Grados de hiperhidrosis y tratamientos

Grados de hiperhidrosis y tratamientos
Mònica Aubert

Licenciada en Periodismo y Máster en Relaciones públicas y Gabinetes de Comunicación. Me encanta escribir y comunicarme con los demás. Actualmente, redacto contenidos en Multiestetica.

Creación: 19 jun 2018 · Actualización: 15 nov 2022
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Sudar es un función totalmente normal del cuerpo que tiene como finalidad refrigerar el mismo para que la temperatura corporal se mantenga dentro de los parámetros adecuados. Es muy normal sudar al hacer ejercicio, cuando la temperatura exterior es alta e incluso en las situaciones de estrés. De hecho, no sudar supondría un importante problema de salud, el problema viene cuando el nivel de sudoración es incontrolable y se produce incluso en momentos en los que no hay razón para sudar, es lo que se conoce como hiperhidrosis.

Los tipos de hiperhidrosis

Se calcula que la hiperhidrosis afecta a un 3% de la población mundial y la mayoría de los afectados coinciden al señalar que este problema les impide con frecuencia disfrutar plenamente de la vida social, puesto que acaban estando siempre pendientes del nivel del sudor.

Es común que las personas con hiperhidrosis intenten disimularla utilizando más capas de ropa, lo que agrava el problema, puesto que con más ropa la temperatura corporal se eleva y el cuerpo tiene que sudar para regularla.

Sudoración
La hiperhidrosis secundaria es aquella que es síntoma de otra afectación a la salud

Puede parecer que todos los casos de hiperhidrosis son iguales, pero no es así. Está por un lado la hiperhidrosis primaria (idiopática) o focal, que afecta a partes concretas del cuerpo como las manos, las axilas, la cara o los pies.

La hiperhidrosis secundaria es aquella que es síntoma de otra afectación a la salud. Con frecuencia la sudoración excesiva es un efecto secundario dentro de un proceso médico subyacente o está causa por razones hormonales, como un embarazo o la menopausia.

¿Por qué se produce la hiperhidrosis?

La sudoración excesiva es debida a una hiperactividad de las glándulas sudoríparas o ecrinas. El problema no es siempre permanente, hay personas que sufren de hiperhidrosis pero sólo en casos de cambios en su estilo de vida o por alguna alteración del estado de salud.

Doctora Rosa Bonal
Salamanca, Salamanca
Zaragoza, Zaragoza
Badajoz, Badajoz

Tratamientos frente a la hiperhidrosis

  • Uso de antitranspirantes

En aquellos casos que no son excesivamente graves el problema se puede solucionar con la aplicación de antitranspirantes a base de sales de aluminio. Este producto ocluye las glándulas sudoríparas y por tanto reduce el nivel de sudoración.

Con frecuencia los antitranspirantes deben usarse tanto por la mañana como por la noche, a fin de que la oclusión de las glándulas sudoríparas sea efectiva y el efecto conseguido no se pierda con el paso de las horas.

  • Toxina botulínica

El uso de toxina botulínica de tipo A se ha hecho ya muy común para tratar los problemas de sudoración excesiva, especialmente si afectan a las axilas. Mediante la inyección de una pequeña cantidad de esta sustancia se bloquea la transmisión de señales a las glándulas ecrinas, por lo que se inhibe la sudoración.

Este tratamiento tiene a su favor que produce efectos inmediatos, pero no es permanente. Pasado un tiempo es normal que el efecto de la toxina botulínica se pase y el problema vuelva a aparecer, por lo que habrá que repetir la operación.

  • Iontoforesis o tratamiento eléctrico

Lo que hace este método es introducir iones en la piel mediante una corriente eléctrica, haciendo que la electricidad desconecte de forma temporal las glándulas sudoríparas. Este tratamiento se aplica mucho en los casos de sudoración excesiva en las manos y en los pies.

  • Microondas

Con el paso del tiempo han aparecido cada vez más tratamientos destinados a acabar con la sudoración excesiva sin necesidad de tener que pasar por el quirófano, uno de ellos es el tratamiento con microondas, que destruye las glándulas sudoríparas. Se usa principalmente en la zona de las axilas y los resultados son definitivos.

  • Tratamiento farmacológico

En algunos casos es posible controlar la sudoración excesiva a través de medicación anticolinérgica. Al evitar la estimulación de las glándulas sudoríparas reduce los niveles de sudoración en todo el cuerpo.

Este tipo de fármacos se usan sobre todo para tratar la hiperhidrosis secundaria, pero sus efectos secundarios son importantes, por lo que habrá que respetar en todo caso las indicaciones dadas por el especialista médico.

  • Intervención quirúrgica

Lo que se hace en la operación es cortar los nervios que se encargan de llevar los impulsos nerviosos hasta las glándulas sudoríparas. Se realiza con anestesia general y se realizan dos pequeñas incisiones en la axila para meter una pequeña cámara y localizar los nervios que salen de la columna vertebral y se encargan de llevar los impulsos nerviosos a las glándulas sudoríparas, a continuación se cortan para conseguir detener la sudoración excesiva de forma permanente.

El paciente recibe el alta en un plazo de 12 a 24 horas y en 10 o 15 días está totalmente recuperado y puede desarrollar sus actividades habituales con normalidad.

A veces como efecto secundario tras la operación puede aparecer una sudoración compensadora en otra zona del cuerpo. Esta sudoración puede ser leve o severa y no se puede predecir en qué casos se desarrollará. Pero la mayoría de los pacientes coinciden al señalar que esa sudoración es mucho más llevadera que la hiperhidrosis que les llevó a pasar por el quirófano.

Consejos para controlar la sudoración

Existen una serie de consejos fáciles de llevar a cabo que pueden ayudar a las personas con problemas de sudoración a mejorar su calidad de vida. Lo primero que hay que hacer es evitar las comidas espaciadas, así como el café y el alcohol, puesto que estimulan las glándulas sudoríparas.

Es mejor no exponerse directamente al sol y procurar usar ropas confeccionadas con fibras naturales que permitan la transpiración, como el algodón. Para evitar los cercos de sudor en camisas y camisetas, los forros protectores para axilas pueden resultar de gran ayuda. Se pegan a la prenda y son totalmente discretos, evitando que el sudor sea absorbido por la ropa.

hiperhidrosis
El uso de toxina botulínica de tipo A se ha hecho ya muy común para tratar los problemas de sudoración excesiva

Otra alternativa es escoger prendas de colores que disimulen las manchas de sudor. Lo mejor es decantarse por colores claros o bien por colores muy oscuros, en ambos casos se disimulan bien los signos de la sudoración.

Tampoco puede faltar en la higiene diaria un antitranspirante de calidad que ayude a disminuir el volumen de sudoración.

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