Radiofrecuencia corporal para eliminar flacidez y celulitis
Es inevitable en muchas ocasiones coger algunos kilos de más, a la gran mayoría de personas les ocurre. Por mucho que cuidemos nuestra alimentación, intentando que sea lo más sana posible, hacer todo el ejercicio físico que se pueda y llevar hábitos de vida saludables, tener un cuerpo esbelto y perfecto es una tarea difícil de lograr. Pero, sobre todo, esta meta se complica a medida que avanza nuestra edad.
Con los años, el organismo pierde eficacia y eso se traduce, además de en peso, en la aparición y el avance del envejecimiento, siendo inevitable que nuestra apariencia delate los años que tenemos a simple vista. Uno de los problemas estéticos asociados a la edad, y que más suele preocupar sobre todo a las mujeres, es la flacidez. Antes no había manera de resolver el problema; sin embargo, en la actualidad, sí existen terapias que son realmente resolutivas.
La radiofrecuencia es una de las terapias más efectivas con que cuenta la medicina estética para combatir este problema. Los resultados positivos que observan los pacientes demuestran y avalan su eficacia. Vamos a analizar con un poco más de detalle en qué consiste el tratamiento con radiofrecuencia.
Conoce el problema: ¿qué la flacidez y la celulitis?
La flacidez es la pérdida de la firmeza de la piel y se produce cuando disminuyen o se debilitan los tejidos que sostienen nuestro organismo. Con el transcurso de los años, las proteínas de colágeno y elastina van disminuyendo en número y perdiendo su eficacia a la hora de adherirse a las fibras musculares, las cuales también resultan debilitadas, cosa que aumenta la sensación aparente de flacidez. De esta manera, la falta de firmeza provoca que la piel se vuelva más fina y sensible, con un aspecto descolgado y, por consiguiente, con un aspecto más envejecido. La flacidez puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque donde resulta más visible es en el rostro y en la zona abdominal.
La celulitis es una enfermedad metabólica del organismo que se caracteriza por cambios funcionales del tejido conectivo, trastornos circulatorios y la hipertrofia de las células adiposas. La acumulación de grasa genera la formación de nódulos lo cual acabará provocando la conocida como piel de naranja. En definitiva, la celulitis, además de resultar un problema de salud, acaba por crear un problema estético, ya que el aspecto de la piel de la zona afectada por celulitis no es firme y tonificado.
¿Qué es y cómo funciona la radiofrecuencia?
La radiofrecuencia es una técnica que utiliza radiaciones electromagnéticas para generar calor y aplicarlo en las diferentes capas de la dermis. La energía de la radiofrecuencia trabaja en los niveles más profundos de la piel y deja intacta la zona epidérmica (la capa superficial de la piel). Para simplificar, se puede decir que el calor va de dentro hacia afuera, es decir, que la energía se produce en la zona más profunda e irradia hacia la más superficial.
La aplicación de la radiofrecuencia sobre la piel y los tejidos comporta una serie de consecuencias positivas en el organismo que favorece la eliminación de celulitis y mejora la flacidez:
- El drenaje linfático. Así se eliminan líquidos y toxinas del cuerpo
- El aumento de la circulación en la zona tratada. El aporte de oxígeno permite mejorar el metabolismo del tejido graso y, como consecuencia, el aspecto de la piel mejora considerablemente.
- La formación de nuevo colágeno. Se crean nuevas fibras de colágeno que favorecen la firmeza de los tejidos.
- La migración de fibroblastos. El daño controlado causado por el calor tiene como consecuencia una respuesta inflamatoria. Esto provoca la migración de fibroblastos, lo cual reforzará la estructura del colágeno de la zona tratada.
Esta técnica comenzó a utilizarse en el campo de la cirugía, pero los avances tecnológicos han permitido crear aparatos que pueden utilizarse como tratamientos de estética a nivel clínico. Por tanto, la radiofrecuencia es una técnica ideal para todas aquellas personas que quieran eliminar flacidez y celulitis y no quieran someterse a cirugía.
