Casi todas las personas en el mundo presentan algún tipo de manchas en el cuerpo, muchas de las cuales pueden estar causadas por el sol, el clima o incluso por quemaduras y algunas alergias. Sin embargo, ninguna de ellas indica la presencia o aparición de vitíligo, una afección cutánea muy particular.
El vitíligo es un trastorno autoinmunitario crónico y de larga duración que provoca la pérdida de la pigmentación natural de la piel y se manifiesta a través de la presencia de manchas blancas en el rostro, las manos, pies, rodillas y pliegues de la zona genital, que van avanzando de forma progresiva en quien la padece. De acuerdo con la Academia Española de Dermatología y venereología, la AEDV el 2% de la población padece vitíligo.
Hablamos de un padecimiento benigno sin efectos o consecuencias importantes sobre la salud, excepto las repercusiones psicológicas o personales. El vitíligo captó la atención mediática gracias a Michael Jackson, cuya dermis pasó de un tono oscuro a uno más claro, suscitando numerosos bulos y polémicas. Actualmente, este padecimiento ha ganado mayor visibilidad y notoriedad gracias a la modelo Winnie Harlow, la primera modelo profesional con vitíligo en diferentes campañas publicitarias. No obstante, actualmente existe mucho desconocimiento sobre el tema.
Aún no sabemos con certeza por qué se desarrolla el vitíligo, pero de acuerdo con el NIH, National Institutes of Health, podríamos estar hablando de una enfermedad autoinmunitaria, ya que, se ha observado un comportamiento característico en las personas con este tipo de padecimientos. En este sentido, las células inmunitarias, en lugar de atacar a las bacterias o a los virus, atacan por error a los tejidos del cuerpo que se encuentran sanos,
De esta manera, las células responsables de producir el color de la piel (llamadas melanocitos) dejan de producir melanina y, como consecuencia, la piel pierde su color y se aclara, formando manchas blancas. Este efecto es más pronunciado cuando la persona que padece vitíligo tiene la piel oscura, ya que la diferencia de contraste se hace más evidente.
El vitíligo no es una enfermedad contagiosa y puede existir una predisposición genética y familiar.
El vitíligo puede aparecer a cualquier edad y en cualquier tipo de persona. De acuerdo con la Sociedad Española de Medicina Interna, es más común que se presente en mujeres que en hombres, pero no muestra preferencia por ninguna raza. Además, puede suscitarse a cualquier edad, aunque en más del 90% de los casos se manifiesta antes de los 40 años. Además, la enfermedad suele aparecer principalmente en jóvenes de entre 10 y 30 años.
Sin embargo, suele presentarse con mayor frecuencia en personas con familiares que ya lo padecen o que tienen algunas enfermedades autoinmunes como diabetes tipo 1 o artritis reumatoide. En el 25% de los pacientes existen antecedentes de algún familiar cercano enfermo de vitíligo.
Existen ciertos factores que pueden indicar una posible predisposición:
Entre los diferentes profesionales médicos que atienden, revisan, y diagnostican el vitíligo, se encuentran los dermatólogos especialistas en afecciones de la piel y los médicos de atención primaria, como un internista o un médico de cabecera.
En esa línea, el paciente deberá realizar una investigación antes de elegir al profesional que atenderá su caso y elegir a especialistas colegiados y acreditados y también con buenas referencias de otros pacientes.
Cuando una persona empieza a notar la aparición de manchas blancas en la piel del cuerpo o de la cara, o incluso en los labios, debe acudir inmediatamente a un médico especialista para que revise, analice la situación, y compruebe si efectivamente se trata de vitíligo.
En esta primera visita, el doctor examinará la piel y realizará un examen fisco completo. El paciente deberá someterse a algunas pruebas para confirmar la presencia de la enfermedad y descartar la sospecha de cualquier otra patología, como psoriasis y/o dermatitis.
La ARIV (Asociación para la Investigación de la Información sobre el Vitíligo) explica que la principal prueba diagnóstica es la luz de Wood o lámpara de Wood, un aparato que ilumina las manchas sospechosas con una luz negra y permite al especialista analizarlas.
En ocasiones, también se puede pedir al paciente que se haga una biopsia, para que el dermatólogo pueda excluir la presencia de otras enfermedades, como lupus o tiña. Por lo general, el resultado de estos exámenes es inmediato y el especialista puede dirigir al paciente al proceso de tratamiento de inmediato.
Antes de hablar de las distintas opciones de tratamiento, es importante recordar que aún no existe una cura que pueda detener totalmente el avance de la enfermedad, pero existen tratamientos que los especialistas pueden utilizar para apoyar el curso de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente. Entre las terapias más indicadas, según los expertos, se encuentran:
El especialista explicará a detalle cuáles son las mejores opciones para cada caso. Para algunos pacientes, puede que solo sea suficiente un tipo de terapia para mejorar el aspecto de la piel o puede que sea necesaria una terapia combinada.
No obstante, en el tratamiento del vitíligo también es necesario trabajar psicológicamente, para que el problema no perjudique la vida cotidiana y social del paciente.
El especialista será el encargado de recomendar el tipo de tratamiento más adecuado. Los candidatos son mujeres y hombres de cualquier edad que manifiesten manchas blancas en alguna o algunas partes de su cuerpo.
Es muy frecuente que este tipo de manchas se presente en las zonas que tienen más contacto con el sol, por ejemplo: el rostro, los brazos, las manos y las piernas. También se puede presentar en los genitales, la parte interior de los muslos o el ombligo. Las "zonas blancas" van ganando terreno y se van extendiendo con el paso del tiempo y por eso, es necesario empezar un tratamiento lo antes posible.
El objetivo de los tratamientos del vitíligo es detener o ralentizar su desarrollo y estimular la repigmentación de las zonas más claras, explican los especialistas. Con los tratamientos es posible devolver un poco más de estabilidad al sistema inmunitario para que el vitíligo no empeore.
Otras medidas que pueden tomarse para reducir el avance son:
Si bien, aun con estas medidas, no se puede detener el desarrollo de la enfermedad, un hecho tranquilizador es que el vitíligo no afecta a la salud física del paciente, y más bien tiene un impacto estético y psicológico. Sin embargo, cada vez son más los pacientes que evitan esconder su padecimiento con maquillaje o a cubrir las zonas de su cuerpo y se muestran “al natural”.
Es posible paliar los efectos de la presencia de vitíligo con el apoyo de profesionales y familiares, pero es importante recordar que las personas con esta enfermedad pueden llevar una vida totalmente normal. Afortunadamente, incluso las figuras públicas que tienen esta enfermedad siguen conquistando sus diferentes espacios y rompen los estereotipos estéticos,
El tratamiento del vitíligo per se no tiene por qué provocar efectos secundarios ni complicaciones, pero hay que tener cuidado con todos los productos o fármacos que se tomen. Por lo tanto, así como en todos los tratamientos médicos y estéticos, es fundamental informar detalladamente al especialista sobre todas las posibles patologías y alergias que puedan interferir con las sustancias y principios activos contenidos en los medicamentos prescritos.