Es una técnica muy común en medicina estética y consiste en inyecciones subcutáneas de dióxido de carbono en estado gaseoso destinadas a mejorar la circulación sanguínea y linfática. Este tratamiento se usa principalmente para combatir la celulitis y los problemas de envejecimiento de la piel, pero también se recomienda para mejorar la grasa localizada, las estrías y otros problemas estéticos y médicos.
La sustancia inyectada es natural y no es peligrosa, no es tóxica y es muy eficaz para restaurar el tono de los tejidos, explica la Dra. Imma Costa. Según el Dr. Xesús Suárez, “el dióxido de carbono ayuda a reducir la carga grasa del adipocito.”
La principal utilidad de esta técnica es la de incrementar la captación de oxígeno por los tejidos, lo que mejora el metabolismo celular. El dióxido de carbono mejora además el flujo sanguíneo y la vasodilatación, actuando positivamente en la microcirculación.
El tratamiento está dirigido a activar una acción lipolítica, tanto directa como indirecta, así como a permitir la vasodilatación que devuelve luminosidad, frescura y tono a la piel. La terapia actúa sobre la circulación, porque el gas genera una vasodilatación y aumenta la velocidad del flujo sanguíneo; Se obtiene una mayor oxigenación de los tejidos dando a nuestra piel un efecto de regeneración.
La carboxiterapia reduce el exceso de grasa localizada en diversas partes del cuerpo. Tiene efectos muy positivos también en el tratamiento de casos de psoriasis, dermatitis y otras enfermedades de la piel. Específicamente, esta técnica es absolutamente adecuada para reducir y/o eliminar: el exceso de celulitis, ojeras y arrugas, disminuye la piel caída y flácida, ayuda a la producción de colágeno haciendo que la piel sea más elástica, luminosa y compacta.
La carboxiterapia mejora la calidad de la piel, aumenta su elasticidad de la piel y no es tóxica. Por lo tanto, es una terapia segura y eficaz, aseguran desde la Clínica Margarita Cáliz.
La carboxiterapia realmente tiene muchas ventajas y hace visibles mejoras para varios problemas:
Es muy útil en combinación con mesoterapia, presoterapia, microwave, masajes, etc.; los efectos de estas técnicas se potencian con la carboxiterapia.Se debe tener en cuenta que en ningún caso es una alternativa a a liposucción.
La carboxiterapia se utiliza tanto con fines terapéuticos como con fines estéticos. Si deseas someterte al tratamiento para mejorar el tono de tu piel, el especialista más adecuado es el médico estético, especializado en tratamientos corporales. Este evaluará cuál es el mejor tratamiento para cada paciente, conociendo no solo la técnica, sino también la maquinaria utilizada. Además, solo un profesional que haya estudiado Medicina Estética y esté especializado en este tipo de tratamiento podrá ofrecerte la mejor atención.
Consejo: una buena práctica es siempre verificar que el médico elegido esté inscrito en una de las principales asociaciones de medicina estética, como por ejemplo, la SEME.
Durante la primera visita, antes de empezar con la sesión de carboxiterapia, el médico realizará una evaluación médica inicial dirigida a indicar y sugerir al paciente el mejor procedimiento a seguir para resolver sus imperfecciones, asegurando así el mejor servicio posible. En esta etapa, es importante establecer una relación de total confianza, para que el paciente se sienta seguro y cómodo. Este es el momento perfecto para solicitar información sobre el tratamiento, solicitar detalles de la maquinaria utilizada, exponer tus propios temores y preocupaciones.
Una vez que se determinan las áreas a tratar y los objetivos que se deben alcanzar, el médico puede solicitar información adicional de tu cuadro clínico para evitar efectos secundarios no deseados. Para este propósito a veces se realizan análisis de sangre específicos u otros tipos de exámenes especializados.
Consiste en inyecciones subcutáneas de dióxido de carbono médico. El gas carbónico se administra debajo de la piel a través de una aguja delgada colocada en el extremo de un tubo, conectada al dispositivo médico que contiene dióxido de carbono.
Las agujas utilizadas son estériles y desechables, de hecho, se reemplazan para cada paciente y tienen una longitud que varía de 4 a 13 mm. Gracias a un microprocesador moderno, el CDT controla constantemente la cantidad y la pureza del dióxido de carbono emitido, lo que permite al operador un mayor control durante toda la sesión.
El tratamiento completo puede variar de 6 a 10 sesiones. El flujo de dióxido de carbono cambia de acuerdo con la patología, y será el médico competente quién identificará las cantidades correctas que deben administrarse.
Las inyecciones podrían generar una sensación de incomodidad en el paciente que puede requerir la aplicación de una crema anestésica, que se distribuirá en el área a tratar 20 minutos antes de la sesión. Según los especialistas de Belium Somió, el tratamiento con carboxiterapia no resulta casi doloroso ya que el pinchazo se realiza con una micro-aguja. El paciente podría notar un pequeño escozor y un enrojecimiento.
El tratamiento es mínimamente invasivo, se realiza en la clínica y no requiere un período de hospitalización. Al final de la sesión, el paciente puede regresar a sus actividades de forma segura sin problemas.
La carboxiterapia tiene efectos beneficiosos en tres niveles diferentes: grasa, circulación y piel. Los resultados pueden notarse desde la primera aplicación, aunque los efectos más evidentes se pueden apreciar a largo plazo. En general, una sesión dura entre 15 y 20 minutos y el número de sesiones varía según las prescripciones médicas.
Todas estas acciones combinadas dan como resultado una piel visiblemente mejorada, más elástica y luminosa, gracias sobre todo a la estimulación de la producción de elastina, ácido hialurónico y colágeno.
En resumen, la carboxiterapia produce:
Tras el tratamiento se puede realizar vida normal aunque recomiendan seguir estas indicaciones para maximizar los resultados:
La carboxiterapia, además de ser un tratamiento eficaz, no es tóxica, es segura y no tiene efectos secundarios relevantes. Sin embargo, no se recomienda para personas con problemas respiratorios, para pacientes con problemas de insuficiencia hepática o con cáncer activo. Tampoco es adecuada para quienes padecen anemia o en mujeres que estén embarazadas o dando el pecho.
Los únicos efectos secundarios pueden ser: una ligera molestia, pequeños moretones, una ligera hinchazón y enrojecimiento de las áreas tratadas. Estos efectos son mínimos y se resuelven en poco tiempo.
Desde Belium Somió comentan que la administración de dióxido de carbono se utiliza en otras técnicas médicas, como por ejemplo en cirugía endoscópica del abdomen, y no presenta problemas.
SEME. (2020). Carboxiterapia. [online] Available at: https://www.seme.org/pacientes/tecnicas-y-tratamientos/carboxiterapia [Accessed 31 Jan. 2020].