Posibles combinaciones de cirugia facial
La cara es nuestra carta de presentación, por lo que cada vez son más las personas que recurren a este tipo de cirugía para mejorar su apariencia e incrementar su autoestima.
Blefaroplastia
La blefaroplastia o cirugía de párpados puede subsanar el problema de la caída de los párpados superiores y las bolsas de los inferiores, signos que nos hacen visiblemente parecer más mayores y con una apariencia cansada. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la blefaroplastia no elimina las "patas de gallo" u otras arrugas ni la caída de las cejas. Es fundamental acudir a un buen cirujano plástico que le asesore personalmente de la mejor opción y de los resultados que obtendrá tras la cirugía.
- Blefaroplastia superior: Especialmente en las mujeres, el párpado superior se pliega y se cae con el transcurso de los años, esto provoca el aspecto de una mirada triste y cansada y dificulta la utilización de la sombra de ojos y de otros maquillajes
- Blefaroplastia inferior: Incluso a edades jóvenes, aparecen bolsas de grasa en los párpados inferiores, exceso de piel y ojeras. La forma de corregirlo es eliminando parte de la grasa que contienen estas bolsas y así mejorar el aspecto notablemente. Dicha extirpación debe realizarse desde detrás del párpado, haciendo una incisión a través de la conjuntiva.
La intervención es muy sencilla y no hay que estar en el hospital más de unas horas tras la cirugía. La mayoría de las veces las cicatrices se camuflan en las líneas naturales de los párpados superiores y justo debajo de las pestañas en los inferiores; en algunos casos pueden extenderse hacia las patas de gallo. En los pacientes jóvenes en los que sólo hay exceso de grasa, se puede realizar una blefaroplastia transconjuntival de los párpados inferiores; la incisión se coloca en el interior del párpado inferior no dejando cicatriz visible.
Lifting
Los efectos del paso de los años, el estrés o la exposición prolongada de la piel al sol hacen que en el rostro comiencen a aparecer las famosas arrugas que hacen que la expresión facial pierda definición y tono, especialmente a partir de los 45 años. Para vernos más jóvenes y aportar vitalidad y luz, el lifting es una de las mejores opciones.
La técnica se basa en retirar el tejido sobrante mediante una incisión, que normalmente se realiza en la zona de las sienes (por dentro del pelo) y continúa detrás de la oreja, así las cicatrices son casi imperceptibles. Tras la intervención se dejarán unos pequeños tubos bajo la piel para que no se acumule ningún líquido ni exudado de sangre.
Tras la intervención de lifting facial, es normal que se tengan ciertas molestias, especialmente las primeras noches, pero se controla con analgésicos y progresivamente iremos notando la mejoría en todos los sentidos. La mayoría de los pacientes a las dos semanas vuelven a su vida cotidiana. Las cicatrices tardan algunas semanas más en disimularse, pero finalmente se hacen prácticamente imperceptibles.
El muy importante a la hora de someterse a un lifting facial elegir una buena clínica y un buen cirujano plástico para la que los resultados sean óptimos y a medida.
Un aspecto a tener en cuenta, y que la mayoría de las personas suele confundir, es que en un lifting facial los ojos no se tocan, es de decir, habría que someterse también a una blefaroplastia. Por eso, es tan importante, acudir a una primera visita con el cirujano plástico y así informarnos de cuál es la mejor solución para cada caso.
Mentoplastia
La mentoplastia o cirugía del mentón mejora uno de los rasgos más importantes de la cara y corrige las asimetrías faciales, como un mentón poco definido o viceversa, según cuál sea el efecto que queramos conseguir tras la intervención. Es un procedimiento quirúrgico rápido y sencillo donde se consiguen resultados espectaculares.
Durante la primera visita, el cirujano plástico evaluará nuestro caso y las expectativas que tenemos después de la intervención, y nos explicará las posibilidades que tenemos para que el resultado sea óptimo.
