Pápulas perladas: no son peligrosas
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Estas microlesiones pueden confundirse con las más terribles de las verrugas o interpretarse como señal de enfermedades de transmisión sexual.
Ya estén más o menos visibles (sus dimensiones varían entre 1 y 3 milímetros de diámetro) o sean evidentes a causa de la coloración, que generalmente se debe a la mucosa circundante, su presencia puede generar vergüenza y temores infundados.
Estamos hablando de las pápulas perladas, excrecencias absolutamente benignas que se presentan bajo la corona del glande en un buen porcentaje de hombres, en torno al 20-30 por ciento.
Estas microlesiones pueden confundirse con las más terribles de las verrugas o interpretarse como señal de enfermedades de transmisión sexual, pero en realidad no son, de ningún modo, contagiosas y no representan la presencia de hongos o bacterias.
¿Qué hacer si aparecen?
La mayoría de los casos no necesitan ser tratados: es rarísimo, de hecho, que las pápulas perladas sean motivo de prurito o fastidio. Sólo en casos excepcionales, estas minúsculas lesiones pueden presentar problemas particularmente importantes, con algunas repercusiones en el plano sexual o psicológico.
Aunque con el avance de la edad, las pápulas perladas tienden a ser menos evidentes, en los casos en los que no se toleran, es posible eliminarlas con técnicas poco invasivas como el láser o la crioterapia.
De manera alternativa, se recomienda consultar al médico, que nos indicará un tratamiento tópico de crema a base de imiquimod o podofilotoxina para atenuarlas sin efectos secundarios.
La importancia del diagnóstico
El diagnóstico de las pápulas perladas debe ser, absolutamente, hecho por un médico especialista que excluya, a través de la observación directa (penoscopia) o con pruebas específicas, que las lesiones bajo la corona del pene son de otra naturaleza.
Una vez confirmado que no es consecuencia de una enfermedad, sino solamente de una alteración del aspecto de la mucosa, su importancia es exclusivamente estética; se puede convivir con las pápulas perladas sin que influya en nuestra vida sexual o en nuestra salud.
Para conocer un diagnóstico seguro sobre cualquier tipo de lesiones presentes en las mucosas del pene podemos pedir consejo a un urólogo especialista o un dermatólogo experto en venereología.
Infecciones genitales más frecuentes que no son de transmisión sexual
Un tema que preocupa mucho son las infecciones genitales. Tengas o no una vida sexual activa, es de vital importancia cerciorarte de las enfermedades genitales existentes.
Son muchas las enfermedades genitales que podemos adquirir a lo largo de nuestra vida. Suelen ser, para la mayoría de las personas, patologías poco conocidas y sobre todo, de origen desconocido. Es padecer una de estas enfermedades genitales y acto seguido, si vives en pareja, te quedas con la siguiente duda “¿quién y cómo me lo ha contagiado?”.
Para aclarar todas estas incertidumbres y miedos en nuestra zona más erógena y privada, veamos qué infecciones que no son de transmisión sexual, son las más frecuentes y cómo se manifiestan en nuestra piel:
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Infecciones en zonas genitales
1. Infecciones por virus: Herpes Zoster; es una infección muy seria que provoca vesículas agrupadas con color muy intenso. Esta infección se debe a una reactivación del virus de la varicela zoster y es muy dolorosa.
2. Infecciones por hongos:
- Tiña inguinal; es una infección por hongos que se manifiesta en muslos y en la zona púbica mediante un sarpullido.
- Intértrigo candidiásico; consiste en la parasitación por el hongo Cándida albicans. Produce escozor constante en la zona vulvar y es la afectación de los grandes pliegues (normalmente localizados debajos de las ingles, axilas, etc)
- Balanopostitis candidiásica; infección en el glande por el hongo Cándida.
Tumores que puedan aparecer en las zonas genitales
Al igual que comentamos en el párrafo anterior, otro asunto que preocupa y mucho a las personas, tanto a hombres como a mujeres, son los tipos de tumores que pueden aparecer en nuestro cuerpo y qué aspecto podrían tener, siendo nuestros genitales la zona que más preocupa por ser la más difícil de inspeccionar.
Algunos de estos tumores pueden contagiarse por transmisión sexual, de aquí la importancia de practicar sexo seguro.
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Para clasificarlos, dividimos dos grandes bloques de tumores: los benignos y los malignos.
Benignos
- Quistes epidermoides vulvares: Son pequeños bultos debajo de la piel que contienen secreciones de las glándulas sebáceas.
- Angioqueratomas de Fordyce: Son un cúmulo de pequeñas pápulas de color oscuro y duras que se forman por ovillos de pequeñas venas dilatadas que aparecen en el escroto.
- Nevus melanocítico (lunar): Son pequeñas lesiones indoloras e hiperpigmentadas (lunares) que pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo pero, en especial, en la vulva.
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Malignos
- Neoplasia intraepitelial de vulva o pene: Se presenta en forma de pápulas o máculas blanquecinas, rojas o pigmentadas, pudiendo llegar a ser pruriginosas. Es un caso de lesión previa al cáncer del epitelio escamoso de la vulva o el pene y está muy relacionado con el virus del papiloma humano (HPV).
- Papulosis Bowenoide: Estas múltiples lesiones en la piel de color rojo-violácea también están relacionados con la infección por papiloma humano.
- Enfermedad de Bowen: Es un tipo de carcinoma intraepidérmico que se manifiesta como una única placa rojiza y descamativa que está también relacionado con el virus del papiloma humano.
- Carcinoma escamoso: Se presenta como pápulas eritematosas, carnosas en la piel o también como manchas. Una de sus variedades es de aspecto verrucoso muy parecido a una coliflor.
- Carcinoma basocelular: También se presenta como pápulas eritematosas y brillantes acompañadas de telangiectasias que son pequeños vasos sanguíneos dilatados formando una especie de telaraña en la piel.
- Melanoma: Su aparición es en forma de máculo-pápulas de color marrón o negruzcas que presentan bordes irreglares con posibilidad de ulceración. Este tipo de cáncer se origina por el crecimiento continuo e incontrolado de los melanocitos, que son las células responsables del color bronceado que tenemos en nuestra piel.
Como has visto en este artículo, es crucial acudir a tu médico de confianza en cuanto aprecies cualquier tipo de lesión en la piel, sea la zona que sea del cuerpo, puesto que un buen diagnóstico a tiempo puede salvarte la vida.