El tratamiento de radiofrecuencia es muy sencillo de realizar. Después de estudiar y marcar las zonas que deben tratarse, el profesional aplica un aceite en la piel y, posteriormente, coloca el cabezal adecuado en todas las zonas a tratar. La energía electromagnética irá actuando a medida que el especialista mueve el cabezal por el cuerpo del paciente.
La duración de las sesiones dependerá de la cantidad de piel a tratar. Por ejemplo, los brazos suelen tardar 30 minutos aproximadamente, sin embargo la zona de las caderas (las cartucheras) pueden tardar entre 45 y 60 minutos. Después de realizar la sesión, se aplica un gel refrescante en la zona. El número de sesiones variará dependiendo de cada paciente. En general, se estima que se necesitan entre 4 y 6 sesiones para la zona facial, y entre 6 y 10 sesiones para las zonas corporales.
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Tipos de radiofrecuencia
Existen dos tipos de radiofrecuencia y, generalmente, los aparatos cuentan con dos cabezales para poder aplicar ambos tipos de energía en el paciente:
- Bipolar: provoca un calentamiento superficial de la piel
- Unipolar: provoca un calentamiento en la zona más profunda de la dermis, cosa que permite actuar sobre el tejido adiposo.
Resultados de la radiofrecuencia
En definitiva, el efecto inmediato de la radiofrecuencia es la formación de nuevo colágeno. Lo que se persigue con este tratamiento es una reestructuración del colágeno más profundo, eliminando las fibras envejecidas y sustituyéndolas por las nuevas generadas. De esta manera, los tejidos se vuelven más elásticos y, como resultado, el aspecto de la piel mejora en gran medida consiguiendo tener una piel mucho más rejuvenecida.
Los resultados visibles serán más o menos rápidos dependiendo de cada paciente; esto lo determinará el estado del colágeno de la persona. En general, los resultados definitivos se aprecian entre dos y cuatro meses después del finalizar el tratamiento.
Cuidados y efectos secundarios de la radiofrecuencia
La radiofrecuencia es un tratamiento inocuo y no duele, únicamente se experimenta calor. Sin embargo, aquellos pacientes con celulitis dolorosa sí pueden experimentar cierto dolor cuando el cabezal pasa sobre el cuerpo.
El paciente puede hacer vida normal en todo momento. Eso sí, deberá tener especial cuidado de no tomar el sol y evitar los rayos UVA durante las 48 horas después de una sesión. También es muy recomendable beber mucha agua tras una sesión para favorecer la eliminación de líquidos y toxinas que se generan tras la radiofrecuencia.
Los efectos secundarios que pueden presentarse son bastante inofensivos. Uno de ellos es el enrojecimiento de la piel, pero también pueden aparecer edemas tras la sesión, no deben preocupar en exceso porque son efectos transitorios.También pueden aparecer pequeños hematomas en pacientes con fragilidad capilar, aunque esto es poco frecuente.
Sin embargo, a pesar de ser un tratamiento inocuo, no puede practicarse en todas las personas. Deben evitarlo:
- Mujeres embarazadas o en lactancia.
- Personas con alteraciones de coagulación.
- Pacientes con cáncer.
- Personas que lleven prótesis metálicas, marcapasos u otro tipo de aparato en el corazón.
- Pacientes con cardiopatías graves.
- Las personas con sobrepeso también deben abstenerse.
- Y no es recomendable cuando se ha realizado algún tratamiento de colágeno recientemente.
Si buscas un remedio eficaz para tratar la flacidez y la celulitis, la radiofrecuencia puede ayudarte a combatirlas. Dile adiós a un aspecto envejecido y poco estético de tu piel y luce una figura esbelta y bonita. Si no conoces a ningún profesional que realice tratamientos de radiofrecuencia cerca de ti, contacta con nosotros y te ayudaremos a encontrar al más cercano.
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