10 mitos y verdades sobre los lunares
Si existe un lunar conocido mundialmente y por excelencia ese es el de Marilyn Monroe. Parece mentira como la ambición rubia hizo de él su seña de identidad, junto con su melena rubia platino. Sin embargo, aunque muchos lo desconozcan, el célebre lunar era pintado. Y es que los lunares se consideran un signo de belleza distintivo y único, ya que aportan personalidad al rostro.
Estas manchas oscuras que aparecen principalmente en la piel (aunque también pueden darse en los ojos, el cuero cabelludo o en las membranas mucosas) son causadas por una acumulación de células pigmentadas. Por norma general suelen tener formas redondeadas y su apariencia puede ser muy variable, desde pequeños puntitos hasta grandes manchas.
Podemos hablar de muchos tipos diferentes de lunares: los conocidos como nevus melanocíticos (manchas morenas), los lunares blancos (nevus leucocíticos) y los nevoides, que son manchas de color rosáceo. Cada una de estas manchas pueden variar en tamaño, color y forma dependiendo del tipo de lunar que corresponda
Si bien los lunares generalmente no son un peligro para la salud, en algunos casos se recomienda realizar un seguimiento médico para descartar cualquier riesgo puesto que también actúan como indicadores para ayudar a diagnosticar enfermedades de la piel. En este sentido será necesario acudir a la consulta del dermatólogo si se observan cambios significativos en un lunar, ya sea en su tamaño o color, o si provoca irritación, picazón o dolor. Ante estas situaciones el médico especialista deberá evaluar el caso para poder descartar cualquier problema de salud subyacente y prevenir posibles complicaciones. Por este motivo es aconsejable realizar de forma periódica autoexploraciones.
Breve historia de los lunares
Más allá de la fisiología y la anatomía, los lunares tienen un significado profundo dentro del mundo místico o espiritual. De hecho, la palabra "lunar" tiene su origen en el término del latín “lunare”, que significa literalmente "relacionado con la luna".
Desde la antigüedad se cree que los lunares son signos de buena fortuna y protección contra las vibraciones negativas. Eran muchas las culturas antiguas que consideraban los lunares como portadores de poder y magia, asociándolos con personajes sagrados e incluso con dioses.
Hoy en día, todavía simbolizan suerte y se les ve como una forma de atraer buena estrella, por lo que son muchas las personas, no solo del mundo del cine o del espectáculo, que recrean lunares en su piel ya sea con maquillaje o gracias a los tatuajes.
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Falsas creencias y verdades sobre los lunares
Es normal tener dudas y preguntas relacionadas con los lunares, y es que son muchos los rumores y bulos que corren por ahí. Veamos qué hay de cierto.
Mito 1. Los lunares extirpados vuelven a crecer
Esta creencia es falsa ya que si un lunar se extirpa por completo no debería volver a aparecer. Pero es importante programar una cita con el dermatólogo si tras haber eliminado total o parcialmente un lunar se detectan cambios en el tamaño o el color ya que estos síntomas podrían ser indicadores de cáncer de piel.
Mito 2. Si un lunar crece es síntoma de cáncer de piel
No exactamente. Si bien es cierto que el cambio en el tamaño de un lunar puede ser signo de cáncer de piel, no es la única explicación posible. Por este motivo, ante cualquier cambio es necesario pedir cita con el dermatólogo.
Mito 3. El crecimiento de un lunar en un niño no es preocupante.
Existe la falsa creencia de que como los niños crecen, los lunares que crecen con ellos no hay necesidad de controlarlos. Sin embargo, el melanoma puede aparecer en cualquier edad por lo que siempre es recomendable acudir a la consulta del especialista ante cualquier cambio sospechoso.
Mito 4. Los lunares de las palmas de las manos o de las plantas de los pies son malignos y deben extirparse.
Hace años se tenía la creencia de que los lunares de los pies y las manos tenían un alto riesgo de transformación maligna. Gracias al desarrollo de la Dermatoscopia que permite analizar los patrones internos de los lunares sin precisar de una biopsia, se ha podido determinar que la mayoría de estos lunares son benignos. En cualquier caso, ante su aparición siempre es recomendable acudir a la consulta del dermatólogo
Mito 5. Los lunares con relieve son malignos
Algunos lunares cambian y evolucionan a medida que crecemos, pudiendo ganar relieve o una apariencia verrugosa. A este tipo de lunares se los conoce como nevus melanocíticos intradérmicos o verrugosos, y son totalmente benignos.
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Mito 6. Todos los cánceres de piel comienzan como lunares.
Esta es una falsa creencia muy común. Lo cierto es que hay muchos tipos de cáncer de piel, y precisamente el tipo que tiende a comenzar en los lunares se llama melanoma. Sin embargo, solo alrededor de 1/3 de los melanomas se originan dentro de lunares ya existentes.
Mito 7. Tocarse o rascarse un lunar puede hacer que crezca y convertirlo en maligno.
En absoluto, aunque es cierto que no se recomienda rascarse un lunar o tratar de quitarlo uno mismo ya que puede ser arriesgado y llegar a causar una infección.
Mito 8. Los lunares deben protegerse más del sol que el resto de la piel.
Esto es totalmente falso. De hecho, los lunares son una acumulación de melanocitos, las células que se encargan de proteger la piel de la radiación ultravioleta, por lo que precisamente el lunar está más protegido que el resto de la piel. La realidad es que el melanoma suele desarrollarme más habitualmente sobre la piel normal y no sobre lunares ya existentes. En cualquier caso es necesario proteger siempre la piel cuando vaya a estar expuesta al sol con filtros de protección solar.
Mito 9. Si un lunar tiene pelo, no es canceroso.
Esta afirmación es en realidad una falsa creencia muy peligrosa y es que, si bien es cierto que el melanoma tiende a hacer que se caigan los pelos de los lunares esto no se da hasta que el cáncer ya está en un estado bastante avanzado, por lo que no realizar una consulta médica bajo esa premisa podría retrasar la detección y el tratamiento de un posible cáncer de piel.
Mito 10. Los lunares se heredan.
Esta creencia no es del todo cierta ya que los lunares no se heredan directamente, pero sí que se puede heredar una predisposición genética a desarrollarlos.
Artículos de referencia:
Myths and Facts about Moles. (s.f.). Dermatology Associates of Atlanta, GA |. https://dermatlanta.com/blog/myths-and-facts-about-moles/
Falsas creencias de los lunares - Didac Barco. (s.f.). Didac Barco. https://dbdermatologiabarcelona.com/falsas-creencias-de-los-lunares/