¿Qué tipo de superficie de implante es adecuada para el aumento de senos?
Un aspecto importante a considerar estás interesada en un aumento de senos es el tipo de implante. Si bien el tamaño y la forma del implante son factores obvios para tomar la decisión, la superficie de un implante también juega un papel clave en sus resultados prolongados. En el siguiente artículo, nos enfocaremos en diferentes tipos de superficies de implantes.
¿Qué tipo de superficies de implantes mamarios existen?
- Superficie lisa
- Superficie micro texturizada
- Superficie macro texturizada
Tradicionalmente, los tipos de superficie se ha distinguido entre los implantes lisos o texturizados. En la actualidad, existe una categorización internacional estándar que divide los implantes en lisos, micro texturizados y macro texturizados.
Las superficies lisas avanzadas son desarrolladas hasta el más mínimo detalle y, en comparación con los implantes tradicionales micro o macro texturizados, tienen un riesgo significativamente menor de desarrollar la contractura capsular durante los primeros cinco años después del aumento mamario.
Complicaciones como el seroma tardío y la formación de doble cápsula no se han comunicado con estas superficies lisas avanzadas.
Posibles beneficios e inconvenientes de cada superficie de implante
En general, los implantes lisos se ven y se sienten de forma más natural y también pueden moverse libremente en las bolsillos después del aumento de senos, lo que permite que el implante imite mejor el movimiento de los senos naturales, pero por otro lado puede llevar a una posible malposición del implante a lo largo de los años.
Por su parte los implantes de textura, durante el proceso de curación se adhieren al tejido de manera circundante, evitando así el desplazamiento y la rotación del implante en el seno.
La literatura generalmente menciona una mayor tasa de contractura capsular en los implantes lisos tradicionales en comparación con los implantes de textura macro, aunque hay publicaciones que ponen en duda esto y reportan que la probabilidad de la contractura capsular es comparable entre los implantes de textura lisa y macro texturada, dependiendo de la posición del implante sobre o debajo del músculo.
Sin embargo, los implantes de textura macro, y especialmente aquellos con una estructura rugosa, también tienen sus inconvenientes; la fijación del implante al tejido puede provocar un arrugamiento del implante, lo que puede contribuir a la ruptura del implante. En cuanto a los implantes con textura macro, también están mucho más asociados con BIA-ALCL (el linfoma anaplásico de células grandes asociado a implantes mamarios) y a la doble encapsulación en comparación con los implantes tradicionales de textura lisa o micro texturizada.
Hasta ahora no se ha llegado a un consenso sobre si existe una diferencia significativa entre los implantes tradicionales lisos y texturados en lo que respecta a la probabilidad de infección, hematoma, seroma, malposición y diversas deformidades.
¿Por qué deberíamos considerar la superficie de un implante al elegir el correcto?
Al comparar las superficies de diferentes tipos de implantes, es necesario tener en cuenta la adherencia del implante al tejido de bolsillo, así como la forma y el resultado estético resultante de la ampliación de la mama y la compatibilidad del implante con el tejido circundante.
Se supone que los implantes que penetran en el tejido levantan los senos y evitan que se caigan. Sin embargo, la seguridad del implante, especialmente la compatibilidad del implante y el tejido circundante, ¡es primordial para nuestros pacientes!
¿Qué impacto tiene la superficie de un implante en su seguridad?
Las superficies rugosas y macro texturadas se han asociado con una mayor frecuencia de complicaciones inflamatorias crónicas prolongadas (1), como el seromo tardío, la doble cápsula y, finalmente, los casos notificados de BIA-ALCL.
Se realizan aproximadamente 1,5 millones de procedimientos de implantes mamarios anualmente. A escala global, hemos registrado solo 600 casos de BIA-ALCL. Sin embargo, todavía tenemos que tomar este asunto muy en serio.
En diciembre de 2018, el mayor fabricante de implantes mamarios certificado por la FDA no recibió renovación de la certificación CE para implantes texturados y, por lo tanto, fue retirado del mercado. La salud es lo más preciado que tenemos, por lo que elegir un implante mamario seguro debe ser nuestra prioridad.
¿Qué tipo de superficie de implante prefiero y por qué?
He estado usando los implantes Motiva® SmoothSilk® de Establishment Labs® por más de 8 años, y en más de 1.500 pacientes. De acuerdo con las normas internacionales, estos implantes se clasifican como lisos, pero no son lo mismo que las generaciones anteriores de implantes lisos, que tienen una serie de inconvenientes.
Me convencieron por su enfoque científico para mitigar los problemas conocidos de los implantes de silicona que han estado en el mercado durante mucho tiempo. Su nano-superficie recientemente desarrollada fue una de las razones importantes por las que elegí usar estos implantes.
Los implantes Motiva® se han utilizado con éxito para el aumento mamario durante casi una década y, por lo tanto, cuentan con pruebas suficientes para la evaluación estadística. Los datos muestran una reducción en el número de contracturas capsulares a menos del 1% durante los primeros 5 años. No se registraron la aparición de seroma tardío o formación de doble cápsula.
Esto sugiere una mejora en la compatibilidad del tejido en comparación con otros tipos de implantes y, además, la capa de barrera también evita la fuga de gel de silicona. Gracias a su innovador indicador de barrera BluSeal®, un operador puede verificar a simple vista que el implante no está dañado porque la capa de barrera de color permite un control visual de la integridad del implante.
Todas estas son factores importantes para mí y mis pacientes con respecto a la seguridad de los implantes de silicona.
Dr. Manuel Enrique Chacón Quirós
(1) Hall-Findlay EJ. Breast Implant Complication Review: Double Capsules and Late Seromas Plast. Reconstr. Surg. 2011;127: 56-66. doi: 10.1097/PRS.0b013e3181fad34d