Dientes más blancos gracias a la dieta blanca
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La sonrisa es una de las partes más importantes de nuestro rostro. Precisamente por ello, en los últimos años se ha disparado la demanda de tratamientos estéticos relacionados con la salud bucodental. Cada vez son más los adultos que se animan a usar ortodoncia para conseguir que todas las piezas dentales estén en su sitio; que usan fundas o carillas para cubrir dientes estropeados, o que se someten a un tratamiento de blanqueamiento dental.
El esmalte dental se va desgastando con el paso del tiempo y es normal que su tono nacarado tienda hacia uno más amarillento. Este efecto se ve agravado en el caso de personas que fuman o toman habitualmente té o café.
Los tratamientos de blanqueamiento dental que se realizan hoy en día son bastante seguros y producen buenos resultados. El único efecto secundario apreciable es algo más de sensibilidad en los dientes, un efecto que acaba por desaparecer con el paso del tiempo.
Para conseguir el resultado buscado con el blanqueamiento conviene extremar el cuidado de los dientes y de la alimentación mientras dure el tratamiento.
Blanqueamiento dental y sus precauciones
Los tratamientos más habituales de blanqueamiento dental combinan las sesiones de peróxido de hidrógeno que se hacen en las clínicas dentales con sesiones de peróxido de carbamida en el domicilio. Este tratamiento suele durar unas dos semanas; durante ese proceso hay saber que el esmalte está siendo sometido a un método que hace que su estructura química varíe, por lo que hay que andarse con cuidado.
Mientras se está realizando el blanqueamiento la superficie del esmalte es más porosa y, por tanto, puede absorber más fácilmente las manchas, así que hay que abstenerse de tomar ciertos alimentos y bebidas, e incluso de realizar ciertas actividades como fumar o acudir a piscinas con cloro.
Hay alimentos que por sus peculiares características pueden manchar los dientes más de lo normal, y por eso deben evitarse desde el primer día de tratamiento y hasta pasados cuatro días una vez finalizado.
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Alimentos que debes evitar
Se trata del té, el café, las bebidas de cola y las carbonatadas; verduras como las espinacas y la remolacha, el chocolate negro, las frutas cítricas y con color, las salsas embotelladas (esto incluye también el tomate frito y la soja, no solo el ketchup y la mostaza), el pimentón, el curry y, en general, todo tipo de colorantes alimenticios.
Como hemos señalado antes, durante el tratamiento el esmalte se ve alterado. De este modo, después del mismo es necesario dejar pasar un tiempo para que se rehidrate y pierda las propiedades permeables.
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La dieta blanca
Pero no todo son precauciones, también hay una serie de alimentos que se pueden tomar sin ningún problema durante el período en el que se está realizando el tratamiento de blanqueamiento dental. Esto es lo que se conoce como dieta blanca.
Se pueden beber líquidos blancos y no carbonatados, como el agua, la cerveza o el vino blanco. Además, se pueden tomar sin ningún problema carnes, pescados, pasta sin salsa, verduras o ensaladas (salvo espinacas y alcachofas) y también frutas sin color, como el plátano, la manzana o la pera.
Alimentos para blanquear los dientes
Tanto si te has hecho un blanqueamiento y quieres mantener durante más tiempo sus efectos, como si quieres que tus dientes luzcan más blancos, hay una serie de alimentos que te pueden ayudar a conseguirlo.
El queso es uno de los lácteos más populares, pero es que además, al ser rico en ácido láctico, ayuda a reforzar el esmalte y a prevenir la caries.
La manzana es una buena aliada para luchar contra la placa dental; gracias a que aumenta la producción de saliva ayuda a eliminar problemas de mal aliento.
Entre las verduras, el brócoli es una de las más apreciadas, aporta calcio, ácido fólico, fibra, vitamina A, hierro y antioxidantes, una combinación única para ayudar a proteger el esmalte de los dientes. La barrera que crea este alimento ayuda a proteger los dientes de las manchas de otros alimentos, y además, al estimular la producción de saliva, contribuye a disminuir las manchas en las piezas dentales.
El zumo de limón puede no parecer lo más apetecible, pero tiene una gran cantidad de efectos beneficiosos sobre el organismo. Los expertos aconsejan no abusar de esta bebida por ser un cítrico, pero también se pueden disfrutar de sus ventajas para dejar los dientes más limpios. En estos casos los especialistas recomiendan no lavar los dientes hasta pasada media hora desde que se ha tomado el zumo.
Consejos para tener unos dientes más blancos
Además de tomar los alimentos de la llamada dieta blanca, para mantener los dientes en el mejor estado posible hay que cepillárselos al menos dos veces al día, y en la medida de lo posible hacerlo inmediatamente después de comer o beber alimentos de color oscuro que puedan manchar el esmalte.
Para evitar la aparición de caries u otros problemas bucodentales hay que acudir al dentista al menos una vez al año y realizarse, además, una limpieza bucal apara remover la placa. Si tiende a acumularse mucha placa, la tartrectomía o limpieza bucal se puede llevar a cabo cada seis meses.
Trucos para que tus dientes se vean más blancos
Si tienes un evento o cita importante y quieres que tus dientes estén más blancos, lo que puedes hacer es ayudarte con el maquillaje. Los lápices labiales en tonos claros suelen resaltar el color amarillento de los dientes, por lo que en estos casos es mejor optar por un color coral medio o un rojo claro; ambos tonos contribuyen a que los dientes se vean más bancos. En líneas generales, para disimular los dientes amarillentos van mejor los pintalabios que tengan una base azulada.
En el caso de que no tengas en casa ningún pintalabios que te pueda ayudar, puedes aplicar un poco (muy poco) de sombra azul mate en los labios justo antes de aplicar el pintalabios, eso cambiará un poco el tono y ayudará a que tus dientes se vean más blancos.
↪️ ¿Sabías que hay alimentos que no ayudan a mantener tus dientes blancos? ¿Te has realizado algún blanqueamiento dental? ¡Entra en nuestro foro y cuéntanos cómo te ha ido!
