¿Por qué te ofrecemos la alternativa a la abdominoplastia quirúrgica?
¿Te imaginas reducir el volumen y la grasa del abdomen y reafirmarlo sin tener que sufrir el postoperatorio y las consecuencias de una abdominoplastia con cirugía? ¿Te dan miedo las agujas o pasar por quirófano? ¿Has visto las cicatrices y adherencias que quedan tras las cirugías estéticas?En este artículo te explicamos por qué la abdominoplastia quirúrgica debería ser la última opción.
La abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico mayor muy complejo cuya finalidad es extirpar el exceso de piel y grasa de la parte media y baja del abdomen y reforzar la musculatura de la pared abdominal.
Esta cirugía es muy útil en mujeres que han pasado por varios embarazos, tras los cuales la piel y músculos abdominales se han debilitado y, por lo tanto, no han recuperado su tono inicial. También para hombres y mujeres que tienen una importante acumulación de grasa subcutánea abdominal o que han perdido mucho peso y como consecuencia ha quedado descolgamiento cutáneo e hipotonía de los músculos del abdomen.
- Parece la solución perfecta, pero ¿te has informado bien sobre el procedimiento quirúrgico? Se realiza bajo anestesia general, cuyos riesgos y complicaciones pueden ser: Ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o ataque cerebral, aumento o disminución de la presión arterial, neumonía u otros problemas respiratorios, reacciones a los medicamentos utilizados en la anestesia, daño muscular y un aumento rápido de la temperatura corporal, etc… ¡para qué contarte más!
- El primer paso es una incisión horizontal en la parte inferior del ombligo de lado a lado del abdomen. Tanto si se trata de una mini- cirugía estética de abdomen o una cirugía estética de abdomen completa, quedará una cicatriz que atraviesa horizontalmente la parte inferior del abdomen de cadera a cadera. Esta cicatriz no solo se limita al plano superficial de la piel, sino que llega a capas más profundas pudiendo causar adherencias molestas. Además, a menudo se forman unos rebordes abultados en sus extremos muy antiestéticos.
- Se elimina el exceso de grasa mediante una liposucción que, en el postoperatorio, puede generar fibrosis y zonas con insensibilidad en la piel.
- Si los músculos se han separado o se han debilitado, el cirujano plástico los reparará y tensará. Este procedimiento puede conllevar también adherencias en las fascias, que son unos tejidos que recubren todas las estructuras para que estas se deslicen bien, pudiendo producir hipo- movilidad en las estructuras vecinas (vejiga, intestino grueso…). En muchas ocasiones, los músculos se tensan tanto que el abdomen queda anormalmente rígido.
- Dermolipectomía: esta fase consiste en la extirpación del tejido entre el ombligo y el pubis.
- Después se procede a estirar la piel que ha quedado por encima del ombligo para cerrar el espacio que ha quedado tras la dermolipectomía. Si la resección ha sido excesiva, la tensión sobre la línea de sutura puede producir necrosis de la piel. También puede existir diferencia de espesor entre el colgajo superior y el inferior (aunque no debería ocurrir si se realiza la liposucción apropiada antes y después de la abdominoplastia). Por otro lado, es muy común que posteriormente la piel se vea excesivamente tensa y estirada.
- Para finalizar se realiza la reconstrucción del ombligo. Es un paso muy importante y difícil ya que el cirujano debe conseguir la forma ideal y la colocación exacta para que el abdomen parezca natural. En esta fase pueden darse las siguientes complicaciones: Reposición incorrecta, necrosis de la piel, ampliación de la cicatriz alrededor del ombligo o apariencia antiestética del ombligo, etc.
- Como cualquier intervención quirúrgica, existen unos riesgos y complicaciones, que ordenador por frecuencia serían: dolor, hemorragia, trastornos hidroelectrolíticos, infección de sitio operatorio, complicaciones asociadas a ostomas, neumonía aspirativa, dehiscencia de anastomosis, shock hipovolémico y trombosis venosa profunda.
- Por otra parte, la propia incisión también conlleva unos riesgos igual que cualquier herida quirúrgica: con infección, hematoma, apertura de la sutura y formación de cicatrices hipertróficas o queloides, etc.
- No nos olvidemos del tedioso proceso postoperatorio que incluye un alto nivel de dolor, convalecencia, hematomas, inflamación, etc. Además del elevado coste de la intervención y del tratamiento rehabilitador para tratar la inflamación y la cicatriz.
Para todas aquellas personas que prefieran valorar otros tratamientos menos invasivos y peligrosos que la abdominoplastia quirúrgica, desde Inneo os ofrecemos la alternativa que consigue prácticamente los mismos resultados, pero sin cirugía.
Gracias a Capenergy, la tecnología más avanzada en Radiofrecuencia, logramos eliminar la grasa localizada del abdomen y la flacidez, generando colágeno y elastina nuevos. Además, la Radiofrecuencia Capenergy vehiculiza los principios activos lipolíticos, drenantes y reafirmantes aplicados que potencian, aún más, el resultado del tratamiento.
El protocolo es muy sencillo y agradable:
- FASE 1: 20 minutos de tratamiento automático con 4 placas de 200cm2 que cubren toda la superficie del abdomen y envían mucha energía al interior del cuerpo que produce un calor interno tan elevado (aunque confortable) que derrite la grasa acumulada y elimina las células grasas. Además, se produce una vasodilatación que aumentará la nutrición y oxigenación celular.
- FASE 2: 15 minutos de nuestra técnica llama fuegos cruzados, en la que realizamos un intenso masaje con dos electrodos manuales a la vez: el capacitivo y el resistivo. El primero de ellos concentra la energía en la superficie para generar colágeno, elastina y ácido hialurónico NATURALES, reafirmando la piel. El segundo, el resistivo, actúa en planos más profundos, rompiendo la fibrosis de la grasa, derritiéndola y eliminando los adipocitos. En esta fase, aplicamos los principios activos adecuados a cada persona que penetrarán profundamente gracias al efecto de electroporación de la radiofrecuencia.
- FASE 3: Finalmente, realizamos un drenaje linfático electromagnético con radiofrecuencia que conducirá los residuos metabólicos a la sangre para ser eliminados. En esta fase, se colocan las placas automáticas en los pies, por lo que también ayudará en la retención de líquidos de las piernas.
Una vez finalizada la sesión, puedes continuar con tus actividades diarias.
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