Los párpados y la zona del contorno de ojos son una zona que refleja especialmente el paso del tiempo. La piel presenta mayor flacidez y van apareciendo pliegues por excesos de piel, párpados caídos, pequeñas arrugas, se marcan las bolsas y ojeras dando a nuestra mirada un aspecto de cansancio, tristeza o de envejecimiento que no se corresponde con la realidad. En la actualidad, hay un gran interés por los tratamientos estéticos para el rejuvenecimiento de la mirada, y la blefaroplastia es una excelente opción. Existen técnicas quirúrgicas, y otras no quirúrgicas.
La blefaroplastia, por definición, es el tratamiento quirúrgico para corregir estos defectos pudiendo distinguir 2 técnicas de blefaroplastia quirúrgica:
1. La blefaroplastia tradicional (con bisturí tradicional llamado bisturí frío, ayudado por electrocauterio llamado también bisturí eléctrico).
2. La blefaroplastia láser. Se utiliza habitualmente láser de Co2 en modo quirúrgico.
Aunque no es un término académicamente correcto, es ya habitual hablar de “blefaroplastia sin cirugía” para referirse a los tratamientos médicos o técnicas sin cirugía para rejuvenecer y dar un aire más fresco a la mirada. Podemos distinguir 2 grupos:
Tratamientos no quirúrgicos (blefaroplastia sin cirugía):
2. Técnicas inyectables de diversos productos: ácido hialurónico, toxina botulínica, hidroxiapatita cálcica, vitaminas, grasa, gas CO2, etc.
Por lo general, es candidato todo aquel que con defectos estéticos discretos, no muy marcados, desea mejorar el aspecto triste, cansado o de envejecimiento de su mirada mediante medicina estética. Si estás planteándote rejuvenecer tu mirada a base de pequeños retoques, sin cirugía o con técnicas no invasivas, con mínimo tiempo de recuperación, la blefaroplastia sin cirugía es sin duda una buena opción en muchos casos.
En Clínica Villoria son especialistas en rejuvenecer la mirada y afirman que su objetivo es conseguir devolver el brillo y frescura a la mirada con naturalidad, con cambios sutiles, que no cambien la expresión de la mirada. Lo importante es priorizar conseguir resultados naturales, que te hagan sentir mejor y recuperar la sensación de volver a ser 10 años más joven, pero sin dejar de ser tú. En muchos casos se consigue con técnicas sin cirugía, pero los milagros no existen. Las bolsas de grasa y excesos de piel marcados, sólo responden a la cirugía, y en estos casos, la cirugía de blefaroplastia con láser Co2 es la mejor opción, completándola con resurfacing láser periocular de la piel del contorno de los ojos para conseguir el rejuvenicimiento integral de la mirada.
Sólo tras la valoración médica de cada paciente le podremos indicar si es apto para el tratamiento y cuál es la mejor solución personalizada a su caso en particular, indica el Doctor Álvaro Villoria, y añade que en muchas veces asociamos técnicas no quirúrgicas a la cirugía.
No son candidatos las personas con expectativas no realistas, o que no gocen de buena salud mental ni física. También está contraindicada la blefaroplastia sin cirugía en mujeres embarazadas o que estén dando el pecho. Así mismo, pacientes con problemas cutáneos, como abrasiones, eccemas o heridas tampoco podrán someterse a este tipo de tratamientos.
A la hora de escoger al centro y el profesional, hay que tener en cuenta algunos aspectos claves como su especialización, experiencia y qué dispositivos emplea.
Los tratamientos de blefaroplastia no quirúrgica, tienen que ser realizados por un médico. Hay médicos estéticos perfectamente cualificados, pero si el médico que te va a tratar es cirujano, especializado en medicina y cirugía estética, mejor. Lo ideal es ponerse en manos de profesionales que tengan cuantas más “herramientas” mejor. Sólo el profesional experto en técnicas quirúrgicas y no quirúrgicas, te podrá ofrecer la mejor solución a tu caso en particular, y muchas veces van asociadas.
