Desde los 15 años, noté un aumento en la zona de los pezones. Durante al menos dos años, fui muy constante con el gimnasio, pero al no ver resultados, después de cuatro años, finalmente fui capaz de abrirme con mi familia sobre esta inseguridad y decidí operarme. Cumpli con todas mis obligaciones postoperatorias y, luego de tres meses, me saqué la primera foto que pueden observar. Le comenté este problema a mi doctora, la cual, al principio, fue reacia a creer que aún tenía ginecomastia y que ella me había sacado toda la grasa. Al palparme los pezones, tampoco se veía muy segura sobre qué hacía que mis pezones se vieran así. Por eso, tomé la decisión de volver a operarme por segunda vez. Ella me explicó el procedimiento que seguiría: haría nuevamente una incisión en la zona superior del pectoral y, con algún tipo de aparato (no recuerdo cómo se llamaba), extraería la grasa. Luego de eso, trataría de pegar la piel con un láser para obtener mejores resultados. Fue un proceso muy doloroso, más que la primera vez, y pensé que quizás esta vez sí había obtenido resultados. Sin embargo, hoy, luego de una semana, me vi nuevamente al espejo y noté que seguía viendo ese aumento en la zona del pezón. Fue un gran golpe para mí y pensé que quizás estaba exagerando y que, debido a la hinchazón, es que se ve así (siguientes dos fotos adjuntas). Sé que estoy siendo ansioso con los resultados, pero tengo el fuerte presentimiento de que esta vez tampoco obtuve resultados. ¿Qué debería hacer?