La otoplastia es una cirugía con la que podemos modificar la forma y el tamaño de las orejas, además de corregir el desplazamiento de éstas de la cabeza.
La otoplastia es una cirugía en la cual podemos modificar la forma y el tamaño de la orejas. Generalmente pasamos de una oreja que está un poco más despegada a hacerla un poquito más pequeña y más pegada hacia el cráneo.
En el caso de la otoplastia, tenemos dos (2) tipos de paciente o dos (2) grandes grupos de paciente: los adultos y los niños. En edad infantil, generalmente se puede operar una otoplastia a partir de los seis (6) años de edad, que es la edad en la que el cartílago de la concha auricular ya está completamente formado.
Tras la cirugía de otoplastia, que generalmente podemos realizar con anestesia local exclusivamente, el paciente puede irse de alta inmediatamente, a los pocos minutos después de terminar la cirugía.
El post-operatorio de una otoplastia, los primeros dos (2) días es un poco incómodo. Independientemente a todos los pacientes que se realizan otoplastia, se les pauta y se les receta un tratamiento antibiótico y analgésicos antiinflamatorios, durante más de una (1) semana. Bien es cierto, que aun así, los dos (2) primeros días son un poco incómodos, debido a que el paciente tiene que llevar una venda, unas bandas elásticas o un vendaje que mantiene la posición de las orejas en el sitio correcto que le hemos dejado después de la cirugía. Es muy importante que este vendaje lo tenga las primeras veinticuatro (24) cuarenta y ocho (48) horas, y después se mantenga por las noches para evitar que no ocurra ningún tipo de accidente mientras estamos durmiendo, que no se pueda despegar o plegar de nuevo las orejas.
El resultado de una otoplastia es siempre definitivo siempre y cuando se haya realizado una técnica correcta y adecuada. Desde el minuto uno (1) ya podemos ver en realidad un resultado, debido a que hemos conseguido plegar las orejas desde la posición original hasta la posición inmediatamente después de la cirugía.
Es muy importante realizar siempre un correcto diagnóstico a la hora de realizar una otoplastia, es muy importante distinguir aquellos pacientes como aquel que se ve en la imagen, en el que tienen una hipertrofia o un exceso de cartílago de la concha auricular, que hace que se despegue más la oreja con respecto al cráneo; de aquellos pacientes que lo que tienen es un déficit de la formación del pliegue en la oreja, este pliegue se conoce como antihélix. En ocasiones se juntan ambas deformidades, y hay que tratar y corregir de manera simultánea.
Aquellos pacientes que después de una cirugía de otoplastia, que generalmente podemos realizar bajo anestesia local en aquellos pacientes adultos o bien con sedación en niños, el resultado es inmediato y al verlo que es tan sencillo ese tipo de cirugía, que no es un post-operatorio tan incómodo en realidad y que ha sido una cirugía muy rápida, muchas veces los resultados son sorprendentes, los pacientes están realmente encantados.