Hoy hago 6 días después de mi aumento, ayer domingo me asusté muchísimo. Os cuento brevemente. Lo que más me está costando es dormir boca arriba,...
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Hola, vengo a contaros mi desagradable experiencia en esta clínica de Gandia (Valencia) para evitaros pasar por el mal trago que me están haciendo pasar a mí. Cogeros las palomitas y poneros cómodas porque va para largo.
Todo empezó el día 22 de noviembre de 2021 cuando fui a ese negocio para informarme sobre un aumento de pecho. Antes de pedir cita en la clínica, busqué información sobre los distintos tipos de prótesis, en cuanto a forma y resultados que aportaban y al final, por relación calidad-precio, garantías y resultados, los únicos que me aportaban la seguridad y confianza suficientes como para entrar en un quirófano, fueron los implantes de las marcas motiva y mentor. Busqué entonces clínicas de Gandía que trabajaran con alguna de estas 2 marcas y fue así como llegué a Dorsia, pues las ergonómicas aparecían publicitadas en su web.
Ese mismo día, 22 de noviembre, la asesora que me atendió me preguntó por el motivo de la operación y porqué había decidido operarme. Entonces me dijo que sólo trabajaban con implantes ergonómicos Motiva, a lo cual le respondí que había ido a esa clínica exclusivamente por esos implantes y me informó un poco sobre ellos. Lo siguiente que hizo fue tomarme fotografías para hacerme el presupuesto. Me dijo: 6500€, pero por el Black Friday te lo dejamos en 4.995 menudo chollo ¿eh? (en su momento me lo pareció, pero ahora la respuesta es: depende, porque no me dieron el contrato desglosado y no sé a fecha de hoy qué me cobraron por cada cosa. Por entonces y dado que no me informaron de nada más y estaba ilusionada por cumplir mi sueño desde los 15 años, cometí el error de aceptar y pagué con todos mis ahorros los 4.995€ en un único pago.
El día 24 de noviembre tuve la primera cita con el cirujano. Me preguntó qué quería y empezó a tomar medidas. Me dijo que dependiendo del tamaño de cada mama se podría poner unos implantes más o menos grandes y que iba a ponerme prótesis redondas sin darme ninguna explicación. Le dije que yo había pagado por los otros y entonces la asesora intervino diciendo que eso daba igual. Que todos los implantes Motiva valían lo mismo. Tú no te preocupes -me decía- el doctor Klenner es muy bueno y aquí sólo trabajamos con implantes Motiva; es todo igual, lo único que cambia es la forma. El doctor tiene más de 20 años de experiencia, fíate de él, te va a dejar genial, bla, bla, bla… Básicamente se dedicaban a pedir mi confianza, asegurarme excelentes resultados y que firmara una hoja llamada hoja de diagnóstico donde especificaban: Prótesis Motiva Round Demi y 3 posibles tamaños. Tenía sentimientos encontrados y estaba hecha un lío porque no soporto bien la presión. Si dejé claro que había ido a la clínica por los ergonómicos ¿por qué me mareaban con otro tipo de implantes? Lo que recuerdo es mirar a mi madre sin saber qué hacer, oyendo de fondo a la asesora hablando maravillas. Seguían pidiéndome que confiara en su opinión como profesionales y que firmara el documento. Al final, con muchas dudas, pero por la ilusión de operarme y sentirme normal decidí confiar y firmé. Cuando llegué a casa reflexioné sobre lo sucedido y me arrepentí. Yo no había pagado ni pedido los redondos y no me habían dado ninguna explicación de por qué no me ponían los que compré. Decidí en la próxima cita con el cirujano comentarle el cambio por las ergonómicas.
El 29 de noviembre fui a la clínica para los trámites del consentimiento informado. Ese día una chica me comentó por encima los riesgos de una operación y poca cosa más, asegurándome que el riesgo era mínimo y que en el quirófano habría un equipo muy bien preparado para actuar a tiempo y que no me preocupara de nada, que todo ese papeleo era simple burocracia. Empezó a hacerme preguntas sobre mi salud para rellenar un formulario mientras me decía: la información es lo que te he dicho de los riesgos y tal, firma y ya lo leerás en casa. Hubiera preferido que me entregaran los papeles con antelación para leerlos con calma, pero casi me vi obligada a firmarlos presionándome para reservar el quirófano. No obstante, me aseguraron que me darían la copia de todos los documentos para que si hubiera algo que no me gustara ejerciera mi derecho de disentimiento y renuncia (a fecha de hoy, sigo sin saber si me fueron devueltos todos los documentos). Al llegar a casa leí todo el papeleo, lo único que no me acababa de gustar era el hecho de que la última palabra sobre el tamaño la tuviera el cirujano, así que decidí en la próxima cita con él dejarle bien claro cuáles eran mis expectativas para que, si no era posible, pedir la devolución de mi dinero e irme a otra clínica.