Los cirujanos que hacen blefaroplastias, tanto quirúrgicas como sin cirugía, suelen ser cirujanos plásticos y cirujanos oculoplásticos, aunque también hay maxilofaciales. ¿Y cuál de ellos está más cualificado? Cualquiera de ellos si tiene suficiente experiencia.
Pero la proximidad del ojo hace que cualquier procedimiento entorno al ojo, exija gran pericia y experiencia. ¿Y quién mejor que un especialista en oculoplástica, es decir un especialista en cirugía plástica y estética ocular, que además sea Oftalmólogo?
Según la Sociedad Española de Cirugía Plástica Ocular y Orbitaria, (SECPOO) es importante que sea un oftalmólogo quién opere alrededor de los ojos. Tienen muchas ventajas en cualquier procedimiento, quirúrgico o sin cirugía. Están acostumbrados a trabajar en el ojo y su entorno, utilizan técnicas de microcirugía con la máxima precisión. Y a su vez conocen y saben tratar las posibles complicaciones oculares que puedan surgir.
En la primera consulta con el cirujano especialista, debe revisar tu historial clínico que determinará tu estado de salud. También te explicará en detalle en qué consiste la intervención y los resultados a esperar.
Además, durante la primera consulta el cirujano evaluará la zona infraorbitaria para determinar la condición de cada paciente, según su edad y estilo de vida. El cirujano también estudiará los siguientes aspectos:
Si bien para el Dr. José Nieto, especialista en blefaroplastia, el término “sin cirugía’’ no es correcto, ya que blefaroplastia es una intervención quirúrgica por definición, explica que a pesar del tratamiento que se elija, es importante que el cirujano conozca el historial clínico del paciente, sobre todo en el caso de las personas que se han operado los ojos con láser, de cataratas, de glaucoma o de retina. También es importante conocer si el paciente tiene algún otro problema médico, alergias medicamentosas o si toma medicación de forma habitual.
Según los resultados de esta evaluación, el cirujano determinará si el paciente es candidato o no para una blefaroplastia sin cirugía, ya que en caso de pacientes mayores la única forma de obtener los resultados esperados es con blefaroplastia quirúrgica.
Según los especialistas del Instituto Médico Estético, durante la consulta se te preguntará si está bajo tratamiento oftalmológico y si usa lentillas o gafas.
Resurfacing láser, o blefaroplastia láser sin cirugía
El resurfacing láser puede modular la profundidad de la renovación de la piel. El Resurfacing es una técnica de regeneración, renovación y tratamiento de la laxitud de la piel tras aplicar láser en modo fraccional, no quirúrgico, en infinidad de puntos que hacen un pixelado de la piel. Se utilizan equipos de láser CO2, de Erbio Yag y láser Fraxel. El Resurfacing periocular se aplicarse en los párpados y contorno de ojos, aunque también en otras zonas de la cara.
El tratamiento consiste en aplicar múltiples impactos de luz láser que generan columnas térmicas y penetran en la piel a diferentes profundidades. El tratamiento láser provoca la renovación acelerada de las capas superficiales de la piel, y al mismo tiempo estimula la producción de colágeno en las capas más profundas
Según el Dr Álvaro Villoria, en su clínica aplican el resurfacing periocular con láser de CO2 para corregir pequeños excesos de piel y pliegues en los párpados, suavizar pequeñas arrugas y conseguir una piel más lisa, luminosa y brillante. Los resultados son muy favorecedores, pero tiene sus limitaciones: las bolsas de grasa y los excesos de piel ya marcados sólo responden a la cirugía, y en estos casos la blefaroplastia con láser Co2 es la mejor opción. En su clínica disponen de un láser de CO2 que dispone de un terminal quirúrgico y otro terminal para rejuvenecimiento o resurfacing. Al final de la intervención cambian el terminal quirúrgico del láser por un terminal fraccional con scanner y realizan un resurfacing láser de la piel para conseguir un rejuvenecimiento integral de la mirada.
