Según la AEDV hay una confusión en el uso de la palabra “verruga”, ya que, aunque se utiliza para todo tipo de protuberancia que sobresalga en la piel, ya sea benigna o maligna, el término solo debería hacer referencia a esos crecimientos no cancerosos que aparecen cuando la piel está infectada con uno de los muchos virus de la familia del virus del papiloma humano (VPH).
También existe un tipo de verrugas que pueden ser contagiosas y se transmiten principalmente por contacto directo con la piel, como cuando el paciente las toca, e inmediatamente después toca otra área de su cuerpo. También se pueden contagiar por compartir toallas o cuchillas de afeitar que hayan estado en contacto con su cuerpo o en el de otra persona.
La AEDV también apunta que popularmente se denominan “verrugas” a algunas lesiones carnosas y pediculadas que se localizan en cuello, axilas e ingle. En este caso, en realidad se trata de fibromas, donde el proceso de eliminación es mucho más fácil y no son contagiosas.
Las verrugas se pueden eliminar por dos motivos, el primero por cuestiones estéticas ya que la persona que la padece no le gusta cómo afecta visualmente a su cuerpo, y desea eliminarla; y el segundo motivo es por razones de salud, ya que puede ser maligna, traer algún perjuicio a alguna parte del cuerpo o quizá porque puede que se extienda hacia otras partes del cuerpo.
En cualquiera de las dos causas, quien decide si debe ser extirpada o removida es el profesional dermatológico que la haya tratado. A esta decisión se llega después de diferentes tipos de análisis de la verruga, donde se averigua la causa, el tipo de protuberancia, color, tamaño, y la definición del tratamiento a utilizar para su eliminación.
Aquí es necesario aclarar que, aunque hay métodos “caseros” para el tratamiento de la eliminación de arrugas, estos tratamientos no son en absoluto aconsejados ni recomendados, a menos de que hayan sido recetados por un profesional médico.
Existen diferentes tipos que son clasificadas ya sea por el color, tamaño o lugar donde se encuentran ubicadas. A continuación, haremos una lista de las más comunes que afectan al ser humano:
La mayoría de las verrugas son inofensivas y el paciente podría vivir con ellas con mayor tranquilidad, a menos de que sean dolorosas o vergonzosas. Para saber si puedes hacer un tratamiento de remoción, lo más recomendable es acudir a un dermatólogo, quien analizará la edad, la salud y el tipo, y dependiendo de estos resultados, también podrá recomendarte cuál es el mejor tratamiento para la eliminación de la protuberancia.
En todo caso y cualesquiera que sea el tipo, esta debe ser en primera instancia analizada por el médico de cabecera, quien remitirá al paciente ya sea necesario o no, a un dermatólogo. Y aunque en algunos casos la eliminación pueda ser puramente por razones estéticas, aún así se aconseja asistir en primera instancia a un profesional médico de la piel.
En primera instancia debes acercarte al médico de cabecera, este analizará la situación de la verruga, donde está ubicada y procederá remitirte al dermatólogo o al ginecólogo, en caso de las genitales. Si quieres evitar el proceso de asistir primero al médico general, y quieres ir directamente al dermatólogo, aquí te daremos algunas recomendaciones:
Un dermatólogo puede saber si tienes una verruga con sólo mirarla. En algunos casos el dermatólogo puede hacer un raspado y algunos análisis, y en casos más raros, el profesional podrá hacer una biopsia de piel. En este caso, en el laboratorio se observará una pequeña porción bajo un microscopio para descartar cualquier tipo de enfermedad. Una biopsia es un procedimiento seguro y rápido que se realiza para descartar otro tipo de afecciones, su nombre no debe causar ansiedad ni preocupación.
Debes consultar a un dermatólogo si las verrugas te duelen o si tienes muchas, los dermatólogos tienen diferentes tratamientos, y este depende de la edad y la salud del paciente, así como del tipo.
Cada procedimiento tiene un proceso diferente, ya que en algunos casos se necesita anestesia local, o más de una sesión, esto varía dependiendo del tipo de verruga y el tratamiento que el profesional médico haya decidido para la remoción. Sin embargo, a continuación explicamos a grandes rasgos en qué consiste cada tratamiento.
Las recomendaciones a seguir anteriormente a cualquiera de estos tratamientos varían en cada caso, pero los más comunes es evitar la exposición solar al máximo, y en caso de no poder evitarlo, hacer uso de protección solar de alto SPF.
También se aconseja que en ningún caso el paciente intente remover por sí solo la verruga, ya que esto puede causar perjuicios y alteraciones o en la parte del cuerpo donde se encuentra.
Antes de realizar el tratamiento, el profesional aconsejará que la parte del cuerpo donde esté la verruga esté limpia, seca, y libre de cualquier partícula química, ya sean cremas, maquillaje o protección solar.
A continuación, indicamos los consejos más importantes para la protección de la salud de nuestra piel después de un proceso de eliminación de verrugas según la AEDV (Academia Española de dermatología y venerología):
En la mayoría de tratamientos mencionados anteriormente en la piel no queda rastro ni de la verruga ni del proceso que se utilizó para su extirpación. La cicatriz se evita a toda costa en todos los tratamientos, pero esta puede aparecer por tratamientos mal hechos o porque el paciente no le brindó los cuidados necesarios.
Para evitar al máximo la posible aparición de cicatrices en el área de extirpación, el COMYCE comenta que luego de la remoción aparecerá una pequeña costra en el sitio donde se ha eliminado, al desprenderse esta costra, es fundamental utilizar durante un tiempo fotoprotector solar para que no se pigmente la cicatriz y así esta sea imperceptible. En casos donde el procedimiento se haya realizado en partes del cuerpo muy visibles como cara, manos o cuello, se aconsejará el uso de protección solar por tiempo indefinido, esto como parte del cuidado del tratamiento, pero también para evitar las apariciones en el futuro de nuevas arrugas.
En la mayoría de los casos, los pacientes presentan casos de éxito después de la eliminación, hay un porcentaje mínimo de pacientes que presenta aparición de nuevas cerca del lugar de la remoción, en estos casos, se debe acudir de nuevo al dermatólogo para que averigüe las causas de la aparición, ya que son casos poco comunes.
Los resultados en el caso de tratamientos como el láser son inmediatos y normalmente solo requieren de una sesión, en este caso solo aparece una costra la cual irá desapareciendo lentamente. Aunque este tratamiento es uno de los más efectivos dentro de los casos de eliminación de verrugas no aplica para todo tipo, por lo que puedes preguntar a tu dermatólogo si es un tratamiento adecuado para ti.
Los efectos secundarios o riesgos en la eliminación de verrugas varía de tratamiento a tratamiento y, en algunos, hay más contraindicaciones que otros. El enfriamiento es el procedimiento que más riesgos conlleva ya que puede ocasionar manchas alrededor de donde antes estaba o se pueden presentar quemaduras por frío en la piel. Si su profesional opta por esa opción pregúntele acerca de los riesgos que puede contraer.
Respecto a otros tratamientos, los efectos secundarios aún no son muy claros, pero en procedimientos mal realizados se puede presentar la infección en el lugar de la eliminación lo cual causará la propagación de más verrugas o presentar otro tipo de lesiones en la piel. En caso de que estos efectos adversos se presenten se debe acudir inmediatamente al profesional que lo trató para evitar consecuencias a futuro.
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