El día 15 de diciembre tuve la siguiente cita con el cirujano y le comenté mis dudas sobre los implantes redondos y el tamaño. Le insistí en que quería un resultado natural, pero de tamaño muy grande para estar proporcionada (de hombros y caderas tengo 98cm de contorno, pero de cintura 65, necesitaba que el tamaño del pecho fuera acorde a las medidas más grandes), por lo tanto, no quería un tamaño pequeño, ni efecto push up. En ese momento el cirujano dijo que si me ponía los redondos el músculo aplastaría el implante y quedaría bien, pero yo seguía con mis dudas, estaba nerviosa y cada vez más asustada, porque todo estaba yendo muy rápido y me sentía presionada. Seguían pidiéndome la confianza y prometiéndome el resultado que yo deseaba, pero tenía miedo de aceptar unos implantes que nunca había pedido ni comprado y que debido a eso no me gustara el resultado y tirar todos mis ahorros a la basura. Así que le enseñé varias fotografías de lo que quería y lo que no, y le di explicaciones concretas. Entonces el cirujano dijo de ponerme los implantes anatómicos. Le pregunté por qué no me ponía los ergonómicos y su respuesta fue: esas prótesis no están rellenas del todo, se arrugarán y quedarán fatal, el escote se verá horrible… Esa información me la tendrían que haber aportado en el momento de hacerme el contrato.
En ese momento, el doctor puso un catálogo abierto sobre la mesa y dijo: el equivalente en anatómicas de las medidas que te anoté de redondas es: TMM2 305, TMM3 320 y TMM3 370. Tachó en la hoja de diagnóstico Round Demi 360/380/425, dejando únicamente Prótesis Motiva y anotó: Anatómica y las nuevas medidas y me dio el documento para que lo firmara, nuevamente, en la casilla de abajo. Yo estaba muy disgustada porque había ido a propósito por las ergonómicas, no obstante, él, supuestamente, era el profesional y si decía que las anatómicas serían lo mejor para mi caso basándose en el resultado que yo buscaba y además eran de la marca Motiva, o así constaba en la hoja de diagnóstico y me lo hicieron creer, no tenía por qué desconfiar. En ningún momento me explicó las características de estos implantes más allá de decirme que tenían forma de gota y aportaban un aspecto muy natural. Lo siguiente que hizo fue informarme, al fin, de lo que me iban a hacer, ya que hasta la fecha lo único que me habían comentado sobre el procedimiento quirúrgico era: "Eres un caso muy fácil, abrir, meter y cerrar”. Cuando terminó le dije que vale, pero mejor que me pusiera los implantes más grandes, aunque se me quedara la piel muy tensa porque quería estar proporcionada. Nuevamente la asesora intervino asegurándome un buen resultado y que no me preocupara de nada. Pregunté al cirujano qué tamaño de sujetador usaría una vez estuviera operada y tras pensarlo un poco me dijo 90C (yo partía de 80 cm, para una talla 90C el contorno de pecho rondaría los 90 cm aprox. así que, en teoría, iba a tener el tamaño de mis sueños).
El 20 de diciembre firmé una hoja donde se me informaba de las prótesis que se encontrarían disponibles en la cirugía especificándose únicamente los tamaños y la forma correspondientes a la hoja de diagnóstico.
El 22 de diciembre fui al hospital casa la Salud en Valencia para la operación. Recuerdo poco de ese día. Sé que iba con la idea de que iba a ser una operación rápida: 30 minutos y para casa, hasta que me dijeron que de eso nada; que como mínimo podría durar hora y media. (Así de informada estaba). Me llevaron al quirófano, me presentaron a la anestesista, vi que había dos chicas más y el doctor me hizo las marcas. Me comentó que ya tenían los implantes listos y le recordé: los más grandes. Se rio y terminó de hacer las marcas.
