Con los masajes especializados se busca romper las células grasas en las zonas específicas de acumulación de grasa.
La cavitación consiste en realizar un masaje sobre la zona de adiposidades localizadas. Con este masaje, este dispositivo emite unos ultrasonidos de mediana frecuencia, de mediana y alta frecuencia, que van a provocar la disolución, la ruptura de la célula. La cavitación es un tratamiento bastante bueno y no doloroso qué consiste en dar energía, una energía especial, que son los ultrasonidos, sobre el tejido que queremos tratar para provocar su reducción.
Los beneficios de la cavitación van a estar relacionados directamente sobre la reducción de la grasa, por lo tanto tendremos una reducción de volumen a partir de la alineación de adipocitos. Debe realizarse en zonas en donde existen adiposidades localizadas, por ejemplo, abdomen, flancos, cara interna de muslos, cartucheras, glúteos, rodillas... en fin, siempre y cuando se hizo una liposucción localizada en esa zona puede realizar el tratamiento.
El procedimiento debe ser realizado por un personal sanitario formado y cualificado para que la eficacia del tratamiento sea corroborada y sea garantizada. Es importante para la realización del tratamiento, aparte de tener un personal cualificado, contar con un equipo o una máquina que sea de alta calidad para que aporten energía importante y podamos tener muy buenos resultados, ya que también existen en el mercado muchísimos equipos que son de dudosa procedencia y que, a lo mejor, no te aportan el resultado ideal. El tratamiento va a depender de las necesidades de cada paciente siempre. Se puede hacer una sesión a la semana y muchas veces hay que acumular entre 10 a 15 sesiones para obtener resultados satisfactorios.