Desde hace más de 20 años, las ondas de choque se han utilizado en medicina en especialidades como la fisioterapia, la cardiología o la dermatología. Años más tarde, se vio que este tratamiento era muy efectivo para mejorar tanto la textura como el estado general de la piel por lo que se empezó a utilizar también en medicina estética como solución a la celulitis.
Se trata de un tratamiento no invasivo que rejuvenece los tejidos dañados gracias a las ondas acústicas que inducen vibraciones en el cuerpo de tal forma que consigue regenerar los tejidos dañados del cuerpo como huesos, tendones o tejidos blandos.
Actualmente, existen 2 tipos ondas de choque que suelen combinarse para conseguir mejores resultados:
Gracias a estas ondas se rompen parcialmente lo nódulos de grasa que son los que provocan la piel de naranja o celulitis. Las vibraciones que se producen activan la circulación y el drenaje de la zona mientras que también aumentan el ritmo del metabolismo que favorece la eliminación de la grasa acumulada.
Desde Clínicas Renacer afirman que con este tratamiento se consigue crear colágeno por lo que mejora tanto la firmeza como la elasticidad de la piel.
En medicina estética, los candidatos a este tratamiento suelen ser mujeres de entre 25 y 55 años que presentan celulitis o adiposidad localizada en zonas como por ejemplo, las caderas, los glúteos y los muslos aunque también puede aparecer en brazos o en el abdomen. También es ideal para aquellas personas que presentan flacidez o que quieran mejorar el aspecto de sus estrías o cicatrices. Las ondas de choque también pueden realizarse en el rostro ya que reduce las arrugas faciales. De hecho, según datos de la Academia Española de Dermatología y Venerología, entre el 85 y el 98% de la población femenina tiene celulitis a partir de la adolescencia y no siempre es necesario tener sobrepeso para que esta se produzca ya que influyen factores hereditarios, el género, la raza, factores hormonales, el estilo de vida y hasta factores psicológicos como el estrés o la ansiedad.
No pueden emplearse en mujeres embarazadas o en período de lactancia. Del mismo modo, son desaconsejables en personas con enfermedades tumorales excepto si tienen el consentimiento del médico.
En el ámbito de la medicina estética, las ondas de choque tienen muchos beneficios. A continuación los detallamos:
Es importante acudir a un especialista que esté certificado y que tenga experiencia en este tipo de tratamientos. No dudes en pedirle a tu médico el número de colegiado así como información sobre los equipos que utilizará para realizar el tratamiento con ondas de choque (marca, tipo de aparato o máquina, etc)
También es importante buscar información sobre la clínica y el profesional, opiniones de otros pacientes que se hayan realizado el tratamiento y fotos de antes y después para ver otros resultados.
En la primera visita, el profesional examinará la zona a tratar para ver el estado de la piel, el grado de flacidez y el tipo de celulitis que se presenta. De esta forma podrá ver el tratamiento más idóneo para cada caso en particular y podrá explicarte las sesiones que serán necesarias así como los resultados que se podrán conseguir y si es necesario combinar las ondas de choque con otros tratamientos.
Aprovecha esta cita para preguntar todas tus dudas, explicarle tu historial médico y pedir un presupuesto detallado. También es un buen momento para hablar de posibles riesgos o efectos secundarios del tratamiento.
Según los especialistas de Marest Medicina Estética y Salud, las sesiones duran aproximadamente unos 20 minutos por zona. El tratamiento es completamente indoloro y el paciente podrá reanudar sus actividades cotidianas al salir de la consulta. Desde la clínica recomiendan combinarlas con otros tratamientos como por ejemplo, vitaminas, radiofrecuencia o mesoterapia para que los resultados sean aún más visibles.
Para reducir la celulitis, el profesional aplicará una cantidad determinada de ondas de choque en distintas zonas del área a tratar. El tratamiento se aplica por medio de un manípulo y previamente, se marcará la zona a tratar y se cubrirá con un gel conductor de color transparente para que el cabezal se deslice correctamente.
Los profesionales de Clínicas Renacer comentan que sus pacientes suelen realizar entre 6 y 10 sesiones dependiendo de cada caso en particular y de factores como el peso, la edad o la cantidad de grasa que se tenga que tratar. Tras el tratamiento, recomiendan seguir las siguientes pautas para que los resultados sean más notorios.
Los resultados se empiezan a notar al cabo de la primera sesión, con una media de 6 sesiones generalmente los pacientes podrán ver los resultados esperados.
Los profesionales de Clínicas Renacer afirman que desde la primera sesión se puede ver una remodelación corporal debido a la reducción de volumen, la mejora de la piel de naranja y a un aumento de la elasticidad de la piel que la hace ver más rejuvenecida.
Por lo que respecta a los riesgos o contraindicaciones, las ondas de choque son seguras, por lo cual su tratamiento no conlleva riesgos para la salud ni produce efectos secundarios.
Tras la sesión, puede ser normal que aparezca en la zona tratada algún hematoma pequeño que desaparecerá durante los próximos días.
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