De niños a adultos, las sonrisas son para siempre
A lo largo de la vida, pasamos por varias fases. Cada uno con sus retos, sus peculiaridades e historias que contar, pero todos afrontados con una sonrisa. Desde que nacemos, el simple acto de sonreír nos acompaña y por eso hay que cuidarlo desde el primer día. Lo ideal es que los dientes nazcan rectos y blancos como las teclas de un piano perfectamente alineadas, pero esto no es una realidad para todos, existen soluciones que pueden ayudar, en cualquier edad y etapa de la vida.
Se dice que lo que nace torcido, tarde o nunca se endereza, pero este es un dicho fácil de combatir con tratamientos de ortodoncia. Hay quien argumenta que la ortodoncia no es aplicable a los niños, pero también hay quien dice que después de los adultos ya no merece la pena invertir en este tipo de tratamientos.
Entonces, ¿cuál es la edad ideal para lograr una sonrisa alineada?
La edad no importa cuando se habla de sonrisas sanas y alineadas y, aun en una etapa temprana de la vida, existen razones que justifican empezar a pensar en invertir en tratamientos de ortodoncia. En una época en la que aún somos niños, es fundamental prevenir y garantizar una futura sonrisa sana y alineada y por eso existen hábitos, como el uso de chupetes de larga duración, que conviene evitar.
Para que los niños puedan disfrutar posteriormente de tratamientos de ortodoncia y afrontar el futuro de su sonrisa, la única regla a tener en cuenta es que ya deben tener la dentición definitiva.
La etapa de la vida más común para invertir en tratamientos de ortodoncia está relacionada con la adolescencia y, muchas veces, cuando se habla de aparatos dentales, el recuerdo siempre se remonta a los tiempos de la escuela secundaria, cuando la pubertad hablaba con más fuerza. Esta es la fase más frecuente porque es exactamente una fase de cambio y transición a la edad adulta.
Todos estos cambios en el cuerpo y en la forma de pensar y reflexionar sobre el mundo dan como resultado adultos más capaces y completos y, por tanto, la sonrisa no se puede olvidar en el proceso. También sucede que es en la etapa de la adolescencia cuando la vergüenza y la conciencia de autoestima aparecen con mayor intensidad y es por eso que el tratamiento de ortodoncia invisible ahora cumple con la preferencia de quienes quieren una sonrisa alineada a través de un tratamiento más discreto o incluso, como su nombre lo indica, invisible.
Ortodoncia invisible:una mejor proyección de resultados a largo plazo
Si en la adolescencia los tratamientos de ortodoncia están casi garantizados, no ocurre lo mismo en la edad adulta. Para muchos resulta extraño pensar en personas con familia constituida y carrera consolidada y con ortodoncia, pero aquí es donde la ortodoncia invisible vuelve a sumar puntos.
- Los alineadores invisibles te permiten alinear sonrisas sin dolor y sin que nadie se dé cuenta, por lo que es la opción favorita de la mayoría de los adultos.
- De hecho, actualmente las personas mayores de 18 años son las que más buscan este tipo de tratamientos, encontrando mayor comodidad en la ortodoncia invisible y una mejor proyección de resultados a largo plazo.
- Además, la digitalización de los tratamientos de ortodoncia invisible también permite a los pacientes gestionar su sonrisa sin interferir en sus rutinas y horarios de trabajo, ya que no necesitan acudir a una clínica con frecuencia para hacerlo.
Tratamientos de ortodoncia para cualquier etapa de la vida
Teniendo en cuenta que los dientes están en constante movimiento, no es de extrañar que los tratamientos de ortodoncia tengan sentido en cualquier etapa de la vida. De hecho, si los tratamientos son siempre personalizados y adaptados a cada paciente, no importa la edad que tenga.
Lo único que cambia a lo largo de la vida son las motivaciones personales y sociales que influyen en la decisión y si para un adolescente todo se trata de salud, autoestima y confianza pesa más en la edad adulta.
Sonrisas garantizadas a cualquier edad
Lo más importante es asegurarse siempre de que, ya sean adolescentes o adultos, a nadie se le olvide sonreír y que no sienta vergüenza por hacerlo. Para cada momento y etapa de la vida, la sonrisa suele ser la respuesta y, por lo tanto, no puede ser un problema. Pero, si lo son, siempre hay solución, porque si las sonrisas son para siempre, la ortodoncia debe acompañarlas de la mano.