¿Cómo debe ser tu dieta antes y después de una cirugía estética?
Someterse a una intervención puede generar muchas dudas. Entre ellas cómo y con qué alimentarse en los momentos previos y posteriores a la cirugía para lograr los mejores resultados. El equipo de nutricionistas de Clínicas Dorsia responde.
La cirugía plástica está a la orden del día, sin embargo, sigue generando dudas.
Si estás decidida a pasar por el bisturí, debes saber que el equipo médico en el que hayas depositado tu confianza te acompañará en el proceso y resolverá cualquier cuestión o temor de importancia. De ellos depende en gran parte el éxito de la operación, sin embargo, hay mucho más allá de las cuestiones más prácticas. Por ejemplo, la alimentación que sigues en los días previos y posteriores es muy relevante, aunque suela pasarse por alto como algo secundario. Clínicas Dorsia dispone de un equipo de nutricionistas expertos en la materia que, no solo ponen en marcha planes de pérdida o aumento de peso, sino que también conoce las pautas nutricionales más adecuadas para que el camino al quirófano y la recuperación después sean lo más rápidas y eficaces posibles.
¿Qué comer antes de una cirugía estética?
El día ya está marcado en el calendario, vas a operarte. ¿Cómo preparar los días previos? Dependerá en gran medida del tipo de cirugía al que vayas a someterte. Está claro que no será lo mismo una abdominoplastia que un lifting facial, pero en general debes evitar una ingesta excesiva de alcohol, café o té, excitantes del sistema nervioso, así como fumar tabaco, ya que afecta a la circulación sanguínea, entre otros efectos.
Con el fin de aportar al cuerpo todos los nutrientes que necesite para encarar la operación, debes cuidar desde un mes antes tu alimentación. Incrementa las proteínas, verduras y fruta que consumes; restringe los azúcares refinados, que pueden deprimir el sistema inmune e inflamar; añade algo de carne roja, ya que sus ácidos grasos son interesantes para el mantenimiento de los tejidos; elige grasas cardiovascularmente saludables, como la del aguacate, las nueces, el aceite de oliva virgen extra o el pescado azul; no dejes de tomar yogures, kombucha y fermentados que refuercen la microbiota y presta atención a los antioxidantes de tus comidas para que tus células puedan hacer frente a los radicales libres y los efectos del estrés previo al gran día.
¿Qué comer después de una cirugía estética?
No se trata de ponerse a régimen, a no ser que el experto haya pautado una alimentación restrictiva para obtener un déficit calórico, sino de potenciar ciertos alimentos que ayuden a que la inflamación sea menor, así como la posibilidad de sangrado. Si además mejoran la cicatrización de las heridas, refuerzan el sistema inmunológico o realizan un ligero efecto anestésico o relajante mucho mejor porque notarás que el post-operatorio es más llevadero. Anota en tu próxima lista de la compra:
- Líquidos: no solo para mantenerte hidratada, también para mantener la piel elástica y favorecer la depuración natural del cuerpo.
- Hidratos de carbono: imprescindibles para tener energía, aunque a ser posible integrales o sin refinar. Así que apuesta por pasta y arroz integrales o de legumbres y olvídate de pasteles, panes y galletas ricos en azúcares cuyos hidratos son de rápida absorción.
- Proteínas: mejor las procedentes del pollo o el pavo, de fácil digestión. Las proteínas ayudan a la cicatrización y reparación natural de los tejidos, ya que potencian la formación de fibroblastos y de vasos sanguíneos.
- Fibra: evita el estreñimiento, por lo que acompañada de una ingesta adecuada de líquidos es imprescindible cuando tienes que hacer reposo. Fruta y verdura son la mejor elección para incorporarla a tu menú diario.
- Antioxidantes: productos ricos en vitamina A, C y E permitirán que el cuerpo se defienda de las agresiones externas y se mantenga (aún más) fuerte y joven.
Para evitar la inflamación, sobre todo si la cirugía es facial o la realizas en un lugar con clima cálido o con alta radiación solar, apuesta por alimentos fríos. El gazpacho o la vichyssoise, granizados, helados, ensaladas frescas o frutas mantenidas en la nevera serán tus mejores amigos. Pero, cuidado con elegir alimentos ultra-procesados ricos en grasas o azúcares solo por ser fríos, ya que no son recomendables. En cambio, debes dejar por un tiempo alimentos excesivamente calientes, de forma que no alienten la hinchazón o el sangrado.
Además de la temperatura de tu dieta, puede que necesites atender a la presentación o textura. En algunos casos resulta recomendable hacer dieta blanda o líquida para evitar mover los músculos faciales o craneales afectados por determinadas intervenciones.
Por otro lado, en todos los casos en los que el abdomen sea tratado, o se deba guardar un reposo relativamente extenso, se recomienda reforzar el líquido y la fibra que se ingiere. Ahora, ten cuidado con aquellos alimentos flatulentos, como los garbanzos, el repollo o el brócoli, ya que pueden generar más gases. También las bebidas carbonatadas pueden producir el mismo efecto.