Cuándo poner freno a la cirugía estética
La cirugía estética se ha convertido en una de las principales herramientas que la sociedad utiliza para alcanzar el ideal de belleza y es que sin lugar a dudas consigue unos resultados espectaculares en tiempo récord.
Pero aunque muchas personas ven beneficios en la cirugía plástica y estética, también hay algunos peligros y consecuencias potencialmente graves a tener en consideración antes de someterse a cualquier procedimiento. En primer lugar, siempre es importante tomarse el tiempo necesario para considerar cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de someterse a una cirugía estética. Los procedimientos quirúrgicos pueden tener efectos secundarios graves, incluyendo infecciones, cicatrices permanentes y complicaciones relacionadas con la anestesia.
Además, es importante reflexionar sobre la cirugía estética cuando se trata únicamente de mejorar el aspecto físico para satisfacer los estándares culturales o sociales. Esta forma de pensar puede ser peligrosa porque a menudo lleva a personas que ya tienen un aspecto saludable y atractivo a someterse a procedimientos quirúrgicos innecesarios con resultados potencialmente desastrosos. Siempre es importante considerar si hay verdaderamente una necesidad real de mejorar el aspecto físico o si se está tratando de satisfacer los deseos de alguien que no sea uno mismo.
La adicción a las operaciones de estética
Blas García, uno de los cirujanos de rinoplastia más reconocidos no solo en nuestro país sino a nivel europeo afirmaba en una entrevista hace un tiempo, haberse negado en numerosas ocasiones a practicar una cirugía. No es el único. Como él, muchos profesionales se encuentran a diario en consulta a pacientes con expectativas poco realistas sobre los resultados y numerosas intervenciones a sus espaldas que nunca han logrado satisfacer sus necesidades y deseos estéticos. Se trata de un porcentaje de pacientes no muy alto, pero sí a tener en cuenta, obsesionados con la cirugía plástica.
La adicción a la cirugía estética es un comportamiento que consiste en someterse a tratamientos quirúrgicos de forma recurrente y sin necesidad. Esta conducta, que también se conoce como trastorno dismórfico corporal (TDC) o dismorfofobia, puede tener graves consecuencias para la salud mental y física, ya que el individuo obsesionado por su imagen causa efectos dañinos en su vida cotidiana. El TDC es un problema poco reconocido pero realmente existente, que afecta principalmente a mujeres adultas. Está asociado con un sentimiento de insatisfacción persistente con la propia imagen corporal y un deseo constante de mejorarla mediante procedimientos quirúrgicos.
Las personas adictas a la cirugía estética suelen presentar ciertos rasgos comunes, entre ellos: insistencia en someterse a tratamientos innecesarios; negación del deterioro físico causado por los procedimientos quirúrgicos; preocupación excesiva por la apariencia; autoestima baja; y una gran inversión de dinero en tratamientos estéticos. Los efectos negativos del TDC incluyen complicaciones quirúrgicas, problemas psicológicos como ansiedad y depresión, así como una disminución en la calidad de vida. Además, muchas personas adictas al bisturí tienen dificultades para relacionarse con los demás debido a su obsesión con el aspecto físico.
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La mejor forma de tratar el TDC es a través del apoyo psicológico. Los profesionales médicos también deben estar alerta y detectar los signos de adicción a la cirugía estética para ayudar al paciente antes de que sea demasiado tarde. En muchos casos, se recomienda una combinación de terapia cognitivo-conductual (TCC) y medicamentos ansiolíticos para reducir los síntomas asociados con el TDC. En resumen, la adicción a la cirugía estética es un problema real y creciente que puede tener graves consecuencias para el bienestar mental y físico de los individuos. Es importante reconocer los signos tempranos del TDC para prevenir complicaciones mayores. Si se sospecha que alguien puede estar sufriendo este trastorno, se recomienda buscar ayuda profesional inmediatamente.
Pero incluso sin sufrir de trastorno de la imagen, a veces puede ser útil buscar ayuda profesional antes de someterse a una cirugía estética. A menudo, las personas que tienen problemas con la autoestima y la imagen corporal pueden beneficiarse del asesoramiento psicológico profesional para abordar sus preocupaciones sin recurrir al bisturí. Además, muchos médicos pueden ayudar a los pacientes a decidir si un procedimiento estético es realmente necesario o no.
¿Existe un límite de edad para la cirugía estética?
Si bien hay intervenciones que se recomienda realizar antes de la mayoría de edad (como por ejemplo la otoplastia en la que se permite realizar la intervención a partir de los 6 años para que el paciente no sufra burlas), y otras en las que es recomendable esperar a una edad más avanzada (es el caso de la labioplastia en la que se aconseja esperar a haber dado a luz), en la gran mayoría de cirugías, la edad es un factor determinante.
Aunque no existe un límite exacto para someterse a una cirugía estética, los expertos recomiendan que las personas mayores de 18 años sean evaluadas por un médico cualificado para determinar si son buenos candidatos para una cirugía estética. Esto se debe a que los pacientes de mayor edad tienen un mayor riesgo de complicaciones, y pueden necesitar cuidados médicos especializados antes, durante y después del procedimiento. Y es que a medida que envejecemos, nuestros cuerpos experimentan muchos cambios naturales que debemos considerar al decidir si somos buenos candidatos para la cirugía estética. Las arrugas son el resultado normal del paso del tiempo, pero hay otros cambios que pueden afectar la forma en que una persona se ve después de someterse a un procedimiento. Estos incluyen el deterioro del tejido conectivo, los cambios hormonales y las condiciones médicas crónicas, como la diabetes o el asma. Además, existen algunos procedimientos estéticos que no son recomendables para personas mayores debido al alto riesgo de complicaciones. Por ejemplo, los cirujanos generalmente recomiendan evitar los implantes de senos y otros procedimientos invasivos en personas mayores de 60 años. Esto se debe a que el riesgo de complicaciones por infección y las reacciones alérgicas es más alto en esta edad.
En general, los expertos recomiendan que las personas mayores consideren los beneficios potenciales y los riesgos asociados con una cirugía estética antes de tomar una decisión. Si bien hoy en día disponemos de un amplio abanico de formas seguras para mejorar la apariencia física, cada persona tendrá que evaluar sus metas personales y su estado de salud para determinar si una cirugía estética es adecuada para ellos.
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Artículos de referencia:
Robles, Á. (9 de enero de 2022). Blas García: "Hay pacientes de cirugía estética a los que es imposible ponerles freno". El Día de Córdoba. https://www.eldiadecordoba.es/cordoba/Blas-Garcia-cirugia-estetica_0_1645336165.html
Dismorfofobia. Adicción a las operaciones de estética. (s. f.). DKV Quiero cuidarme. https://quierocuidarme.dkv.es/salud-para-todos/dismorfofobia-adiccion-las-operaciones-de-estetica
¿ Hay edad para la Cirugía Plástica ? - Dr. Federico Mayo - Cirujano Plástico y Estético en Madrid y Zurich. (s. f.). Dr. Federico Mayo - Cirujano Plástico y Estético en Madrid y Zurich. https://doctormayo.es/hay-edad-para-la-cirugia-plastica/#:~:text=No%20existe%20un%20límite%20de,y/o%20la%20correcta%20recuperación