La hiperpigmentación y las cicatrices del acné pueden hacer que la piel luzca y se sienta desigual, especialmente si no se toman las precauciones adecuadas a medida que envejece.
El envejecimiento de la piel es sin duda una de las principales causas de la aparición de hiperpigmentaciones (lentigo senil), aunque no es la única. El acné, las fluctuaciones hormonales, el estrés y la exposición al sol (lentigo solar) son factores que contribuyen a dañar la superficie de la piel.
Uno de los principales motivos de este tipo de imperfecciones es que cuando la piel se daña, se desencadena una inflamación que a su vez produce un aumento de la actividad de los melanocitos, y por tanto de la pigmentación (hiperpigmentación postinflamatoria).
Además, tras curar una imperfección de la piel (por ejemplo, un grano, un punto negro o una simple lesión), siempre deja una huella de su paso, como una marca, en forma de mancha marrón, beige, rojizo o violáceo.
Una buena rutina de belleza debe tener como objetivo ante todo prevenir futuras imperfecciones. Todos los tipos de piel pueden ser propensos a este tipo de imperfecciones, pero las personas que tienen la piel oscura pueden sufrirla más fácilmente, ya que cuando la piel es un poco más oscura, los niveles de melanina ya son más altos. Por otro lado, las personas de piel muy clara deben utilizar siempre protector solar, incluso en invierno, ya que el sol es uno de los principales causantes de la aparición de manchas e imperfecciones.
Existen muchos productos en el mercado que contienen ingredientes con propiedades exfoliantes e iluminadoras que puedes incluir en tu rutina diaria. Uno de los más comunes y efectivos es la niacinamida (un derivado de la vitamina B3), utilizada para la formulación de sueros y humectantes. Otros ingredientes igualmente efectivos y populares son el ácido azelaico y el ácido ascórbico (derivado de la vitamina C). Los sueros de vitamina C han sido particularmente efectivos últimamente, ya que el uso regular ayuda visiblemente a mantener un tono de piel uniforme. Otra categoría de productos que está teniendo un gran éxito en este campo son los retinoides (derivados de la vitamina A), que estimulan la renovación celular y el colágeno, haciendo visiblemente más uniforme la piel del rostro.
Es un tratamiento no invasivo realizado con ácidos exfoliantes que se utilizan para eliminar las capas superficiales de la piel donde se encuentran las células muertas para favorecer la formación de nuevas capas de piel sin imperfecciones. Los tres tipos más comunes de exfoliaciones que se utilizan para el tratamiento de la hiperpigmentación son las exfoliaciones glicólicas, las exfoliaciones TCA y las exfoliaciones fenólicas. También se pueden dividir según la intensidad (delicado, medio y profundo). El tipo e intensidad del peeling lo determina el especialista teniendo en cuenta tanto el tipo de piel como las imperfecciones. El tratamiento dura alrededor de media hora y debe ser realizado por un dermatólogo, ya que aunque no es un tratamiento quirúrgico, puede tener efectos secundarios si no se realiza correctamente.
En las primeras etapas posteriores al tratamiento, la piel aparecerá bastante escamosa, especialmente durante la primera semana. Basta pensar que "peel" en inglés significa "to peel", pelar. Los resultados seguirán mejorando gradualmente durante los próximos tres meses. Puede ser necesaria una serie de varias sesiones a intervalos regulares para obtener resultados óptimos.
Este tratamiento también se conoce como IPL (Luz Pulsada Intensa) y BBL (Luz de Banda Ancha). Actúa emitiendo un arco de luz visible de amplio espectro que penetra en todas las capas de la piel y ataca la pigmentación más oscura (hiperpigmentación). Durante la primera y segunda semana después de la sesión, las manchas pigmentadas se oscurecen y parecen subir a la superficie de la piel, luego se desvanecen gradualmente para una piel más sana y uniforme. Nuevamente, este es un procedimiento no invasivo y la sesión no dura mucho. Los tratamientos deben espaciarse 3 o 4 semanas, y para obtener mejores resultados es necesario hacer más de una sesión.
Desafortunadamente, este sistema no se recomienda para personas con piel oscura, ya que la energía de la luz emitida es absorbida por la melanina y la piel es más propensa a sufrir quemaduras y cicatrices. Siempre considera consultar a un especialista antes de cualquier tratamiento.
Se trata de un tratamiento no quirúrgico que tiene como objetivo eliminar las primeras capas de la piel para promover la formación de tejido cutáneo nuevo sin imperfecciones. Como en el caso del peeling, cuanto más profundo es el tratamiento, más tiempo tarda la cicatrización, pero, en general, los resultados también son más apreciables.
Hay muchos tipos de láser que se pueden utilizar y el especialista podrá recomendarte el que mejor se adapte a tu tipo de piel e imperfecciones. Podemos citar el láser de CO2, el láser Fraxel, el Halo y muchos más. Los láseres también pueden ser de tipo ablativo o no ablativo: el primero permite eliminar toda la parte superficial de la piel, mientras que el segundo solo se dirige a las capas inferiores, dejando intactas las capas más superficiales.
El número de sesiones, así como el tiempo de cicatrización y los resultados varían según el tipo de láser utilizado y el grado de imperfección a corregir. En principio, se puede reanudar la actividad habitual de inmediato, siempre que se tomen las precauciones adecuadas contra el sol y se sigan todas las recomendaciones médicas.