Cómo es el paso a paso de un trasplante de cabello
La alopecia es un problema que afecta tanto a los hombres como a las mujeres, aunque se da con mayor frecuencia entre el género masculino. Hay quien se resigna a vivir sin cabello, pero también hay personas para las que su pelo es una parte esencial de su identidad y su imagen y no quieren estar sin él.
En los problemas más graves de pérdida de cabello los dermatólogos recetan productos que pueden frenar la caída, pero no hay ningún producto que sea capaz de hacer que el pelo perdido vuelva a crecer.
Por fortuna, los avances medico-estéticos han dado lugar a una técnica que sí permite recuperar el pelo: se trata del trasplante de cabello. Una intervención en la que la zona despoblada de cabello recibe pelo del propio paciente. El objetivo es crear un nuevo folículo piloso que quede insertado en el cuero cabelludo y sea capaz de generar cabello.
Existen dos formas habituales de llevar a cabo un trasplante capilar. El más habitual es el método FUE, que es al que vamos a dedicar este artículo, por ser el más sencilla de llevar a cabo y no deja cicatriz.
La otra opción es la técnica FUSS, que se aplica cuando la FUE no está recomendada. Consiste en extraer tiras de la zona donante para implantarlas en áreas sin cabello. Da también buenos resultados, pero la recuperación es algo más lenta y afecta a la densidad de cabello de la zona donante.
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Antes de la intervención
La cirugía capilar es delicada de llevar a cabo y requiere de tiempo, pero no es una operación complicada. Aun así, es importante asegurarse de que el paciente está en un buen estado de salud, por lo que se suele practicar al menos un análisis de sangre para conocer su estado general.
De cara a la preparación para la intervención el paciente se debe lavar el cabello el día de antes con un champú especial que desinfectará el cuero cabelludo. Además, deberá abstenerse de comer y beber desde seis horas antes de la cirugía capilar.
En los días previos tendrá que abstenerse de tomar medicamentos que puedan afectar de alguna forma a la coagulación, como la aspirina o el ibuprofeno. En caso de que el paciente necesite tomarlos, deberá consultar antes con el especialista.
La intervención
La cirugía capilar empieza con el rapado de la zona donante. En el caso de las mujeres se puede optar por un rapado parcial o local. Con un microbisturí se van seleccionando los folículos de mejor calidad y se extraen. Se van dejando en un líquido especial que está a baja temperatura y que se encargará de mantenerlos en buenas condiciones e intactos hasta que llegue el momento de implantarlos.
A continuación, se van haciendo microincisiones en la zona del cuero cabelludo que tiene calvas y se "planta" el folículo sano. Hay que ir folículo por folículo o trabajar en grupos de, como mucho, cuatro folículos pilosos a la vez, por lo que la intervención suele ser larga, especialmente si hay mucha área a cubrir.
Para reducir las molestias se aplica anestesia local en la zona del cuero cabelludo en la que se está trabajando. A consecuencia de la misma puede aparecer algo de hinchazón en la frente, e incluso en la zona de los ojos, pero desaparece en unos días.
El posoperatorio
El objetivo de la intervención es que el folículo piloso agarre en su nueva ubicación, por eso durante los tres primeros días es recomendable evitar manipular el cabello o el cuero cabelludo.
Esta técnica de trasplante de cabello tiene la gran ventaja de no dejar cicatrices, pero es normal que en los primeros días aparezcan pequeñas costras que desaparecerán en un plazo aproximado de 10 días.
En los tres días siguientes a la operación hay que mantener la zona hidratada con suero fisiológico. Para lavar tanto la zona donante como la zona receptora se aconseja el uso de champú neutro durante, al menos, una semana.
Es importante protegerse del sol y evitar la exposición directa al mismo durante los primeros 15 días, por lo que se puede hacer uso de gorras o sombreros que no queden demasiado calados.
Tras la intervención se aconseja un reposo moderado de unas 24 horas para que el cuerpo termine de eliminar la anestesia. Después, el paciente puede volver a hacer su vida con normalidad. No obstante, deberá esperar, al menos, dos semanas desde el injerto para volver a hacer deporte.
También durante las primeras semanas hay que abstenerse de usar productos químicos agresivos sobre el cabello, tales como gominas, lacas, espumas, etc.
Es posible que a medida que la zona se va curando aparezcan picores. Rascarse puede perjudicar la recuperación, así que lo habitual es que el especialista recomiende el uso de una pomada calmante.
Ventajas del injerto capilar FUE
- Es un proceso mínimamente invasivo.
- Se practica con anestesia local.
- Es un procedimiento indoloro.
- No deja cicatrices visibles.
- Permite extraer las unidades exactas de cabello que se van a utilizar y se pueden obtener además folículos pilosos de cualquier parte del cuerpo.
- No se pierde sensibilidad en la zona en la que se injerta el nuevo cabello.
- El nuevo pelo crece de forma continuada, ganando fuerza con el paso del tiempo.
- El posoperatorio es sencillo y corto.
- El resultado que se obtiene es muy natural.
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¿Qué esperar después de un trasplante de cabello?
Pasadas unas semanas desde la intervención el cabello injertado se caerá, pero el folículo piloso estará sano, lo que dará lugar a que, en su lugar, crezcan nuevos pelos. Al principio los cabellos que salgan serán finos y débiles, pero irán ganando consistencia con el paso del tiempo.
Al tercer mes de la cirugía la tasa de crecimiento del cabello en la zona tratada será del 25%; al sexto mes, del 50%; al noveno mes, del 75%, y al año habrá una tasa de crecimiento del 100%. En ese instante se podrán comprobar los resultados definitivos de este tratamiento.
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