Según la Asociación Española de Linfedema, el lipedema se define como una entidad clínica de carácter crónico que padecen mayoritariamente mujeres y que, normalmente, suele afectar a los miembros inferiores. De hecho, se estima que sólo un 2% de los afectados son hombres.
En ocasiones, puede ser infradiagnosticado o también puede confundirse con el linfedema, la obesidad o las lipodistrofias. Se caracteriza por la inflamación y proliferación de las células grasas localizadas en la zona de las caderas y de los muslos, que acaban desarrollándose de forma desproporcionada y que además, pueden venir acompañadas de otros síntomas.
¿En qué zonas puede aparecer el lipedema?
Como hemos comentado, lo más habitual es que el lipedema se presente en los miembros inferiores es decir, en la zona baja de las piernas pero también, en glúteos o caderas. En algunos casos (se estima que hasta un 30%) puede coexistir en piernas y brazos también. Según los profesionales de Lipemedical, la zona afectada dependerá de cada persona y se deberá estudiar cada caso de manera totalmente personalizada.
En algunos casos, el acúmulo de grasa puede empezar en el área que se encuentra entre las rodillas y los tobillos. Entonces, se puede detectar por la forma de copa (denominada signo de Cuff) que adquiere la grasa localizada en esta zona.
Fue a partir de mayo del 2018 cuando la la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó a considerar el lipedema como una enfermedad junto con la “celulitis“ dentro del capítulo de la patología cutánea.
Otro reto que se pueden encontrar los pacientes con lipedema es que, en ocasiones, se puede diagnosticar como linfedema o obesidad con lo que, de esta forma, no se puede tratar correctamente la raíz del problema. En los casos en los que se presenta linfedema, el problema reside en el sistema linfático y por ejemplo, una pierna se puede inflamar más que otra y el pie también suele tener acumulación de líquido. También es importante resaltar que, si el lipedema evoluciona y va a peor, se puede transformar en lipo-linfedema, mostrando síntomas más parecidos al linfedema.
Los especialistas de Clínica Dorsia comentan que la diferencia del lipedema frente al sobrepeso es que se trata de una ganancia de volumen solo en estas zonas concretas, no global. Las piernas suelen estar muy desproporcionadas si las comparamos con el tronco y, además, se produce dolor en la zona y pesadez.
Aún no existe un consenso entre los profesionales sobre los factores desencadenantes del lipedema. Sin embargo, los cambios hormonales como la pubertad o el embarazo pueden desempeñar un papel tan importante en el desarrollo de la enfermedad como la predisposición hereditaria. También puede originarse cuando hay un aumento de peso considerable o por enfermedades como la diabetes tipo II, el hipotiroidismo o trastornos hormonales como los ovarios poliquísticos.
Además del agrandamiento y la multiplicación de las células grasas, los capilares sanguíneos también se vuelven más permeables. El resultado es una acumulación de líquido en el tejido. Juntos, estos factores conducen a los síntomas típicos de la enfermedad, como el aumento de la presión en el tejido adiposo subcutáneo y las sensaciones asociadas de tensión y dolor.
Por lo tanto, las causas exactas del lipedema aún se desconocen hasta el día de hoy. Sin embargo, los científicos coinciden en que la dieta y el peso corporal son factores que pueden afectar negativamente a la enfermedad aunque no tienen una influencia notable en su desarrollo. Una indicación de esto es que las mujeres delgadas también pueden desarrollar el trastorno de distribución de grasa. La predisposición hereditaria obviamente podría ser de gran relevancia en el desarrollo de la enfermedad. Es notable que dos o más mujeres en una familia a menudo se vean afectadas. Lo mismo ocurre con las hormonas femeninas. En principio, el lipedema puede presentarse en cualquier momento. Pero a menudo se diagnostica después de cambios hormonales como la pubertad, el embarazo o el uso de anticonceptivos hormonales.
Actualmente, también hay nuevas líneas de investigación que apuntan que lipedema y permeabilidad intestinal podrían tener relación ya que cuando esto sucede, se altera la microbiota intestinal (el conjunto de bacterias que habitan en nuestro intestino) y las sustancias citoquinas pueden pasar al torrente sanguíneo.
