Tratamiento sudor-off: la solución para la hiperhidrosis
Sudar es un procedimiento totalmente normal y natural de nuestro cuerpo. Su objetivo es regular la temperatura corporal; de ahí que cuando hace calor o practicamos ejercicio aumente de forma notable la sudoración, puesto que lo que está haciendo nuestro cuerpo es trabajar para que nuestra temperatura se mantenga en niveles adecuados.
Con frecuencia se atribuye a la sudoración una función de eliminación de toxinas, pero lo cierto es que se trata de un mito. El sudor apenas excreta nada además de agua y sales. El sudor en sí mismo es inodoro, lo que ocurre es que, al actuar con las bacterias de la piel, se producen olores desagradables. Esto es lo que explica, por ejemplo, que el sudor de las axilas huela peor que el sudor de las manos.
El sudor puede ser un problema: la hiperhidrosis
Ya hemos visto que sudar es algo totalmente natural, pero en algunos casos puede llegar a convertirse en un problema. Es lo que ocurre cuando una persona tiene una sudoración excesiva, lo que se conoce como hiperhidrosis.
Se trata de una transpiración excesiva que se produce de una forma espontánea, es decir, sin que tenga que estar causada necesariamente por el calor ambiental, por la práctica de ejercicio o por otras cuestiones físicas o emocionales.
En el cuerpo hay entre dos y cuatro millones de glándulas sudoríparas, localizadas en las palmas de las manos, el cráneo, las plantas de los pies, el rostro y las axilas. Esto implica que cuando una persona empieza a sudar en seguida se nota.
Para las personas que padecen de sudoración excesiva esta situación puede suponer un importante problema que afecta tanto a su autoestima como a sus relaciones personales, sociales, e incluso en el ámbito laboral.
El círculo vicioso de la sudoración
La hiperhidrosis afecta aproximadamente a un 3% de la poblacióny es un problema que aparece sobre los 20 o 25 años. No se sabe con exactitud lo que la causa, pero se cree que pueden influir en ella factores genéticos.
Con frecuencia, las personas con problemas de sudoración excesiva tienen importantes problemas de autoestima, y la sudoración se convierte casi en una obsesión que afecta a su estilo de vida. Se da la paradoja de que el estrés que genera el estar pendiente del sudor activa, a la vez, las glándulas sudoríparas, lo que aumenta la presencia de humedad y olor.
¿Existe solución para la hiperhidrosis?
Desde hace unos años se viene aplicando toxina botulínica o para tratar los casos de sudoración excesiva. Suele dar buenos resultados cuando se trata de una hiperhidrosis primaria localizada. Esta proteína bloquea las señales nerviosas que regulan las glándulas sudoríparas, y así se reduce la cantidad de sudor. Los efectos duran unos ocho meses.
Pero ya existen otras alternativas, como el tratamiento sudor off, que, al usar la tecnología láser, es menos invasivo.
Tratamiento sudor off
Lo que hace este tratamiento es desactivar de forma selectiva las glándulas sudoríparas, ecrinas y apocrinas que hay en las axilas, que es la parte del cuerpo cuyo sudor pone en más aprietos sociales a quien sufre hiperhidrosis.
Para ello, se usa tecnología dieléctrica 3D con láser, lo que permite hacer un tratamiento muy localizado y nada invasivo. Lo que se hace es aplicar la energía del láser sobre las axilas; cada sesión tiene una duración de 30 minutos.
El calor del láser desactiva las células sudoríparas, y por ello desde la primera sesión se consiguen buenos resultados a la hora de detener la generación de líquido y de mal olor.
A fin de comprobar si el tratamiento está funcionando, el especialista realiza una prueba antes y después de cada sesión para medir los niveles de sudoración.
El tratamiento es totalmente indoloro y son necesarias unas 10 sesiones para conseguir que los resultados se mantengan a largo plazo.
Al no ser un método invasivo, el paciente no tiene que llevar a cabo ninguna preparación antes del tratamiento, ni requiere de cuidados especiales una vez aplicado el láser, pudiendo volver de forma inmediata a su rutina. Además, el mal olor se reduce de manera eficaz desde la primera sesión y en solo un mes se notan cambios importantes en el volumen de sudoración.
Algunos consejos para sudar menos
Con frecuencia, el estilo de vida que llevamos puede afectar a la forma en que sudamos. De ahí que los especialistas aconsejen en estos casos, además de realizar el tratamiento para la hiperhidrosis, cambiar los hábitos de vida por unos más sanos, apostando por una alimentación variada y dejando de lado la vida sedentaria.
Hay alimentos y productos que por sí solos son capaces de aumentar los niveles de sudor y que, por tanto, deberían desaparecer de la rutina de las personas con problemas de sudoración. Es lo que ocurre, por ejemplo, con los azúcares, la cafeína, el alcohol, el chocolate, las golosinas, las comidas picantes y el tabaco.
El sudor en la zona de las axilas es el que más problemas suele generar. Para disminuir su presencia y su olor es aconsejable depilar o afeitar el vello de esta zona, así no habrá ningún elemento que pueda contribuir a aumentar todavía más la temperatura en esta área.
La ropa ajustada no suele ser una buena aliada en estos casos, puesto que hace que se note la humedad en la axila, lo que puede aumentar la sensación de frustración y el estrés. Tampoco conviene abrigarse más de la cuenta con el fin de que las manchas de sudor no se noten; esto lo único que hace es aumentar la temperatura corporal y, con ello, la presencia de sudor.
Lo ideal es usar ropa que sea un poco holgada en la zona de las axilas y elaborada con tejidos naturales que permitan una buena transpiración, de modo que el sudor que aparezca se pueda evaporar.
Por supuesto, nunca hay que olvidarse de seguir una buena higiene. De este modo, es aconsejable tomar una ducha a diario, ya que no es bueno que se queden restos de sudor en la piel. Y, evidentemente, hay que aplicar después desodorantes antitranspirantes que sean de calidad para frenar la aparición de olor en esa zona.