Tras eso es importante seguir unos cuidados cosméticos específicos con productos que ayuden a reducir el enrojecimiento de la piel, además de hidratarla y eliminar la tirantez. Cuatro tipos de productos son fundamentales, siempre en función del tipo y grado de cuperosis:
- Tener siempre en cuenta llevar una correcta protección solar, de forma diaria. Esto evitará no sólo que las radiaciones solares agraven la cuperosis sino también evitar que la piel se reseque y acelerar el envejecimiento.
- Limpieza facial tres veces al día, siempre con productos poco agresivos y sin detergentes ni corticoides, como por ejemplo con agua micelar. Evitar también los exfoliantes, que sólo irritan la piel.
- La piel con cuperosis es fina y tiene tendencia a la sequedad, de forma que es fundamental hidratarla, es decir: reponer agua y lípidos. Son perfectas las cremas que estimulan la circulación, evitan la dilatación de capilares, alivian la sensación de calor y calman la irritación.
- Maquillaje basado en BB Creams específicas para este tipo de piel, que harán de barrera ante el frío, el sol o la contaminación.
Además de estos cuidados fundamentales, cuando es necesario un tratamiento más definitivo, tradicionalmente la cuperosis ha estado ligada a las intervenciones quirúrgicas y al tratamiento mediante láser.
Sin embargo, hace apenas unos años llegó al mercado un medicamento que supuso toda una revolución para las personas que tenían que luchar día a día con el enrojecimiento de la piel de su rostro. Se trata de la Brimonidina, comercializada con el nombre de Mirvaso. Mirvaso ha tenido éxito no sólo con la cuperosis sino también con la rosácea, otro tipo de dermatosis crónica de la cara que se caracteriza por episodios repetidos de sofocos, arañitas vasculares y un eritema persistente, con fases de inflamación en los que pueden aparecer pústulas.
Mirvaso para reducir la rojez producida por la cuperosis
El uso del Mirvaso ha resultado especialmente efectivo para luchar contra la cuperosis en adultos, ya que en principio no se recomienda para menores de 18 años. Es un gel que se ha de aplicar sobre la superficie facial afectada. Los resultados comenzarán a verse apenas 30 minutos después de echar la loción sobre la cara. Su aplicación se mantiene durante todo el día (hasta 12 horas), aunque como es un fármaco poco invasivo, se puede volver a aplicar por la noche en el caso de que la persona afectada desee trasnochar.
El funcionamiento de esta loción es muy sencillo: Mirvaso actúa como vasoconstrictor. El gel se une a los receptores alfa2-adrenérgicos que se encuentran situados en las células de los vasos sanguíneos y los pone en funcionamiento. Cuando estos vasos sanguíneos se ponen en funcionamiento la principal acción que efectúan es la de comprimirse, por lo que se reduce la cantidad de sangre que pasa a través de ellos y, como consecuencia, se reduce el enrojecimiento facial derivado de la cuperosis. El gel hace efecto en 30 minutos y dura hasta 12 horas.
La aplicación del Mirvaso para reducir el enrojecimiento facial, como decíamos unos párrafos más arriba, supuso toda una revolución para las personas que tenían que hacer frente a la cuperosis. Sin embargo, cabe destacar que este medicamento no terminará con los problemas de rosácea, sino que es una solución temporal: cuando se deje de aplicar el enrojecimiento seguirá presente.
Los expertos recomiendan que para hacer más efectivo el funcionamiento de esta loción, el paciente debe reducir el consumo de todos aquellos productos que pueden acrecentar esta alteración dérmica: el café, el tabaco, el alcohol, las comidas picantes… Asimismo, es recomendable evitar lugares cerrados y calurosos y la exposición prolongada a los rayos del sol.