Según la apariencia y la magnitud del aumento de tejido graso, el lipedema se divide en los siguientes grados:
Como hemos comentado, el lipedema se presenta casi exclusivamente en mujeres, más comúnmente entre las edades de 20 y 30 años. A menudo, el desarrollo comienza poco después de la pubertad o el embarazo y luego progresa con el tiempo por lo que pueden pasar años para que se haga un diagnóstico. Además, las pacientes afectadas suelen acudir al médico cuando ni la dieta ni el ejercicio han resuelto el problema. Sin embargo, el tratamiento lo antes posible es extremadamente importante para retrasar o, en el mejor de los casos, detener un empeoramiento.
Los profesionales de Dorsia nos van a detallar a continuación los síntomas más comunes:
Una vez realizado un diagnóstico, el profesional puede plantear diferentes tratamientos dependiendo del grado de lipedema que se presente y del estado de salud del paciente.
En algunos casos menos graves, se puede prescribir la realización de drenajes linfáticos manuales o la utilización de medias de compresión para mejorar algunos síntomas como el dolor o la pesadez pero hay que tener en cuenta, que no se reducirá la grasa ni el volumen de las zonas con lipedema.
Hay que tener en cuenta que el lipedema puede ser diagnosticado y tratado por diferentes especialistas. En ocasiones, puede ser interesante que estos trabajen conjuntamente para obtener mejores resultados. Lo más conveniente es que en caso de precisar una cirugía estética, esta la realice un cirujano plástico, estético y reparador (aunque en algunos casos, también podría realizarla un cirujano general). Siempre es importante revisar que el profesional esté en asociaciones del sector como por ejemplo, la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE).
Una vez realizada la cirugía, puede ser conveniente contar con fisioterapia para que, una vez tratado el lipedema, ayude a retomar tanto el movimiento de las articulaciones como el de las piernas.
En el caso de que se recomiende un tratamiento estético para favorecer por ejemplo la circulación o disminuir la hinchazón, se puede recurrir a un médico estético. Comprobar que el médico sea miembro de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) puede ser también importante para asegurar que es un profesional cualificado.
En el caso de que sea necesaria una cirugía, el especialista realizará una exploración del paciente para ver el estado de las zonas afectadas por el lipedema y ver qué cirugía sería la más recomendada. En la mayoría de los casos, suele ser necesario realizar más de una cirugía, dependiendo de la cantidad de grasa a extraer, el peso del paciente o si tiene otras patologías.
Además, el profesional puede realizar una ecografía en la zona y puede solicitar una analítica de sangre completa para ver el estado general de salud del paciente. También puede preguntarte si eres fumador o si tomas pastillas anticonceptivas. No olvides contarle si tomas otra medicación ya que ciertos fármacos se deben dejar antes de someterse a una cirugía.
Aprovecha esta cita para preguntar todas tus dudas y en el caso de la cirugía, pregunta por el procedimiento, por los cuidados postoperatorios y por el tiempo de recuperación. Además, el profesional te indicará el precio total de la cirugía.
La causa del lipedema no tiene cura, por lo que los tratamientos actuales tienen como objetivo mejorar los síntomas y evitar un mayor aumento de la acumulación de grasa. Las medias de compresión y los drenajes linfáticos manuales junto con el deporte suelen ser imprescindibles. Para evitar el empeoramiento, es especialmente importante que los pacientes con sobrepeso bajen de peso. Las personas de peso normal deben asegurarse de mantener su peso.
En algunos casos, se está realizando el tratamiento de CoolSculpting® para aliviar los síntomas del lipedema ya que provoca un enfriamiento de las células adiposas hasta que se cristalizan. Una vez han cristalizado, los lipocitos mueren y comienzan a degradarse, siendo eliminados de manera natural y progresiva por el propio organismo.
Actualmente, en la mayoría de los casos, la opción de tratamiento más eficaz es la liposucción, en la que se reducen los depósitos de grasa aumentados durante la cirugía. La terapia del lipedema se basa en dos pilares: Por un lado, el propio diagnóstico y el alivio asociado de los síntomas. Por otro lado, para detener el aumento adicional de los depósitos de grasa y prevenir complicaciones inminentes como el linfedema.
El Dr. Oyola afirma que solo con la liposucción se puede tratar definitivamente esta afectación ya que de esta forma, se extrae la grasa. Existen diferentes tipos de liposucción que pueden realizarse. Generalmente, suelen ser necesarias 2 o cuatro cirugías para que la zona afectada quede en buen estado y se retire todo el tejido adiposo sobrante.
La liposucción quirúrgica puede eliminar el tejido adiposo subcutáneo aumentado. Técnicas como el ultrasonido o la vibración primero separan la grasa del tejido adyacente como parte de una liposucción y luego, la succionan con un endoscopio. Muchos estudios demuestran que la liposucción reduce significativamente los síntomas del lipedema. Tras la cirugía, algunos pacientes aún pueden necesitar terapia de compresión, pero afortunadamente, muchos pueden prescindir de ella. Sin embargo, un factor de riesgo es recuperar peso después de la liposucción por lo que se recomienda seguir con alimentación saludable y ejercicio.
Una de las liposucciones para tratar el lipedema es la liposucción de descompresión asistida por agua pulverizada, Aqualipo o técnica WAL (Water-Jet Assisted Liposuction). Con esta técnica, se elimina grasa patológica para aliviar la presión devolviendo la forma anatómica a la zona afectada y, además, mejorando la calidad de vida del paciente ya que síntomas como la pesadez o el dolor desaparecerían.
En Clínica Dorsia realizan la Lipo Alta Definición (4D) Vaser & Microaire, una tecnología de última generación que actúa selectivamente sobre el tejido graso por lo que consigue hacer la grasa líquida y por lo tanto, facilitar su extracción sin afectar los vasos sanguíneos ni los nervios ya que su acción es selectiva.
Generalmente, la liposucción se lleva a cabo con anestesia local y sedación aunque si la zona a tratar es muy extensa, puede que el cirujano vea necesario realizarla con anestesia general.
Hay que tener en cuenta que, en el caso de la cirugía, el tiempo de la recuperación dependerá de cada paciente, de la grasa extraída así como de la técnica de liposucción empleada. Una vez finalizada la operación, el cirujano pondrá una faja postoperatoria que, generalmente, el paciente deberá llevar unas 4-8 semanas.
Además, para que los resultados sean mejores y el postoperatorio sea más llevadero, se recomendarán tratamientos postoperatorios como drenajes linfáticos manuales para reducir los edemas. Otro punto importante durante este periodo, es no tomar el sol para evitar marcas y no tomar medicamentos que puedan afectar a la coagulación. Tampoco se recomienda tomar alcohol ni fumar. Cuando el profesional lo indique, se recomendará caminar y normalmente, el deporte se podrá volver a realizar pasadas unas 6 semanas, aunque siempre que así se indique y de forma progresiva.
El Doctor Yelidá Oyola afirma que, durante siete días será necesario solicitar una incapacidad laboral y que el período postoperatorio será de unas seis semanas aunque en la mayoría de los casos, a partir de la segunda semana ya se puede realizar una vida casi normal. Durante este tiempo, el paciente deberá prestar atención por si apareciera alguna acumulación de líquido en la zona tratada (seromas), fibrosis o infecciones.
Como siempre comentamos en Multiestetica, es fundamental seguir las indicaciones del cirujano para asegurar que los resultados serán exitosos.
El Doctor Oyola comenta que los pacientes suelen quedar muy felices con los resultados ya que les cambia la vida para siempre.
Normalmente, los cambios se pueden apreciar tras la cirugía pero hay que tener en cuenta que la zona aún está hinchada y con hematomas con lo que los resultados definitivos se verán unas semanas después.
Es completamente normal que durante los primeros meses el paciente aún tenga hinchazón y generalmente, los resultados definitivos se notarán pasados unos 6 meses.
Casi no se esperan complicaciones de las liposucciones realizadas por cirujanos experimentados. Sin embargo, en casos raros, pueden ocurrir infecciones de la herida. Esto puede ocurrir cuando se han dañado los vasos linfáticos y se ha desarrollado linfedema secundario o iatrogénico o sangrado secundario.
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Lipemedical. 2022. ▷ LIPEDEMA, ¿qué es? Causas, solución y tratamiento - Lipemedical. [online] Available at: <https://lipedema.es/que-es-lipedema/> [Accessed 27 January 2022].