Rejuvenecimiento periocular con plasma
El plasma no es láser y se aplica manualmente punto a punto. Para tensar la piel y corregir pequeños excesos de piel en el párpado superior, además de láser fracional de CO2, Erbio, Fraxel, etc, hay otra aparatología como la radiofrecuencia y el plasma. La mayoría de los centros que anuncian blefaroplastia sin cirugía se refieren al tratamiento con plasma. En muchos casos los llaman plasma-láser, o láser de plasma, láser-Plexr, incluso blefaroplastia láser. Que no te confundan, no son equipos de láser. Y los resultados no son tan efectivos ni tan duraderos. El efecto rejuvenecedor con láser CO2 es superior al que se consigue con láser Erbio y muy superiores ambos al efecto que se consigue con los equipos de plasma.
Con el láser se emplea un terminal scanner que hace un pixelado automático de la piel, con infinidad de minúsculos puntitos apenas visibles. Por lo tanto, se puede regular la intensidad y profundidad y con ello, la efectividad y el tiempo de recuperación.
El plasma-pen, o lápiz de plasma, como también llaman a estos dispositivos, son muy parecidos a un bisturí eléctrico que no contacta con la piel. Generan un gas ionizado, que origina pequeñas chispas. El profesional va realizando manualmente, punto a punto, múltiples puntos similares a “microquemaduras” muy superficiales para inducir la retracción de la piel. La retracción suele ser escasa necesitándose entre 3 a 5 sesiones. No generan producción de colágeno y elastina como hace el láser. El efecto suele durar poco tiempo requiriendo en la mayoría de los casos repetir el procedimiento cada cierto tiempo. No corrige las bolsas.
Aunque no todos los equipos generadores de plasma son iguales, los equipos como el plasma-pen no están sometidos a ninguna reglamentación específica. Los precios de estos dispositivos oscilan entre 100 € y 12.000€. Los equipos Láser por encima de 50.000€ y son de uso exclusivamente médico. Cada uno de ellos tiene sus limitaciones y sus virtudes.
Es importante detallar también otras técnicas que se utilizan para mejorar el aspecto de la mirada:
Según describe el Dr. José González Vidal, Cirujano Oftalmólogo y Oculoplástico, las técnicas que se utilizan son las siguientes:
Existen varias ventajas y beneficios a la hora de elegir este tratamiento entre los que destacan:
Para la Dra. Barba Martínez, el mayor beneficio de este tipo de tratamientos es que se hace de forma ambulatoria y no es necesario que el paciente esté ingresado hospitalariamente, ni requiere de un post operatorio exhaustivo.
El Dr. José Nieto explica que en el caso de una blaferoplastia con láser, el tiempo de recuperación es de 2 a 3 días y se puede presentar una leve hinchazón. Además, comenta que la recuperación no es dolorosa ni interfiere con la visión.
Se recomienda a los pacientes que eviten la exposición solar y utilicen gafas en el caso de tener que salir. También que duerman de manera horizontal los 3 primeros días. Además, hay especialistas que suelen recomendar al paciente el uso de cremas para aliviar los hematomas y la inflamación que suele aparecer tras el tratamiento. Asimismo, el paciente deberá evitar el maquillaje y las cremas faciales al menos durante una semana. También se recomienda suspender la actividad física y el deporte por unos días.
En el caso de la blefaroplastia con láser, hay unas pequeñas costritas que caen a los 4 o 5 días después de la operación. Es importante destacar que cada una de estas recomendaciones variará según sea cada caso y es importante conversarlas con el cirujano durante la primera visita a la consulta.
La mayoría de los especialistas coinciden que no hay grandes complicaciones ni efectos secundarios en estos tratamientos, sin embargo algunos pueden tener:
Al igual que las ventajas, los resultados que se pueden observar son múltiples:
SECPRE. 2020. Cirugía De Párpados. [online] Available at:
Medline Plus. 2020. Cirugía De Párpados. [online] Available at: