Cicatrices tras reducción de mamas: ¿qué hacer?
Que la reducción mamaria deja marcas indelebles es un hecho. ¿Qué hacer en aquellos casos en los que esta intervención es indispensable para recuperar la armonía del cuerpo?
Lo primero que debemos aclarar es que la entidad de las cicatrices no siempre es igual: el primer factor que determina la extensión es la tipología de la operación. Las diversas técnicas empleadas implican incisiones muy diversas, tanto en extensión como en profundidad, cicatrices cuyo aspecto también es distinto tras la curación.
Las técnicas más difundidas para la reducción del volumen del pecho son dos: una prevé una incisión en forma de "T" invertida bajo el pezón y el surco mamario, y la otra se realiza con una incisión periareolar, en ocasiones combinada con una vertical.
Ya que estas incisiones son inevitables, es fundamental que, inmediatamente después de la intervención, se adopten las medidas adecuadas para curar la cicatriz de una manera óptima, haciendo que el resultado sea plenamente satisfactorio desde el punto de vista estético.
Sin embargo, la mastoplastia de reducción, más allá de reducir las dimensiones, limita el peso de las mamas, que en algunos casos puede provocar escoliosis y dolores articulares que obligan a intervenir y remodelar completamente el seno.
Como es natural, la labor del cirujano será aconsejar el mejor producto para optimizar las cicatrices y evitar inflamaciones o infecciones, esto es, el riesgo por engrosamiento y queloides en aquellas pacientes con predisposición.
Apenas se han curado las heridas, es el momento de pensar en la protección. Existen productos especiales de gel de silicona que son considerados la mejor terapia para adecentar el aspecto de la cicatriz. Los hay de varios tipos según vayan a cubrir una incisión perioareolar, vertical o en forma de "T".
También los masajes pueden ser una medida útil en el proceso de recuperación de las heridas, así como el mantenimiento constante de la hidratación e higiene en la zona operada. Mantenerse alejados durante algunos meses de los rayos del sol es indispensable y necesario para que los tejidos vuelvan a la normalidad, un proceso que puede acelerarse con un estilo de vida sano, evitando, sobre todo, el tabaco y el alcohol.
Intervención de una reducción mamaria
Para cualquier mujer, los senos son una de las partes más importantes del cuerpo, representan nuestra parte más femenina y maternal y será por ello que tanto nos importa cualquier detalle sobre la intervención quirúrgica, una vez hemos decidido pasar por ello.
Preoperatorio
Como cualquier operación requiere, tu cirujano te mandará a hacer unas pruebas médicas previas a la cirugía; análisis de sangre, radiografía de tórax, electrocardiograma y en esta intervención de reducción mamaria, también tendrás que hacerte una mastografía (es un estudio de rayos X para detectar cualquier anomalía que puede haber en las mamas).
Por otro lado, te recomendarán dejar el tabaco un mes previo a la operación y la suspensión de ciertos medicamentos como pueden ser aspirina y antiinflamatorios.
Durante la operación
La paciente será tratada con anestesia general y la intervención puede durar entre 2 y 5 horas, periodo en el cual, el cirujano realizará los siguientes pasos:
- Hace 3 cortes en el seno, uno en la parte inferior de la areola, otro corte hacia abajo, formando una T con el anterior corte y que llega hasta el pliegue del pecho y un tercer corte a lo largo del pliege inferior.
- En este segundo paso, se extrae el tejido, la piel y la grasa sobrante para dejar una nueva medida de seno más pequeña. Es el momento de colocar la areola y su pezón, situándolos en una posición más alta de la que estaba.
- Es el momento de cerrar las incisiones y remodelar la mama.
- En ocasiones, el cirujano realiza una liposucción junto con la reducción de mama para remodelar toda la parte de pecho y axilas.
El postoperatorio
Los días posteriores a la operación, la paciente deberá guardar reposo y llevar, tanto de día como de noche, un sostén con buen soporte. Tendrá que dormir boca arriba y como será muy posible que esté dolorida, le pautarán algún analgésico.
Pasados unos 8 a 15 días le extraerán los puntos. A algunas pacientes se les coloca un drenaje durante 3 días para drenar todo exceso de fluidos y así evitar infecciones.
Una vez retirados los puntos, la paciente tendrá que estar un periodo de 6 meses sin poder realizar ejercicios que supongan un sobreesfuerzo, levantamiento de pesas, ejercicios de mucho impacto, etc.
Puede consultar los especialistas en mastoplastia de reducción haciendo clic aquí, los cuales les aportarán información adicional y detallada de las distintas opciones quirúrgicas y el mejor tratamiento para curar las cicatrices.
La ginecomastia
La reducción mamaria no sólo se practica en las mujeres, sino también en algunos hombres.
Durante la pubertad, algunos chicos sufren un trastorno caracterizado por el aumento de mamas. Este aumento puede ser debido a varias causas; por una acumulación de tejido glandular mamario, por una enfermedad o por el motivo más común que es el sobrepeso.
Teniendo en cuenta que la mayoría de jóvenes que padecen de ginecomastia son obesos, podríamos decir que este tipo de trastorno suele derivar en complejos muy serios para el joven que lo padezca y llevando a profundas depresiones y gran pérdida de autoestima.
La parte positiva de esta alteración es que tiene cura y normalmente, suele ser transitoria. No obstante, para aquellos pacientes que al llegar a la edad adulta, o bien, cuando adelgazan, ven que aún no se les corrige de forma natural, deberán saber que existen tratamientos que pueden eliminar la causa que lo ha creado o bien, someterse a la cirugía plástica, como es la reducción mamaria.
¿Por qué se produce la ginecomastia?
Teniendo en cuenta que a los hombres sólo les sale una fina capa de grasa debajo de la piel en la zona de los pechos, la ginecomastia es el resultado de la aparición de glándulas mamarias en lugares dónde no deberían, pudiendo ocurrir en un sólo pecho o en los dos.