El doctor Jorge Planas comparte la técnica de la rinoplastia para corregir estas alteraciones de la nariz.
Las alteraciones de la forma de la nariz es una de las preocupaciones estéticas más frecuentes, por eso la rinoplastia se sitúa en el podio de las intervenciones de cirugía estética.
En Corpore Sano hemos hablado muchas veces de diferentes tipos de rinoplastias según la forma de la nariz. Hoy vamos a hablar de cómo corregir una nariz hundida.
La nariz hundida se caracteriza por una depresión del dorso nasal, o sea una falta de estructura en lo que es el puente nasal, en lo que es el dorso nasal. Y para ello, evidentemente, necesitamos aportar ahí un material para poder volver a darle estructura a ese dorso nasal. Dependiendo del grado de hundimiento de la nariz, necesitaremos un material más o menos rígido que dé mayor o menor soporte al dorso nasal. Así, en grandes deformidades, necesitamos imperiosamente aportar hueso de la propia persona que lo podemos sacar de diferentes lugares, el más común de todos: la pelvis. Ese hueso, se transporta desde la pelvis hasta el dorso nasal y da una estructura mucho más proporcionada a todo lo que es la nariz.
Cuando el grado de hundimiento es más moderado, podemos aportar cartílago. Cartílago que puede ser de una costilla, de la oreja o del propio tabique nasal; son los tres (3) puntos donde en el organismo podemos encontrar cartílago, material que podemos aportar para ayudarnos a reconstruir ese dorso nasal. Ese cartílago lo curvamos mediante un rayado del pericondrio de un solo lado para crear esta forma de teja que nos será muy útil porque nos dará la forma curva del puente nasal. Y para los casos más leves, para los casos donde el hundimiento no es tan grande, utilizamos una técnica personal que ideé hace unos años que es la utilización de la lámina de regeneración dérmica.
La lámina de regeneración dérmica es una matriz regenerativa de colágeno y glicosaminoglicanos que va a desaparecer una vez introducida en el puente nasal, a los cuarenta (40) días ha desaparecido pero ha ayudado a crear en la misma forma y en las mismas dimensiones de la que se ha puesto, la propia dermis del paciente, o sea actúa como una matriz para regenerar la dermis del propio organismo, y eso tiene muchas ventajas. Entre ellas que el tacto es totalmente natural, que no se notan los bordes del material que a veces cuando colocas cartílago o hueso, puedes notar, en pieles finas del dorso nasal, dónde acaba ese injerto que has colocado, en cambio con la lámina de regeneración dérmica el tacto es completamente natural y es totalmente autólogo, porque es un material propio del organismo que ha creado una vez hemos colocado la lámina de regeneración. Como vemos los resultados son muy naturales, pero no solo al tacto sino visualmente y se consigue una regularidad perfecta del dorso nasal.
Muy buena semana a todos desde Corpore Sano, la semana que viene hablaremos de las mamas tuberosas.