Eliminar tatuajes: ¿láser o cirugía?
Los tatuajes están muy extendidos en la actualidad, a pesar de que cada vez son más las solicitudes para eliminarlos: no es raro que un diseño ya no nos agrade por distintas razones o que ya no deseemos verlo todos los días en nuestro cuerpo.
¿Qué hacer? El método menos invasivo para eliminar los tatuajes es, indudablemente, el láser, el cual no deja huellas en la piel, siempre y cuando se haya utilizado correctamente. Además, solo requiere de un número determinado de sesiones ambulatorias. Pero no siempre el láser consigue su objetivo, especialmente si el diseño es muy grande o si este se realizó con pigmentos cuya eliminación no es suficiente la incidencia del rayo.
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En algunos casos, la complejidad para eliminar cada trazo del tatuaje hace necesario optar por su extirpación, que es una técnica propia de la cirugía plástica. Debe ser el especialista el que confirme cuáles son las indicaciones a seguir según su extensión y la zona del cuerpo en la que se encuentra el diseño, ya que es indispensable que haya cierto grado de flacidez en la piel que se va a tratar.
La eliminación quirúrgica
La resección puede llevarse a cabo de una sola vez o bien en dos intervenciones si la extensión es demasiado grande, con un paréntesis de tres meses entre la primera y la segunda. Cuanto más invasiva sea la intervención, mayor será la probabilidad de que la cicatriz sea visible.
En general, tras la operación queda una cicatriz lineal, ligeramente más larga que el tatuaje eliminado, por lo que es necesario tomar todas las precauciones posibles para que la cicatrización se produzca correctamente en un momento en el que la piel está muy tensa.
Será el cirujano el que valorará si lleva a cabo la intervención en dos partes o si opta por otras soluciones alternativas, que van desde el uso de material de bioingeniería y el injerto de piel a la expansión de la dermis antes de proceder a la eliminación del tatuaje.
Los resultados de estos procedimientos no siempre se aprecian estéticamente. Tras la intervención deben utilizarse vendas elásticas y cremas especiales a base de gel de silicona para favorecer la cicatrización.
Para determinar las indicaciones a seguir en la eliminación de un tatuaje es necesario concertar una cita con un cirujano plástico, que será el encargado de aportar información detallada y personalizada sobre cada caso, incluso el tiempo, el método a seguir y el precio de la intervención.
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Curiosidades de los tatuajes
- El primer tatuaje conocido en la historia es de hace unos 3.000 años y lo llevaba la momia Ötzi. El misterioso Hombre de los Hielos contaba con 57 tatuajes por todo el cuerpo y en capas muy profundas de la piel. Según los científicos que han estudiado la momia, los tatuajes forman figuras geométricas y creen que se realizaron con carácter terapéutico. Con este descubrimiento, nació la principal superstición de los tatuadores, y es que deben tener un número impar de tatuajes en el cuerpo, al igual que Ötzi, pues creen que llevar un número par, da mala suerte.
- ¿Sabías que existen unos 100 colores para tatuar? Pues ya lo sabes y ahora no tendrás excusa para limitarte a los típicos tatuajes.
- Por si te estás planteando dedicarte al mundo del tatuaje, sólo te puedo decir que 1 de cada 8 personas en todo el mundo tienen, al menos, un tatuaje en su cuerpo. Se calcula que un 36% de personas en edades comprendidas entre los 18 y 29 años tienen, al menos, un tatuaje.
- Por si te resulta curioso, la mujer más tatuada de Europa es Lidia Reyes, una española con un 90% de todo su cuerpo tatuado.
- En la actualidad, el hombre más tatuado del mundo es Gregory Paul McLauren. Cuenta con el 100% de su cuerpo tatuado.
- Un gremio que fueron pioneros en Occidente en marcar sus pieles con tinta fueron los marineros. A cada puerto que llegaban, se tatuaban las novedades que allí veían.
- El primer prototipo de máquina para tatuar lo patentó Thomas Edison en el año 1800. Años más tarde, el tatuador Samuel O’Reilly realizó modificaciones de dicha máquina durante unos 15 años, hasta que en el año 1891, patentó su primera máquina de tatuar.
Si tienes pensado pertenecer al porcentaje de la población que tiene, al menos, un tatuaje en el cuerpo, a continuación podrás observar diferentes aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir, la zona a tatuar, el dibujo en sí y los colores:
- Hay personas que son alérgicas a los colores. Si sospechas ser alérgica o quieres saberlo antes de dar el paso, tienes dos opciones:
- Te haces una pequeña prueba en una parte discreta del cuerpo o en la parte que quieres tatuarte.
- O bien, hacerte un test de parche específico para elementos.
- Hay zonas más sensibles que otras. Por ejemplo, pies, tobillos, costillas, pecho y cuello son las zonas más dolorosas para realizar un tatuaje, según muchos tatuadores.
- ¿Piel blanca o morena? Dependiendo de tu color de piel, el tatuaje puede quedar distinto, puesto que varía de una piel a otra. Por ejemplo, en pieles morenas, los colores vivos no se aprecian tanto como en pieles blancas.
- Los tatuajes en las manos deben ser retocados una vez al año, ¿lo sabías?
- Manos, los talones del pie y las plantillas son zonas donde la piel se regenera más frecuentemente, por lo que se requiere retocar los tatuajes en dichas zonas cada año, siendo en algunas personas, hasta cada tres meses.
- Cuando te borran un tatuaje, tu piel no volverá a ser la misma que era antes del tatuaje. Tras la eliminación de un tatuaje con láser, podría quedar residuos de pigmento en la piel, además de cicatrices y decoloración en la zona.