Al despertar estaba en el pasillo, sola, con la única compañía de un señor tumbado en otra camilla esperando para entrar a quirófano. Al rato un enfermero pasó por delante, me vio despierta y se acercó a preguntar cómo estaba. Al poco llegó el doctor y me dijo: ha ido todo bien, al final te hemos puesto los implantes del tamaño no sé qué. Digo no sé qué, porque aún no estaba muy lúcida. Me llevaron a la habitación y vino al rato un enfermero para llevarse, por no sé qué motivo todos los documentos originales referentes al consentimiento informado. Hace unas semanas pude recuperar esos documentos, pero faltaba la hoja donde se especificaba que la última palabra sobre el tamaño la tendría el cirujano. La reclamé en el hospital, pero no sabían nada. ¿Dónde está?¿quién la tiene? A saber…
El día 23 de diciembre empezó el tratamiento postoperatorio. Al quitarme las vendas me asusté, estaban súper deformadas, de tamaño estaban muy bien no lo voy a negar, pero de forma no. Entonces fue cuando me explicaron que eso era algo normal, que la inflamación iría bajando e irían adquiriendo una forma bonita. Lo que no me dijeron (antes de la operación, ni después) es que al desinflamarse me iba a quedar con la tercera parte del tamaño y, por ende, demasiado pequeñas para mi cuerpo; pasé de 80cm a 83; muy lejos de lo prometido. Si en vez de pintarlo todo tan bonito y pedirme su confianza hubieran sido objetivas y me hubieran aportado la información correcta y una visión realista, no estaría tan decepcionada con el resultado, porque ni están proporcionadas, ni van acorde con mi cuerpo. No se parece ni de lejos a lo que pedí. Me las han ensanchado lateralmente, pero no tienen apenas proyección. Es como si me hubieran dado una patada y me las hubieran aplastado. No puedo ni mirarme al espejo, ni llevar camisetas ajustadas de la vergüenza que me dan. He pasado de un pecho pequeño y bonito, a uno pequeño y feo, pero esto no es lo peor.
El día 29 de diciembre me llegó a casa una carta del hospital informándome que se me habían implantado prótesis TMM2 Eurosilicone SAS 305cc. No sabía qué era eso de Eurosilicone porque nunca nadie me había informado sobre ello. No conocía esa marca, no sabía de qué material estaban hechos… absolutamente nada. no sabía qué me habían metido dentro del cuerpo. Revisé todos los documentos que tenía y en ninguna de las hojas constaba nada relacionado con implantes Eurosilicone. Fui a Dorsia para que me dieran una explicación, ya que me tendrían que haber puesto implantes Motiva. La respuesta que por entonces me dieron fue: Eurosilicone es el distribuidor de la marca Motiva, nosotras sólo trabajamos con implantes Motiva (y así consta en su web). Estate tranquila; al mes te llegará una tarjeta con la información de los implantes que te han puesto. Es como un DNI donde consta todos los datos referentes a tus implantes. En el momento fui tan tonta como para creerlas, se suponía que eran profesionales. Pensé: puede que haya unos implantes llamados así, pero también un distribuidor; por entonces no sospechaba y me fui a casa con una falsa tranquilidad.
Al mes, pregunté por la tarjeta. No la tenían. A los dos meses volví a preguntar por la tarjeta. Misma respuesta. Casi tres meses después de la operación volví a preguntar. Ídem. Ahí fue cuando empecé a olerme algo raro. Tenía la sensación de que me estaban dando largas. Retomé la carta del hospital y busqué la casa comercial que en ella constaba: GC Aesthetics y entonces descubrí que esa casa sólo comercializaba con Nagor y Eurosilicone.
El día 3 de marzo volví a la clínica para hablar con el cirujano. Me dijeron que no estaba y que en su lugar había una doctora (resultó ser su mujer) que me informó de que Motiva no tenía implantes anatómicos, a lo cual le dije que en la web de Motiva sí constaba que tenían implantes anatómicos. Su respuesta fue que esos implantes los iban a retirar del mercado (yo desconocía este hecho) porque, según ella, el sistema antirrotación no es tan efectivo como debería ser y que por eso me pusieron los otros. De ser verdad, ¿por qué no me informaron sobre ello antes de entrar en el quirófano haciéndome creer que me iban a poner Motiva? ¿por qué no me lo dijeron para que pudiera decidir si quería Eurosilicone o los implantes anatómicos de Mentor que sí me daban confianza y seguridad? ¿o si quería arriesgarme de todos modos con los ergonómicos de Motiva que pagué y por los cuales fui a la clínica? Era mi cuerpo y tenía derecho a decidir qué quería que me pusieran, al fin y al cabo, soy yo quien tiene que llevarlos. La doctora reiteró en la culpa al personal de la clínica por no haberme informado. Me comentó que en Dorsia sólo trabajan con Motiva, pero los anatómicos son de Eurosilicone. Le dije que no me parecía nada bien la falta de información al respecto, ya que, como dije al inicio, los únicos implantes que me daban la suficiente confianza como para entrar al quirófano eran motiva y mentor. no me planteaba ninguna otra marca. Entonces la doctora empezó hablarme sobre los implantes Eurosilicone, pero el hecho de que me hubieran estado ocultando información relevante y mintiendo, me hacía perder la confianza en el equipo de la clínica al completo. No me servía que me dijera lo buenos que eran esos implantes, porque otros cirujanos ni siquiera se plantean usarlos.
