Aumento de glúteos con ácido hialurónico
Los glúteos son una de las zonas del cuerpo femenino que más se relacionan con la belleza. La forma y el tamaño de los mismos están estrechamente ligados con factores genéticos, pero esto no implica que no se pueda hacer nada para tener unos glúteos más grandes y firmes.
Hay que tener en cuenta que hay múltiples factores que pueden afectar a la forma de los glúteos. Es muy común que, tras pasar por un proceso de pérdida de peso, los glúteos aparezcan con mucha menos consistencia, e incluso que estén caídos. El ejercicio es fundamental para tener unos glúteos bonitos. No hay que olvidar que el glúteo es un músculo, por lo que si se trabaja se volverá más duro y firme. Es cierto que al tonificar el músculo el mismo aumenta de tamaño, pero la capacidad del glúteo para crecer con el ejercicio es limitada. En el caso de aquellas mujeres en las que el ejercicio no es suficiente, existen diferentes técnicas para aumentar el tamaño de los glúteos.
Diferentes opciones para el aumento de glúteos
Durante mucho tiempo la opción más extendida ha sido la gluteoplastia, que consiste en aplicar implantes en cada glúteo. Lo más habitual es utilizar implantes de silicona, aunque también se pueden hacer injertos de grasa del propio paciente. Esta última intervención es muy común cuando se realiza conjuntamente con una liposucción del vientre, de modo que la grasa extraída se inyecta en los glúteos. Para muchos expertos, esta última intervención es la más recomendada, pues consigue un resultado natural y, además, sus resultados son duraderos. El inconveniente es que no todas las pacientes tienen grasa suficiente como para hacer los injertos.
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La técnica más novedosa es el uso de ácido hialurónico, que no solo consigue buenos resultados, sino que además es muy poco invasiva y permite al paciente volver a su vida normal en apenas unas horas.
Inyección de ácido hialurónico en los glúteos
El ácido hialurónico es una sustancia de relleno con una consistencia solida y espesa, pero que, a la vez, es blanda como un gel. Se utiliza cada vez más para rellenar y aumentar el volumen de diferentes partes del cuerpo, como los labios, los pechos o las arrugas de expresión que aparecen en el rostro.
La cantidad de ácido hialurónico a inyectar dependerá en cada caso de las necesidades de la paciente y de las recomendaciones del especialista, ya que cada persona es diferente.
El día de la intervención el cirujano aplicará anestesia local sobre la zona de los glúteos para evitar que las inyecciones puedan causar dolor o molestias en la paciente. A continuación, se aplicará el ácido hialurónico con ayuda de una jeringuilla fina. Finalizada la aplicación, se realizará un masaje en la zona tratada para que el producto se extienda de forma uniforme.
¿En qué pacientes se puede practicar?
Esta intervención se puede hacer en mujeres de todas las edades, desde las más jóvenes a las más mayores, ya que apenas es invasiva. Aunque suele dar buenos resultados, en algunos casos se hace preciso combinar este tratamiento con otro de hilos tensores, como ocurre cuando hay un caso de glúteos caídos.
Resultados y duración de los efectos
El resultado de la aplicación de ácido hialurónico se puede apreciar casi de inmediato, aunque justo después de la intervención la zona estará inflamada y habrá que esperar unos días para poder apreciar el resultado definitivo.
Hay que tener en cuenta que el ácido hialurónico es una sustancia que el cuerpo acaba reabsorbiendo, por lo que no se trata de un tratamiento definitivo. Los efectos de la intervención serán visibles entre dos y cinco años, dependiendo del cuerpo de cada paciente. Pasado ese tiempo, será necesaria una nueva intervención para volver a aumentar los glúteos.
Cuidados a seguir
El paciente puede irse a casa el mismo día de la intervención. Es normal que durante los primeros días se note algo de molestia en la zona tratada, e incluso pueden llegar a aparecer hematomas.
En caso de que aparezcan otros efectos secundarios no indicados por el médico o de que el dolor dure más días de lo que se estima normal, hay que acudir inmediatamente a consulta con el doctor que ha realizado la intervención, para que pueda diagnosticar lo que ocurre y recetar los cuidados o fármacos que ha de tomar el paciente.
En los primeros días no hay que realizar esfuerzos y se debe evitar tanto la exposición al sol como la asistencia a saunas o baños de vapor. Pero desde el día siguiente a la aplicación de las inyecciones el paciente puede ir retomando poco a poco su vida diaria, por lo que no tendrá que pasar por un proceso de baja médica. La recuperación total se estima unas cuatro semanas después del procedimiento.
La importancia de confiar siempre en profesionales
Si el ácido hialurónico se aplica bien y el paciente sigue las indicaciones del médico, no debe dar ningún tipo de problema. En la mayoría de los casos, las malas experiencias en este tipo de intervenciones se deben a haber confiado en personas que no son especialistas.
Es importante que el paciente se ponga en manos de un cirujano con formación y experiencia en aumento de glúteos con ácido hialurónico. También es importante asegurarse de que la sustancia que se va a implantar realmente es la que se dice. No son pocas las pacientes que, tras la intervención, han descubierto que lo que se les ha implantado no es ácido hialurónico sino otro tipo de sustancias que pueden producir efectos negativos sobre el cuerpo.
A la hora de mejorar el cuerpo nunca hay que anteponer el precio a la calidad del servicio y la salud. Cualquier tipo de intervención de aumento de glúteos debería llevarse a cabo únicamente por especialistas acreditados y en centros que cumplan todos los requisitos legales para poder realizar en ellos este tipo de intervenciones.