La mentoplástia es un procedimiento que se puede realizar de dos maneras. La primera y más sencilla es la colocación de una prótesis de un material sintético como silicona, goretex etc. La segunda, es la modificación de la estructura del mentón mediante una pequeña osteotomía. Dicho procedimiento no necesita prótesis, solo una pequeña placa de titanio para asentar temporalmente la modificación del hueso. La mentoplastia se puede realizar tanto con anestesia local como general.
Normalmente, la mayoría de los pacientes en unos días pueden volver a su vida cotidiana, aunque hasta pasadas las dos o tres semanas la recuperación no será completa. De todas maneras, el cirujano plástico le dará las instrucciones específicas para el post-operatorio.
Pomuloplastia
Los pómulos, o huesos malares, son diferentes en cada persona y puede que no destaquen mucho en nuestra cara y tengamos una apariencia plana y sin forma. Con el paso de los años el rostro pierde la forma de su estructura o simplemente puede deberse a la herencia familiar, sea cual sea el motivo, la pomuloplastia es una excelente opción para dar forma y tener un aspecto rejuvenecido.
La cirugía estética de pómulos (pomuloplastia) puede realizarse con:
- Prótesis de pómulos. Se introducen a través de incisiones intraorales, dentro de la boca. Si la operación se realiza en conjunto con otra –lifting o blefaroplastia– se utilizan las mismas incisiones realizadas para los otros procedimientos. Los puntos se cogen con un material que el organismo es capaz de absorber, y se coloca un vendaje. Hoy día pueden utilizarse prótesis de otros materiales en sustitución de las de silicona rígida, la elección de un material u otro dependerá de cada caso.
- Injerto de grasa en pómulos. Con esta técnica se modifica el contorno de los pómulos y se aporta volumen mediante una inyección de grasa proveniente del abdomen del paciente, sustancia que previamente es sometida a un proceso de depuración (se filtran los elementos que pudieran se dañinos para el rostro).
La recuperación tras la intervención suele ser bastante buena. Se recomienda durante la primera semana tener especial cuidado y no realizar ninguna actividad física que requiera esfuerzo y tampoco tomar el sol. Durante la primera semana es importante aplicar compresas frías en la zona, realizar una dieta blanda y utilizar líquido antiséptico para evitar la proliferación de bacterias dentro de la boca. En definitiva, para que los resultados sean óptimos también se requiere seguir al pie de la letra las indicaciones del cirujano
Debe de tener paciencia y tener en cuenta que no apreciará su apariencia final hasta pasados unos meses ya que el organismo necesita algún tiempo para eliminar por completo la hinchazón.
Rinoplastia
La rinoplastia mejora nuestro aspecto eliminando complejos o traumatismos y así nos ayuda a elevar nuestra autoestima. Este tipo de cirugía puede cambiar el dorso de la nariz, la forma de la punta, aumentar o disminuir el tamaño, cambiar al ángulo de la nariz o estrechar los orificios nasales.
Dependiendo de la complejidad de la cirugía, la rinoplastia puede realizarse bajo anestesia general, que es lo más frecuente, o bajo anestesia local y sedación.
La cirugía consistirá en hacer pequeñas incisiones por dentro de las fosas de la nariz o en la columela, para de esta forma poder tener acceso a un fácil levantamiento de la piel que dará acceso al cartílago y al hueso de la nariz, los cuales serán los que se moldearán para obtener la nariz que el paciente desea. Al cabo de unas semanas, se podrán apreciar los resultados naturales tras la intervención y no quedarán cicatrices visibles.
Una vez haya finalizada la cirugía, para conservar la nueva forma de la nariz, se coloca una escayola y un tapón en cada uno de los orificios nasales para impedir el sangrado y afianzar el tabique nasal.
Durante las primeras 24 horas tras la cirugía es muy común tener molestias en la nariz, dolores de cabeza y sentir la cara hinchada, para aliviar estas secuelas tomaremos medicación y analgésicos. Es muy importante permanecer tumbado con la cabeza elevada durante el primer día.
Para disminuir la hinchazón y los hematomas, que alcanzarán su punto álgido el 2 o 3 día, podemos aplicar compresas frías. En un mes nuestra "nueva nariz" lucirá perfecta.