Descubre cómo será tu proceso de envejecimiento facial
Todas las mujeres anhelamos mantener nuestra apariencia juvenil y radiante por siempre, pero a medida que pasan los años y envejecemos, nuestra piel experimenta diversos cambios que en ocasiones pueden llegar a hacer que no nos reconozcamos en el espejo, y nuestra autoestima se vea afectada.
Hablar del proceso de envejecimiento implica fijarnos en los efectos que el paso del tiempo tiene en nuestro rostro a partir de los 25 años en adelante. Sí, has leído bien, a partir de los 25, que es cuando la piel empieza a hacerse más fina, y su función de barrera y protección natural contra los rayos UV comienza a disminuir de manera gradual.
Debemos entender el proceso de envejecimiento facial en las mujeres como algo natural y parte del ciclo de la vida. Sin embargo, son muchas las mujeres que buscan alternativas médico-estéticas para retrasar los signos de envejecimiento y mejorar su apariencia con el objetivo de sentirse más seguras. En este punto es importante recordar que cada mujer es única y tiene diferentes necesidades y deseos; no todas envejecemos igual y no todas queremos corregir los mismos aspectos. Por eso, es fundamental que si estás en este caso de querer empezar a tratar los primeros signos de la edad, te informes y hables con un especialista que te ayude a elegir el procedimiento que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas.
Los efectos del envejecimiento facial según la edad y cómo combatirlos
Hoy en día tenemos a nuestra disposición multitud de opciones médico-estéticas que pueden ayudar a retrasar o corregir los efectos del envejecimiento facial. Sin embargo, antes de profundizar en las diferentes alternativas que podemos encontrar en el mercado, es importante entender los diferentes efectos que se pueden dar en el rostro de las mujeres a medida que envejecemos.
De los 25 a los 35 años: Pérdida de volumen facial
Durante los primeros años de la edad adulta, es habitual experimentar una pérdida de volumen facial debido a la disminución de la producción de colágeno y elastina, que son los responsables de mantener la piel firme y elástica. Como resultado, es posible empezar a tener una apariencia de cansancio o tristeza, incluso en aquellas mujeres que están en buena forma física. Además, las líneas de expresión pueden comenzar a aparecer debido a la repetición constante de ciertos movimientos faciales.
Si no se corrige: Puede acentuarse el hundimiento de la piel. La pérdida de volumen facial puede hacer que la piel se vea caída y sin vida.
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Qué puedes hacer para combatirlo: Una de las opciones más en auge hoy en día es el uso de rellenos dérmicos, que nos ayudan a restaurar el volumen perdido en la cara, de forma no invasiva y con muy bajo riesgo. El resultado es una visible mejora en la apariencia de la piel, restaurando su plenitud y juventud.
De los 35 a los 45 años: Arrugas finas y líneas de expresión
A medida que nos acercamos a los 30 años, y especialmente de los 35 en adelante, los signos de envejecimiento comienzan a ser más notorios. Es habitual empezar a experimentar arrugas finas y líneas de expresión en el rostro. Esto se debe a que la piel comienza a perder su elasticidad y la producción de colágeno y elastina continúa disminuyendo de forma gradual.
Si no se corrige: Las arrugas finas y las líneas de expresión pueden hacer que la piel se vea más envejecida y fatigada.
Qué puedes hacer: En la actualidad la medicina estética pone a disposición de las mujeres diferentes alternativas médico-estéticas para corregir las arrugas finas y las líneas de expresión como son los rellenos dérmicos, que pueden ayudar a rellenar y suavizar las arrugas y líneas de expresión en la frente, el entrecejo y alrededor de los ojos, así como las líneas de expresión.
Otra opción es el lifting facial mínimo, un procedimiento más invasivo que puede corregir la flacidez y las arrugas finas en el rostro y que implica hacer pequeñas incisiones en la piel para levantar los músculos faciales subyacentes y estirar la piel, logrando así un aspecto más juvenil.
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De los 45 a los 50 años: Flacidez facial
A medida que las mujeres nos acercamos a los 50 es normal experimentar flacidez facial debido a que la piel pierde su elasticidad y firmeza, lo que puede provocar un efecto de "caída" en la piel que especialmente se aprecia en el óvalo facial dando lugar al descolgamiento de las mejillas, lo que se conoce también como las “mejillas de bulldog”.
Si no se corrige: La flacidez facial puede hacer que la piel se vea más vieja, arrugada y cansada.
Qué puedes hacer: Existen diferentes opciones médico-estéticas para corregir la flacidez facial. Uno de los tratamientos más populares entre las mujeres de esta edad es el lifting facial completo, que puede ayudar a tensar y levantar la piel en la cara y el cuello. Este procedimiento quirúrgico implica la eliminación del exceso de piel y la reposición de los tejidos subyacentes, y proporciona resultados duraderos, aunque es importante hacerlo de manera armoniosa para que se vea natural.
Para aquellas mujeres que prefieren tratamientos menos invasivos, también encontramos alternativas no quirúrgicas para tratar la flacidez facial, como los hilos tensores, que son hilos de sutura que se insertan debajo de la piel y se utilizan para levantar y tensar la piel.
De los 50 años en adelante: Pérdida de densidad ósea y grasa facial
A medida que las mujeres envejecemos, y pasados ya los 50, es común experimentar una pérdida de densidad ósea y grasa facial, lo que puede hacer que la piel se vea más delgada y arrugada, además de dar lugar a una apariencia más "huesuda" en el rostro.
Si no se corrige: La pérdida de densidad ósea y grasa facial puede hacer que la piel se vea muy delgada y arrugada, lo que puede provocar una apariencia mucho más envejecida.
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Qué puedes hacer: Los rellenos dérmicos pueden ser muy útiles para corregir la pérdida de densidad ósea y grasa facial y restaurar el volumen perdido en la cara, así como mejorar la apariencia general de la piel. En este sentido hay muchas mujeres que optan por el lipofilling, un procedimiento estético que implica la transferencia de grasa de una parte del cuerpo a otra. En este caso, la grasa se puede extraer de zonas del cuerpo donde haya exceso de grasa. Dicha grasa, tras ser purificada, se puede inyectar en la cara para restaurar el volumen perdido.
En conclusión, el envejecimiento facial es algo que vivimos todas las mujeres, y aunque cada una lo experimente de forma diferente y en mayor o menor grado, los principales efectos que podemos observar en nuestra piel como son la pérdida de volumen facial hasta las arrugas y la flacidez, pueden ser tratados con diferentes opciones médico-estéticas.
Artículos de referencia:
Cómo envejece tu cara con la edad (más allá de las arrugas) - BBC News Mundo. (s.f.). BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-57670481
Why Your Face Ages and What You Can Do - Harvard Health. (s.f.). Harvard Health. https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/why-your-face-ages-and-what-you-can-do