¿Funciona la cavitación médica?
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La "cavitación" es un fenómeno físico, conocido por los científicos desde hace años, que puede aplicarse a varios campos, entre los que se encuentra el de la medicina estética, dejando a su paso una excelente gama de beneficios.
El tratamiento se basa en el uso de ultrasonidos de baja frecuencia que, por medio de un mango, se irradian en los tejidos adiposos. Por efecto de los ultrasonidos, la presión en el interior de las células afectadas se modifica, a la par que se crean pequeñas burbujas de aire que explotan; su "onda de choque" daña las membranas externas de los adipocitos .
Los ácidos grasos que rebosan son metabolizados por nuestro organismo, que los elimina de manera definitiva, como cualquier otra grasa alimentaria. Además, entre los beneficios que se obtienen de la cavitación, está el eliminar la aparición de celulitis y flacidez, terminando así con uno de los padecimientos estéticos que más lian a las mujeres españolas.
Por otra parte, la cavitación no solo trae consigo beneficios en la parte estética de la mujer, sino que también aporta buenos resultados a la salud de las pacientes.
¿Cavitación médica o estética?
Vale la pena subrayar que el tratamiento de cavitación médica difiere de la cavitación estética debido a las distintas prerrogativas técnicas de los aparatos empleados. Un buen dispositivo médico utiliza una frecuencia extremadamente baja, que oscila entre los 30 kHz y los 40 kHz, con el fin de provocar efectos– mecánicos, térmicos y de cavitación en los tejidos. Por su parte, la frecuencia que se emplea en la cavitación estética consigue un efecto más suave y superficial, insuficiente para hacer frente a acumulaciones de grasa que presenten cierta consistencia o extensión. La cavitación estética trabaja en la superficie de la piel, mientras que la médida se adentra al tejido.
Precisamente, a causa de la intensidad de los efectos que el tratamiento médico puede provocar, es importante que se elija a personal autorizado y preparado para ello.
Pues bien, la cavitación no solo la puede ejercer cualquier persona, sino alguien que se encuentre especializado en esta técnica.
Es necesario que un médico sea el que establezca la idoneidad física del paciente No obstante, la labor del médico también analiza si todas las personas son aptas para recibir a este tratamiento, pues en primer lugar, la persona debe estar sana, ya que la eliminación de los adipocitos se produce a través del hígado y requiere de un esfuerzo, aunque sea pequeño, por parte de nuestro organismo. Del mismo modo, dentro de este tratamiento, el médico recomendará una dieta específica que el paciente deberá seguir durante los días siguientes a la cavitación, dieta que será baja en grasas e incluirá una elevada cantidad de agua mineral, cuyo liquido ayudará a purificar y limpiar la grasa que se encuentra en el organismo tras la cavitación.
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Otra cuestión que queremos resaltar en cuanto a la cavitación médica, es el hecho de que el tratamiento puede acompañarse por infiltraciones a base de una solución fisiológica o de un fármaco lipolítico, siempre y cuando sea necesario, favoreciendo, de este modo, el proceso de "disolución" del tejido adiposo y obteniendo mejores resultados en un espacio menor de tiempo.
Cabe añadir que, la cavitación no es un tratamiento que tenga muchas límitantes, pues es uno de los tratamientos que se pueden realizar en todo tipo de piel, sólo es importante seguir las indicaciones del médico para que los resultados sean de calidad, así mismo, se estará ayudando a reforzar los resultados.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
Como cualquier tratamiento lipo-reductor, la cavitación necesita un número mínimo de sesiones, generalmente entre 8 y 10, que se desarrollarán durante unas semanas. Tras las cuales, una vez más debes seguir las instrucciones y cuidados que el médico señale. En caso de que el paciente tenga problemas linfáticos, enfermedades del corazón o patologías que afecten al riñón o al hígado, no conlleva riesgos ni efectos secundarios para la salud. Por ello, es una de las alternativas más interesantes a las que recurrir si no se quiere someter a una liposucción quirúrgica, más complicada no solo desde el punto de vista físico, sino también económico, además, este tipo de cirugía conlleva más inversión, pstoperatorios, más cuidados y más riesgos.
Si bien, la liposucción puede resolver casos de sobrepeso o adiposidad que superen una cierta entidad, pero ambos métodos, el quirúrgico y el ambulatorio (a veces, empleados conjuntamente) pueden resultar útiles para remodelar la silueta.
La cavitación, igual que la lipoescultura, permite consolidar la piel, otro elemento que contribuye a hacer más agradable el perfil de las caderas y los muslos, así como de otras zonas del cuerpo. Ello es debido a las contracciones de fibra de colágeno provocadas por las ondas ultrasónicas, que calientan profundamente la piel.
Con la cavitación bien empleada, se consigue esculpir de manera menos invasivala silueta, destacando aquellas áreas que más generan atracción. Al igual, recordemos que la cavitación es un tratamiento soberbio, pues actúa en beneficio de la salud médica, estética y emocional, pues logra terminar con gran número de imperfecciones que se alojan en la piel. Por ejemplo, entre los beneficios que se obtiene tras la cavitación está el tonificar músculo, marcar el contorno de caderas, muslos, abdomen, así como mejorar la elasticidad de la piel. Al igual, en caso de tener piel de narjanja (celulitis), se trata también esta imperfección. Podría decirse que, la cavitación también tiene un efecto de rejuvenecimiento, pues mejora la producción de colageno. Por lo tanto, la cavitación es un tratamiento que deja excelentes resultados en la piel, suave, sin impurezas y también trata la grasa localizada que en ocasiones no hace más que distorsionar el contorno de la figura.
Como punto adicional, para someterte a la cavitación, es importante que acudas por profesionales, si es posible que se encuentren certificados y respaldados por una amplia trayectoria. En cuanto a la clínica, ésta debe contar con el equipo necesario para poder realizar la cavitación.
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