Me sentí estafada, indefensa y me fui muy cabreada y humillada a mi casa. Les di permiso para que el cirujano tuviera la última palabra sobre el tamaño, pero no sobre el producto (marca).
Sobre mediados de marzo volvimos mi madre y yo a la clínica y no se responsabilizaron de nada. Me dijeron que si quería me regalaban unas sesiones con la psicóloga; que no podían hacer nada más. Se supone que una clínica de estas características debe tener un seguro para cubrir estos casos. Yo no tendría que estar tomando antidepresivos ni necesitar una psicóloga si hubieran actuado desde el principio de buena fe, aportándome toda la información completa, veraz, clara, objetiva, realista y necesaria. No me siento cómoda teniendo los implantes Eurosilicone dentro del cuerpo. No me aportan la seguridad que sí me aportaban los de las marcas Mentor y Motiva y del resultado ni hablemos… Si no fuera porque en el hospital me dejarían el pecho vacío, mañana mismo pediría cita para que me los quitaran. Me parece injusto que tenga que conformarme con lo que les ha dado la gana ponerme y tener que vivir con algo dentro de mi cuerpo que nunca pedí, nunca compré y de lo que nunca fui informada antes de la operación. La sensación que tengo es que me lo pintaron todo muy bonito desde el principio, para que no pidiera la devolución de mi dinero y me fuera a otra clínica.
Las denuncié a consumo, pero no sirvió de nada. Saben que resulta mucho más caro contratar un abogado, un perito médico y demás y echarlas a juicio, que ir a otra clínica para que me arreglen el desastre.
Incumplieron un contrato que jamás tuvieron la intención de cumplir reforzándose esta intencionalidad en la letra pequeña del documento llamado hoja de diagnóstico donde consta que el diagnóstico debe coincidir al 100% con el contrato del paciente, no siendo el caso. Y vulneraron casi todos mis derechos que constan en su propia página web:
1-Derecho a una explicación comprensible y completa de tu tratamiento por un médico o cirujano, no ocultando aspectos negativos o eventuales complicaciones que debes asumir libremente y con pleno conocimiento. (Ni me lo explicaron bien, ni me aportaron toda la información clara, veraz y precisa sobre los productos y el procedimiento a realizarme).
2-Derecho a decidir libremente. (Al ocultarme información, me negaron el derecho a decidir sobre mi propio cuerpo).
3-Derecho a que se respete tu voluntad siempre bajo supervisión y criterio médico. (¿Qué voluntad? Ni han respetado el tamaño, ni el producto).
4-Derecho a recibir un presupuesto del tratamiento o cirugía sobre el que solicitas información tras diagnóstico médico. (El presupuesto y contrato me lo hizo una asesora; hasta que no pagué, no vi al cirujano).
5-Derecho a tener una copia de tu historia clínica. (Hice la solicitud a principios de marzo, a fecha de hoy, sigo esperando a que me la entreguen junto con la tarjeta de los implantes).
Pues esta ha sido mi desgraciada experiencia. Te entran desde el principio con muy buenas palabras, diciéndote lo que quieres oír, en vez de lo que necesitas y debes oír; si no controlas el tema no se responsabilizan de absolutamente nada.
Si estás leyendo esto y vives en Gandía o alrededores, hazte un favor y acude a otra clínica.
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Leer másHará un año, quise realizarme una mastopexia para elevarme el pecho ya que tenia la necesidad y me veía mal con mi pecho.
Entonces decidí acudir a todas las clínicas de aumento de pecho para conocerlos y decidirme por una.
Después de conocer...
Hace un año mi hija de 21 años se operó con el Dr. Lozano para aumentarse el pecho. Fuimos recomendadas por una amiga mía. Puedo decir que el resultado superó en mucho nuestras expectativas.
El resultado
Desde el primer momento...
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