La hialuronidasa es una enzima que se encuentra de forma natural en el cuerpo, aunque también puede producirse sintéticamente. Su principal función es descomponer el ácido hialurónico, un componente esencial de la piel y las articulaciones.
En medicina estética, la hialuronidasa se usa como una solución de corrección cuando un relleno de ácido hialurónico no da el resultado esperado. Es eficaz para:
Su aplicación debe ser realizada exclusivamente por un especialista, ya que requiere precisión para evitar resultados indeseados.
Este tratamiento se emplea cuando una infiltración de ácido hialurónico genera complicaciones estéticas o médicas, como:
En estos casos, el especialista inyecta hialuronidasa en la zona afectada para neutralizar el ácido hialurónico y revertir sus efectos. Los resultados son rápidos, con una mejora visible en menos de 24 horas.
Según un estudio clínico publicado en el National Center for Biotechnology Information, «dosis pequeñas de hialuronidasa pueden eliminar los rellenos de ácido hialurónico, pero dosis ligeramente más altas permiten una resolución más rápida».
El tratamiento es sencillo, rápido y se realiza en consulta siguiendo estos pasos:
Seguimiento y ajustes: Se valoran los resultados y, si es necesario, se realizan retoques en sesiones posteriores.
La hialuronidasa comienza a actuar entre 24 y 72 horas después de su aplicación. En algunos casos, cuando hay una gran cantidad de ácido hialurónico acumulado, pueden ser necesarias varias sesiones para conseguir el resultado deseado.
Si estás considerando este tratamiento, recuerda que lo más importante es ponerte en manos de un profesional cualificado.
Aunque es un procedimiento seguro, pueden presentarse efectos secundarios leves como:
Además, la hialuronidasa no está indicada en todos los casos. NO se recomienda si: