Se trata de un un balón de poliuretano o silicona que se coloca en el estómago, para intervenir en los receptores de la saciedad y dar al paciente una sensación de plenitud en menos tiempo, lo que limita la ingesta de alimentos y provoca la pérdida de de peso.
A diferencia de otras cirugías bariátricas, este es un procedimiento simple y rápido que no deja cicatrices y no es definitivo. De hecho, tiene una duración limitada en el tiempo, ya que se extrae o se desinfla después de 4 a 12 meses. Según Vithas Salut Beautyum “su función es facilitar la pérdida de peso en personas con sobrepeso y obesidad cuando se utiliza junto con un programa supervisado de modificación de comportamiento y alimentación”.
La tasa de obesidad en España se ha duplicado en últimos 20 años. En la actualidad, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el 36,6% sobrepasa su peso ideal y el 13,7% tiene obesidad.
El estilo de vida sedentario y la falta de tiempo a menudo nos llevan a adoptar hábitos que son perjudiciales para nuestra salud, pero siempre es posible cambiar las cosas. Cuando la dieta y la actividad física no son suficientes para adelgazar, hay muchas maneras de ayudarnos a perder peso y llevar una vida saludable, una opción puede ser el balón gástrico.
El balón gástrico es un procedimiento de cirugía bariátrica indicado para las personas que buscan y desean bajar de peso a través de una técnica sencilla que consiste en la colocación de un balón de silicona en el estómago. En España, el precio medio de un balón gástrico suele ser de alrededor de 4.000 euros. Para conocer el desglose por ciudades, visita nuestra página de precios de balón gástrico.
El balón gástrico está diseñado para personas que sufren de obesidad o sobrepeso y que no han logrado perder peso mediante una técnica tradicional (dieta y actividad física) bajo la supervisión de profesionales de la salud.
El índice de masa corporal mínimo (IMC) que se debe tener en cuenta depende del tipo de dispositivo utilizado y la elección del médico que lo operará.
Según la Clínica CIME, "esta técnica está indicada para personas que necesitan perder más de 10 kilos y para aquellos pacientes que han fracasado con otras dietas”.
Este procedimiento no se recomienda para pacientes que ya se han realizado otra cirugía bariátrica, durante el embarazo, o para personas con hernia hiatal (más de 3 cm de altura). Además, no se recomienda para personas con trastornos hemorrágicos, trastornos psiquiátricos o adicciones.
En España, los cirujanos bariátricos y los gastroenterólogos son algunos de los especialistas a los que puedes consultar. Lo importante es que sea un cirujano (general, estético, etc) con certificación para la colocación del balón.
Antes de elegir un médico, es necesario asegurarse de que el especialista cuenta con el título pertinente y que esté inscrito en una de las asociaciones científicas del sector, como por ejemplo la SECO, Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad.
Durante la primera consulta con el médico te hará preguntas sobre las motivaciones que te impulsan a querer realizar el tratamiento, tu historial médico y tu situación actual, a fin de establecer una evaluación general de tu estado de salud.
El médico te explicará cómo realiza el procedimiento de colocación del balón gástrico y cómo será el postoperatorio. Además, te recomendará una dieta a seguir antes y después de la intervención y te detallará el seguimiento que necesitará durante todo el tratamiento. También te explicará los pros y los contras y podrá estimar cuántos kilos podrás perder gracias a esta intervención. Finalmente, también te proporcionará el precio.
Durante esta fase, el especialista puede solicitar algún examen especializado (por ejemplo, análisis de sangre u hormonales) destinado a identificar posibles enfermedades relacionadas con el sobrepeso u obesidad o factores de riesgo y contraindicaciones para el tratamiento.
Aprovecha esta oportunidad para exponer todas tus preguntas y dudas al cirujano. En algunos casos, el paciente también puede necesitar asesoramiento psicológico, especialmente si el peso está relacionado con un trastorno alimentario.
Hay diferentes tipos de balones gástricos, diseñados para satisfacer las diferentes necesidades y condiciones iniciales de los posibles pacientes:
Todos los balones se insertan y se extraen mediante endoscopia, a excepción del Balón Allurion. En el caso de los balones gástricos que se retiran vía endoscópica, la solución salina que los llena se colorea con un colorante azul de metileno por razones de seguridad, si el balón se rompiera, el paciente lo notaría inmediatamente en su orina.
Tu cirujano te dará toda la información necesaria sobre la preparación. Se te pueden pedir que realice varias pruebas de laboratorio y pruebas de evaluación antes de someterse a una cirugía.
Algunos especialistas pueden recomendar realizar 4 días de dieta líquida para asegurar que el estómago y el intestino no tienen residuos de alimentos en el momento de la colocación del balón. Generalmente, se recomienda un ayuno de 12 horas previo al procedimiento.
Es aconsejable dejar de tomar antiinflamatorios y aspirina antes de la inserción. Tampoco se recomiendan las bebidas estimulantes como el té o el café ya que pueden irritar la mucosa gástrica y el paciente tendrá una peor adaptación.
En el caso del Balón Allurion, se trata de un procedimiento efectivo y sencillo ya que se coloca en el estómago en una consulta de 15 minutos:
Balones colocados vía endoscópica
La colocación de los balones colocados vía endoscópica se realiza bajo sedación con anestesia local y de forma ambulatoria (o hospital de día), lo que significa que el paciente se puede ir a casa el mismo día. El posicionamiento se realiza oralmente con endoscopia y el procedimiento dura entre 20 y 30 minutos.
Inicialmente, el balón intragástrico se desinfla y se conecta a un tubo flexible, de modo que se puede insertar a través de la boca con un endoscopio. Una vez colocado dentro del estómago, la solución salina azul estéril se inyectará a través de un pequeño tubo y se sella automáticamente después de retirar el tubo. La cámara le permite al médico ver el inflado del balón gradualmente para asegurarse de que todo se haga correctamente.
Según el Instituto Obes Corporación, después del procedimiento, el paciente se queda bajo vigilancia unas 2-3 horas hasta que se recupere totalmente.
En cuanto a la eliminación del balón, cuando se trata del de la compañía Allurion, se elimina naturalmente en el inodoro sin necesidad de realizar ninguna intervención médica. Eso es posible porque, pasadas 16 semanas, se abre una válvula de descarga activada por tiempo que lo desinfla sin que los pacientes prácticamente noten nada.
A partir de este momento, los pacientes gracias al Programa Allurion tendrán todo el apoyo y seguimiento de un equipo de profesionales. De esta forma, podrán seguir con el proceso de pérdida de peso y lo más importante, no recuperarlo después.
Balones colocados vía encoscópica
En estos casos, la extracción también se realiza mediante endoscopia, bajo anestesia local con sedación y en un procedimiento ambulatorio. La retirada lleva unos 15 minutos. El médico, con la ayuda de una cámara endoscópica, introducirá un catéter para perforar el balón y extraerlo a través del esófago y la boca.
Ante de la extracción el paciente realiza una dieta líquida de 3 días y ayuno desde la medianoche anterior. Después de la extracción, el paciente está vigilado y se le dará de alta dentro de 3 horas, afirman desde el Instituto Obes Corporación.
Durante los primeros 2-3 días, el paciente tendrá que comer sólo alimentos líquidos o semilíquidos, antes de poder pasar a una reintegración gradual de alimentos sólidos. La dieta semilíquida debe reanudarse unos días antes de la eliminación del dispositivo, de acuerdo con la prescripción de su médico.
La dieta líquida podría incluir zumos, leche, sopas, caldos y gelatinas pero se deberán evitar el café, las bebidas carbonatadas, las comidas grasas, el chocolate y los helados, comentan desde la Clínica CIME.
Durante los días posteriores a la colocación del balón gástrico, se puede sentir una cierta molestia en el estómago y es probable que el paciente sufra náuseas, hinchazón, diarrea o incluso calambres. También es común que los pacientes vomiten durante los primeros días después de la inserción, pero en este caso, el especialista podrá prescribir medicamentos calmantes.
Después de la colocación, se recomienda no realizar ninguna actividad física durante al menos 24 horas.
Es importante seguir los consejos del cirujano sobre nutrición para que la intervención se pueda llevar a cabo con éxito.De hecho, si el balón intragástrico no está asociado con una dieta adecuada y un cambio en el hábito alimentario, es posible que el paciente no pierda las libras deseadas. Según Beyou Medical Group, “los resultados de la técnica dependerán exclusivamente de la correcta utilización del dispositivo y de la alimentación adaptada a éste”
A continuación encontrarás información sobre la dieta a seguir después de la colocación del este dispositivo:
Es recomendable que un nutricionista te haga un seguimiento durante todo el tratamiento para asegurarse de tener buenos hábitos alimenticios, que serán necesarios para seguir perdiendo peso y estabilizar el peso alcanzado una vez que se retire el balón del estómago.
Algunas personas también deciden hacer ejercicio para adoptar un estilo de vida más saludable y facilitar la transición a una nueva forma de vida.
El compromiso del paciente para cambiar el estilo de vida y la nutrición es fundamental para el éxito de la intervención.
Los especialistas explican que la pérdida de peso ocurre bastante rápido, pero varía según el caso. En general, podemos hablar de una pérdida de peso de aproximadamente 15-20 kg en 6 meses.
El paciente recibe apoyo médico para que su dieta sea rica y sin carencias nutricionales. Hay que conseguir que el paciente modifique sus hábitos nutricionales para mejorar así su calidad de vida, afirman desde la Clínica CIME.
De acuerdo con un estudio informado por la Clínica Mayo de Rochester en los Estados Unidos, en un ensayo clínico realizado en 255 adultos con un IMC entre 30 y 40 personas con un balón intragástrico y un control de su salud, perdieron el 29% de su peso exceso en 6 meses, mientras que los pacientes que recibieron un simple control dietético perdieron solo el 14%.
Gracias a esta importante pérdida de peso, los pacientes no solo mejoran su condición física, sino también su salud general al reducir el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca o un derrame cerebral, reducir la presión arterial, así como la apnea del sueño y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Al igual que con cualquier operación o tratamiento, puede haber riesgos con la colocación del balón gástrico.
Los riesgos inmediatos, debido al procedimiento pueden incluir:
Las complicaciones posteriores al procedimiento podrían ser: