Consejos para mantener los resultados de un aumento de glúteos por lipotransferencia

Consejos para mantener los resultados de un aumento de glúteos por lipotransferencia
Mònica Aubert

Licenciada en Periodismo y Máster en Relaciones públicas y Gabinetes de Comunicación. Me encanta escribir y comunicarme con los demás. Actualmente, redacto contenidos en Multiestetica.

Creación: 27 mar 2018 · Actualización: 5 sept 2022
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La lipotransferencia de glúteos en un procedimiento quirúrgico que permite aumentar el volumen de las nalgas a la par que las realza y define su silueta. Es, por tanto, la operación perfecta para aquellas personas que deseen moldear su figura y destacar esta parte del cuerpo tan sensual.

Esta intervención usa grasa de la propia paciente. De este modo, los resultados son más naturales que si se emplearan prótesis y no hay riesgo derechazo o de reacción.

¿Cómo se desarrolla la lipotransferencia de glúteos?

Se trata de una cirugía sencilla. El médico extraerá la grasa de la paciente de aquellas zonas del cuerpo en las que sea posible, normalmente el abdomen o las caderas, mediante una liposucción o lipoescultura. Esta grasa es sometida a un tratamiento especial para desinfectarla. Después, se inyecta en la zona de los glúteos, que aumentarán de tamaño y de forma. Tanto la extracción de la grasa como la inyección de la misma se realiza en la misma intervención, que suele durar entre dos y tres horas. Las incisiones que se realizarán para ambos procesos son pequeñas (apenas 0,5 cm) y se practican en lugares en las que las cicatrices resultantes no se ven o se ven lo menos posible.

El aumento de glúteos mediante lipotransferencia es una operación muy demandada, que se realiza con anestesia general. La recuperación puede durar entre cinco y siete días, aunque los resultados son prácticamente inmediatos, pues la mujer notará como sus glúteos están más redondos y torneados.

¿Qué cuidados hay que seguir después de la operación?

Como en cualquier intervención quirúrgica, es sumamente importante que sigamos todas las directrices apuntadas por el cirujano, ya que él mejor que nadie conoce nuestro historial médico, sabe cómo se ha desarrollado la operación y puede indicar aquellos aspectos personales o especiales a los que debe prestar atención cada paciente. Esto es sumamente importante para que tanto el posoperatorio como el proceso de recuperación posterior discurran con normalidad y los resultados sean los esperados.

De este modo, a pesar de las recomendaciones que podamos indicar en este artículo, es menester que tomemos nota de los consejos aportados por nuestro médico. Aquí recogemos los cuidados generales, pero, qué duda cabe, cada cirugía es única y cada paciente también, por eso los cuidados a seguir dados por el cirujano que ha llevado a cabo la operación son prioritarios, porque son específicos para cada paciente.

En líneas generales diremos que, tras la intervención, habrá que guardar reposo moderado entre tres y cinco días. Los primeros dos días, reposo absoluto. También está contraindicado el baño. A partir del tercer día, la paciente podrá asearse con normalidad, aunque tendrá que prestar atención a las vendas, que no se retirarán hasta que haya pasado una semana.

Después de ese tiempo, es recomendable caminar de manera tranquila. El objetivo es evitar que, después de la operación, se puedan generar coágulos de sangre en la zona. Por eso, el médico aconsejará a la paciente que se mueva paulatinamente. Además, gracias a esos pequeños paseos, se reduce la inflamación. No hace falta salir a la calle y caminar por el barrio. Podemos caminar en casa, dando ligeros paseos por el pasillo. Lo importante es reactivar la circulación de esa zona.

Si la evolución discurre con normalidad, el cirujano podrá recomendar a la paciente que se incorpore a su trabajo una vez hayan pasado quince días desde que se realizó la cirugía de aumento de glúteos. Hasta ese momento, como decimos, su vida ha de ser muy tranquila, pues debe recuperarse de la intervención quirúrgica.

Al cabo de un mes podrá comenzar a realizar otras actividades sociales y laborales. Durante todo ese tiempo llevará una faja de compresión y tendrá que dormir boca abajo para que no se ejerza ningún tipo de presión sobre los glúteos.

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Es importante que sigamos todas las indicaciones del cirujano

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Cuidados también en la alimentación

El cirujano aconsejará seguir una alimentación sana y equilibrada para facilitar el proceso de recuperación. Así, es importante que incorpore a su dieta alimentos ricos en fibra, grasas ricas en omega 3 y proteínas. Y, por supuesto, debe beber mucha agua para hidratar los tejidos.

Seguir una dieta sana durante este tiempo conlleva las siguientes ventajas:

  • Ayuda a cicatrizar los tejidos.
  • Aporta al organismo todos los nutrientes necesarios para la recuperación.
  • Alivia el malestar ocasionado con la operación (estreñimiento, náuseas debido a la anestesia, etc.).
  • Refuerza las defensas del cuerpo.
  • Ayuda a mantener la línea.

El último punto es importante. No nos olvidemos de que se extrae grasa de zonas donde hay exceso de adiposidad. Precisamente por ello, para que la figura conseguida se mantenga durante más tiempo, para que las formas destaquen y para que no aumente la grasa en esas zonas, es necesario cuidar la alimentación y reducir el consumo de aquellos alimentos que resultan dañinos, como las grasas y los azúcares.

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La dieta es fundamental para mantener los resultados

Por supuesto, ni que decir tiene que está completamente prohibido el consumo de alcohol durante todo el tiempo que dure el proceso de recuperación. Y ello es extensible al tabaco. Una operación es la oportunidad perfecta para abandonar este mal hábito que es tan nocivo para la salud. Aun así, si nos resulta imposible, tendremos que saber que no se podrá fumar hasta pasados quince días, es decir, cuando ya ha transcurrido la mitad del tiempo de recuperación, cuando ya han pasado los días más complicados, en los que más cuidado debemos prestar a las cicatrices y al posoperatorio.

Por último, hemos de señalar que, como sucede con la mayoría de las intervenciones quirúrgicas, la exposición al sol está completamente contraindicada. En el caso de los glúteos, el cirujano recomendará esperar un año antes de tomar en sol en la playa y lucir glúteos.

Cada paciente evoluciona de maneta diferente, su cuerpo responde de un modo distinto a la anestesia, a la intervención y a la cicatrización. Por eso es necesario que escuchemos los consejos aportados por el cirujano que nos ha operado y que los sigamos al pie de la letra para evitar problemas, molestias o resultados no satisfactorios.

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